El auditorio del Ayuntamiento de Madrid ha acogido, en la mañana del 20 de junio, una jornada conmemorativa por el Día Mundial de los Refugiados, organizada por el consistorio municipal junto a la Oficina para la Acogida de Personas Refugiadas de la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión (UCMd+I) de la Complutense. En dicha jornada se han entregado los premios del Concurso "Somos Refugio", de Producciones Audiovisuales bajo el lema "Apoyemos la acogida e inclusión de las personas refugiadas desde la perspectiva de la diversidad".
El presentador del acto fue el fotógrafo y director de Periodismo Humano, Javier Bauluz. Explicó el Premio Pulitzer que en agosto del año pasado conoció la situación de los refugiados que huyen de conflictos bélicos, fundamentalmente de la guerra de Siria.
Su primer contacto con ellos le trajo "a la mente los trenes de los nazis que llevaban a la gente a los campos de concentración". Así que decidió irse con ellos, a caminar durante 120 días, de día, de noche, con niños, con sillas de ruedas..., recorriendo ocho países y tomando miles de fotografías. Una pequeña parte de esas imágenes se proyectó en el Ayuntamiento de Madrid, y en ellas quedó claro que hay dos Europas, "la de la xenofobia y la de la empatía, y dependerá de cuál gane, esa será la Europa que tengamos, la de los Derechos Humanos o la de un nuevo fascismo donde las personas no sean lo importante".
Tras ver las imágenes, el rector de la Universidad Complutense, Carlos Andradas, reconoció tener un triple sentimiento, de "vergüenza, frustración y esperanza".
La vergüenza porque ante un drama de proporciones incalculables, "los gobiernos no están dando la respuesta que esperan los ciudadanos".
La frustración porque a pesar de que hay miles de españoles que quieren aportar su granito de arena "no han podido desarrollar las iniciativas", ya que no están llegando refugiados a nuestro país.
Y, por último, la esperanza, porque "todos esos ciudadanos comprometidos nos han concienciado de que otra actuación es posible".
Andradas apostó por acabar con los estereotipos que existen sobre los refugiados para pasar a verlos como lo que realmente son, personas con capacidades, que pueden aportar conocimiento y talento a la sociedad de acogida. Ahí es donde entra la Universidad, "que debe jugar un papel fundamental, ya que sólo la educación arranca los estereotipos y mejora las sociedades".
Aseguró además el rector, que la UCM es una universidad de acogida "y no queremos que haya una generación perdida que no haya podido tener acceso a la educación superior". Por eso, pidió al próximo gobierno que salga de las urnas el 26J, que apueste por una "sociedad más solidaria y libre para todas las personas".
Mercedes García, delegada del Rector para la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión, recordó que el objetivo de esa unidad es conseguir que "la diversidad se vea como un valor de las personas y la inclusión como un valor social".
En su discurso, García pidió a los asistentes al Ayuntamiento que reflexionasen un momento, que pensasen en sí mismo para descubrir que "las diferencias nos acompañan, porque todas las personas somos diferentes, y en la UCM consideramos que la inclusión de esas diferencias debe ser nuestro sello de identidad".
El concurso
La delegada del rector presentó el concurso "Somos refugio", a la mejor producción audiovisual sobre la acogida a las personas refugiadas, en el que han podido participar jóvenes de 18 a 35 años.
Según Mercedes García, "el poder de la comunicación es tan fuerte que condiciona la mirada", así que lo que se ha intentado con este concurso es "cambiar esa mirada haciendo ver que tanto el Ayuntamiento de Madrid, como la UCM, y todas las personas congregadas en el acto de entrega de premios queremos ser, y somos, refugio".
El primer premio del concurso, al vídeo con más visitas en la red, fue para 40 años después, de Alberto García Ballesteros. En el vídeo se mezclan recuerdos de refugiados de diferentes guerras como la actual de Siria y la guerra civil española y de dictaduras como la argentina. Algo que toca muy de cerca a su autor, porque él mismo es hijo de un exiliado argentino.
Castillos de arena, de Pablo Manuel Vázquez Britos, se llevó el segundo premio, a la mejor idea original. El autor considera que los humanos somos buenos por naturaleza, y que el "odio y el rechazo los aprendemos socialmente mucho más tarde".
El tercer premio, a a la mejor idea original en formato Smartphone fue para Lorena Gómez de Lucas y Javier Reinoso Rey, por su trabajo Refugioxnarices. En él se dirigen a todas las personas que están en contra de las injusticias de esta sociedad, y solicitan pañales, toallitas y compresas para las mujeres y niños refugiados.
Ha habido también un accésit, por visibilizar la acción de los vecinos y vecinas en la acogida a las personas refugiadas en Madrid para el equipo formado por Luis Mengo, Lara Cañadas García, Andrés Márquez Jiménez y Marcos Palomino Jiménez, titulado Madrid la hacemos las personas. El director, Luis Mengo, consideró que "más allá de techo y comida, lo que necesitan los refugiados es sentirse integrado, como el resto de madrileños, porque al fin y al cabo ellos también son parte de Madrid".
La empatía
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, reconoció haberse emocionado con los cortometrajes del concurso y añadió que "a veces se nos olvida que la emoción implica una elevada cantidad de empatía, que es lo que hace posible que la humanidad evolucione".
Consideró Carmena que ya va siendo hora de que la humanidad diga basta a tanto llanto y tanto sufrimiento. "Ya está bien de que en el siglo XXI no tengamos arrestos suficientes para cuestionar todas las guerras de este mundo".
Recordó que ya en su día Concepción Arenal dijo que las guerras nunca tienen un sustrato jurídico, nunca son legales, porque las personas que matan en ellas siguen cometiendo asesinatos.
Se mostró satisfecha de la colaboración entre el Ayuntamiento y la UCM, aunque reconoció que este no ha sido más que "el principio de un camino que hay que recorrer". De acuerdo con Carmena, "la universidad tiene que estar siempre relacionada con la ciudad, con una realidad concreta", y Madrid quiere ser el elemento en el que "la formación fructifique".
Por último, deseó que el Día del Refugiado no sea necesario porque "el refugiado sea, simplemente, uno más que está en nuestra ciudad".
La jornada se completó con la conferencia "La comunicación. Una puerta abierta hacia la diversidad", impartida por Tamara Bueno, profesora de la Facultad de Ciencias de la Información, y además "voluntaria y activista por la no violencia".