"Sinceramente, creo que esta exposición es el acontecimiento cultural del año. No sólo por el valor de las figuras, que también, sino porque esta es una exposición que tiene una historia y esto hace pensar, reflexionar, tiene un compromiso, unos valores... Es mucho más que una exposición. Exposiciones con este contenido, con esta carga, no son fáciles de hacer". Juan Luis Arsuaga, catedrático de Paleoantropología de la UCM y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica, presenta con orgullo Arte y Carne. La anatomía a la luz de la Ilustración, exposición de la que es comisario y que desde el 26 de mayo hasta el próximo 31 de diciembre se puede visitar en el c arte c, el Centro de Arte Complutense, ubicado junto al Museo del Traje. (Avenida Juan de Herrera, 2. De martes a sábado: de 11:30 a 18:45 horas; domingos: 11 a 15 horas. Acceso gratuito)
También el rector Carlos Andradas se muestra "en una ocasión más orgulloso de pertenecer a la Universidad Complutense". Y es que esta exposición no sólo muestra "tesoros únicos", como subraya el rector, sino que "es parte de nosotros mismos. Es de Antonio Gimbernat, primer director del Colegio de San Carlos, que murió en Madrid, pobre, ciego, loco. Fue depurado por Fernando VII acusado de afrancesado, por haber continuado desarrollando su trabajo durante la ocupación francesa. Pero la Universidad Complutense no lo ha olvidado. Como tampoco ha olvidado los nombres de Martín Martínez, el novator, el precursor de todos ellos, ni de Mariano Ribes, ni de Juan de Navas, ni de Castelló, ni de Argumosa, ni de Santiago Ramón y Cajal, su ilustre continuador, ni de Javier Puerta, de quien el Museo de Anatomía toma su nombre. La Universidad Complutense de Madrid no olvida a sus héroes, antes bien los honra y esa es su grandeza", señala Juan Luis Arsuaga, en presencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que no quisieron faltar a la inauguración de la exposición.
Arte y carne rinde homenaje, como contó su comisario, a "una generación de idealistas, de visionarios, que soñaron con salvar a la humanidad liberándolas de las cadenas de la ignorancia, proyectando sobre la sociedad la luz de la razón. Formaban parte de un movimiento internacional que se ha llamado la ilustración. Eran científicos humanistas y su talante era optimista, alegre, esperanzado, lleno de luz". En concreto, pertenecían al Real Colegio de Medicina de San Carlos y su proyecto era mostrar a la sociedad la "auténtica" anatomía humana. De ellos, y de los científicos y artistas que embarcaron en su proyecto, nació una gran colección de figuras anatómicas de cera, que durante más de un siglo fueron utilizadas con fines docentes y que han llegado a la actualidad conservadas en el Museo de Anatomía Javier Puerta de la Facultad de Medicina de la UCM. Una muestra de esas figuras –con piezas únicas por su valor artístico, como la recién restaurada obra La Parturienta, de los escultores Juan Cháez y Luigi Franceschi– son las protagonistas de esta exposición, junto a, como recordó Arsuaga, "los libros de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, ¡y qué libros! y los dibujos de la Facultad de Bellas Artes, ¡y qué dibujos!".
En sus palabras inaugurales, Juan Luis Arsuaga quiso nombrar a cuatro personas en representación de los muchos miembros de la comunidad complutense que han participado en esta exposición. "Estos cuatro nombres son: el del profesor Fermín Viejo, director del Museo de Anatomía Javier Puerta, donde se conservan los modelos en cera, que son los principales protagonistas hoy; el de la profesora Alicia Sánchez, que lleva años restaurando esas figuras anatómicas fragilísimas con empeño, sabiduría y mucho amor; el del gran escultor Martín Chirino, que presta un toque de modernidad a la exposición, y el de Milagros Algaba, la museóloga, que es la madre de esta exposición".
En concreto, el comisario de la exposición se refirió al trabajo de la profesora de la Facultad de Bellas Artes Alicia Sánchez, "que ha trabajado muy duro durante años para devolver a las esculturas anatómicas el brillo perdido. Su recuperación tiene también un valor simbólico. La Universidad Complutense quiere expresar a través de ellas, restauradas, que ese sueño del humanismo científico no ha muerto, no ha sido derrotado, no ha fracasado, no ha sido abandonado. Por el contrario, constituye el alma, el nervio y el corazón de esta universidad a través de los tiempos".
El rector Carlos Andradas, por su parte, subrayó que con exposiciones como Arte y Carne, la Universidad Complutense "quiere abrirse a la sociedad". Y es que, de acuerdo con el rector, "uno de los grandes cambios de la universidad desde sus orígenes hasta ahora, es la apertura de la Universidad, del conocimiento, de entender que estamos al servicio de la sociedad y que nuestro patrimonio, nuestro conocimiento, tiene que abrirse a los ciudadanos". Por ello Andradas recordó el gran proyecto que tiene la Universidad de hacer "un gran museo Complutense, que permita mirar a todos los ciudadanos, y también a los estudiantes, toda la riqueza que la UCM ha atesorado, y de la cual hoy lo que vamos a ver es solo una pequeña muestra".
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