Hasta el 21 de septiembre se puede visitar en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes la muestra "El signo de la pasión/ Il signo de la passione". La exposición ha nacido del diálogo y la colaboración que se ha establecido entre profesores y estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Bari, en Italia, y la Facultad de Bellas Artes de la UCM, y en ella se pueden ver trabajos de unos cincuenta artistas de las dos instituciones.
Giusy Petruzzelli, responsable de la parte organizativa de la muestra, es la coordinadora Erasmus de la Academia de Bellas Artes de Bari y explica que hace dos años contactó con Bellas Artes de la UCM, "cuando Mariano de Blas era el responsable de Erasmus, puesto que ahora ocupa Ricardo Horcajada". De Blas aceptó de buen grado un acuerdo de trabajo conjunto, y lo hizo "a ciegas", porque no conocía a Petruzzelli. Esta asegura que rápidamente fluyó la comunicación vía email para que pudieran venir a Madrid estudiantes de Bari y para la movilidad de profesores.
Considera la italiana que "los dos países tienen los mismos orígenes culturales, y eso ha favorecido el diálogo del que surgió la idea de programar una muestra que se basa en esos orígenes comunes, pero desde una perspectiva contemporánea, porque hoy en las facultades de Bellas Artes, tanto en España como en Italia, se trabaja fundamentalmente con el arte más actual".
Entre esos orígenes comunes se pueden destacar, por ejemplo, "la dominación romana, o el desarrollo del barroco, ya que hay que tener en cuenta que la Italia del sur formaba parte del imperio español". Existe además un lazo importante entre Apulia y Madrid en la figura de Corrado Gaquinto, que estuvo entre los fundadores de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Todavía hoy en día, como afirma Petruzzelli, "cuando se entra en la Academia madrileña, junto a la puerta hay una gran pintura de este autor que en la actualidad también da nombre a la pinacoteca provincial de Bari".
A pesar de este último lazo tan académico, no se quería que las obras tuviesen ese estilo, sino mucho más contemporáneo. Aclara Petruzzelli, que "en la época de Gaquinto el diseño era preparatorio de la pintura, pero a lo largo de los siglos ese boceto, ese diseño, ha adquirido autonomía propia como técnica artística. Y si en el pasado el diseño se hacía sobre todo con el carboncillo, con el lápiz, la sanguina, la sinopia, hoy ya se ha convertido en una obra autónoma en la que entra el color, el collage, la acuarela, el pastel, la cera...".
El nombre de la muestra
El concepto de El signo de la pasión surge de la idea inicial, planificada con Mariano de Blas, profesor de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, con la que se quería reflejar "la índole apasionada de estos dos pueblos, por su carácter expansivo y también por el propio diseño y realmente por cualquier cosa". "Es la propia pasión, la de cada autor", afirma Magda Milano responsable de la parte creativa, junto a Patrizia D'Orazio.
Esta última asegura que han estado un año entero trabajando con los estudiantes para que se centrasen en esta temática del sueño de la pasión "que, obviamente, en el nombre en sí dice poco y que da un amplio espacio a la creatividad porque no es una temática blindada y rígida".
La exposición
Las obras utilizan elementos, materiales, colores y técnicas que conforman obras únicas y diferentes, tanto de profesores como de estudiantes de las dos instituciones. Reconoce D'Orazio que "con tantos estilos distintos podría haber resultado algo muy disperso, pero se ha conseguido crear un hilo conductor entre todas las obras gracias a una instalación en la que se mezclan los artistas de las dos nacionalidades".
La presentación en la sala quizás puede "parecer simple y aleatoria, pero en realidad ha llevado una jornada entera, ya que ha sido como construir una nueva obra a partir de los trabajos expuestos". Explican las responsable que la instalación se ha pensado según un patrón de claroscuros, porque se quería crear un equilibrio de tal manera que se han colocado las obras de trazo más fuerte debajo y arriba las de trazo más delicado, de tal manera que "todos los paneles componen una continuidad única como si fuese un gran cuadro abstracto".
Entre los trabajos se puede ver la pieza de Magda Milano que "cuenta con una cortina para desvelar y ocultar el misterio y anima a que se mire dentro a ver qué hay". Junto al lápiz hay una parte de collage y unas palabras que funcionan como sinónimo del concepto de pasión desde un punto de vista conceptual.
Patrizia d'Orazio también tiene expuesta otra obra conceptual que juega con la feminidad y con el flamenco, aunque sin dar una idea precisa. En su trabajo ha creado una especie de decorado minimal en un espacio construido geométricamente que en parte recuerda al Renacimiento, "a los artistas del pasado que con módulos creaban la sensación del espacio geométrico, aunque aquí el significado es más futurista, más contemporáneo".
Entre los demás dibujos se puede ver un ingenioso mapa de Badrid, mezcla entre Bari y Madrid, muchas referencias al Mediterráneo e incluso algún dibujo de estilo leonardesco, pero con "unos tonos que muestran un trabajo no sólo descriptivo, sino con la manifestación de un sentimiento moderno".
Tras su clausura en la Complutense, la muestra viajará a Bari en el mes de octubre donde "se montará de manera diferente porque el espacio es distinto, así que habrá que crear otra obra nueva, aunque igualmente en equilibrio".
Los artistas
En total se puede ver la obra de unos 50 artistas, seleccionados de entre unos 100 que se presentaron, elección que no fue nada fácil, de acuerdo con Magda Milano. Por parte de la Facultad de Bellas Artes de la UCM exponen los profesores José María Bullón y Francisco Torrego Graña, y los estudiantes Irene Figueroa, Nora Teplan, Lourdes García Díaz, Jorge Torrellas, Kevin Lobato, Lin Calle, Miguel Sainz Ojeda, Adrián Sánchez Encabo, Fran Somoza, Javier Gil, María de La Haza y Marta Labad.
De la Academia de Bellas Artes de Bari, los profesores participantes son Fabio Bonanni, Patrizia D'Orazio, Antonio Cicchelli, Magda Milano, Mauro Mezzina, Ugo Molgani, Giuseppe Negro, Pippo Patruno, Carlo Simone, Iolanda Spagno, Giuseppe Sylos Labini y Tarshito. Los alumnos italianos que exponen son Daniela Addante, Domenico Cancellara, Liliana Capozzo, Lisa Cutrino, Lorenzo Galuppo, Rosanna Carmen Latorrata, Angela Lazazzera, Giuseppe Marinelli, Vincenza Mascolo, Sara Mininni, Paolo Notaristefano, Eva Novielli, Grazia Palumbo, Antonella Pellino, Letizia Riccardi, Sonia Sciandivasci, Pierfederica Verdegiglio y Raffaele Vitto. Además hay obra de los asistentes Giulia Barone, Giusy Longo, Dino Lorusso, Diana Priscilla Sblano y Antonella Spadavecchia.
El concierto inaugural
A Maria Antonella Sardelli, presidenta de Dicunt (Associazione Internazionale di Lingua, Cultura e Ricerca), la Academia de Bellas Artes de Bari le encargó que organizase un evento para promocionar esta exposición. Preparó un recital de flauta y piano en la Biblioteca Musical Victor Espinós del Conde Duque, en Madrid, que se celebró el pasado 6 de septiembre "con mucho éxito de público y con la presencia de autoridades como la vicedecana de Cultura de la Facultad de Bellas Artes, Margarita González, y el diplomático Juan María Alzina".
De acuerdo con Sardelli, con el concierto se ha intentado que hubiera una interpretación del diálogo Italia-España, pero no a través del dibujo, sino de la música. Leonardo Grittani, el intérprete de la flauta, lo ratifica, diciendo que con el concierto lo que se ha querido es "poner en evidencia las pasiones comunes en el campo musical, como por ejemplo la ópera, con representantes como Donizetti que tiene muchas obras que se basan en motivos españoles como La Favorita y Doña Sancha de Castilla, y también todas las voces españoles desde Carreras a la Caballé que han dado mucha importancia a la ópera italiana". Otro tema en común entre los dos países es la danza, el mundo del flamenco de la parte hispánica y por parte italiana, la siciliana, "una danza primitiva, barroca", de acuerdo con Maurizio Zaccaria, el pianista.
Además en el concierto se pudieron escuchar obras de dos jóvenes compositores, una bulería del español Omar Acosta, que estuvo presente en el concierto, "lo que le dio un valor añadido", y dos temas de la italiana Carmen Fizzarotti "que hablan de la relación que existe entre los sonidos y los colores".
Tanto Grittani como Zaccaria están felices con la experiencia, porque el "público español es muy caluroso y muy entendido". Los dos músicos también estarán en la inauguración de la muestra cuando se traslade a Bari a principios de octubre, donde contarán con el coro de la asociación Dicunt, que es un coro especializado únicamente en repertorio español.
