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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Lunes, 30 de diciembre de 2024

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Las musas de José Luis Guerín

El 12 de mayo el Departamento de Filología Italiana de la UCM, el decanato de la Facultad de Filología y encuentros complutense han organizado un cine-forúm con la proyección de La academia de las musas. El acto contó con la presencia de su director, José Luis Guerín, y del actor principal, el profesor de Filología Italiana de la Universidad de Barcelona, Raffaele Pinto.

 

La academia de las musas cuenta la historia de un profesor de Filología que intenta convertir a un grupo de alumnas en musas, apartándolas de su propia personalidad, de su propio cuerpo e incluso de su rol como mujeres. O se es musa o no se es nada.

 

José Luis Guerín reconoce que una película así jamás se le hubiera ocurrido a él, y que a cualquiera que se la hubiera presentado le habría dicho que era un disparate. De hecho eso es lo que ocurrió cuando Raffaele Pinto le fue con la idea de esta historia.

 

Guerín conoció a Pinto a raíz de la edición que ha hecho este último de La vida nueva", de Dante. Según el director, las notas de esa edición fueron el detonante de su documental de 2007 Unas fotos en la ciudad de Sylvia, y también eso fue ese libro el que dio comienzo a la amistad entre Pinto y Guerín.

 

El filólogo explicó que en un viaje que hizo con su mujer, una alumna y el  marido de esta a Cerdeña se les ocurrió la idea de unas chicas en paro que se encuentran en la oficina del INEM y que para sacar algo de dinero idean una escuela de musas. Cuando se lo contó al director a este le pareció, como ya se ha dicho, un disparate, pero propuso que contase la propuesta en una de sus clases y que él lo grabaría.

 

Ese fue el detonante del resto de la película que se rodó durante dos años y medio, en las que se combinan clases del propio Pinto, en un estilo puramente documental, con la parte de ficción en la que se cuenta una historia a partir de diálogos improvisados. Reconoce Guerín que no escribió ni una sola línea de todas las que se dicen en el filme, que son muchas, sino que más bien iba "hostigando" a los actores en una dirección u otra, aunque ellos eran libres de expresar lo que quisieran. De hecho, en principio el rodaje "sólo un experimento, pero sin idea de hacer una película", era más bien "confrontar el proceso del cine con el de la literatura".

 

En la película ni siquiera hay actores profesionales, con excepción de una actriz, así que el reparto lo componen el propio filólogo y alumnos y ex alumnos suyos, que suelen estar invitados a sus clases en la universidad.

 

Sin subvenciones

La película se rodó sin ninguna subvención, y Guerín lo hizo así "por una decisión moral de no tener que rendir cuentas a nadie". Tampoco contó apenas con equipo técnico ya que se rodó con una única cámara y sin iluminación artificial. El director confesó que le da mucho miedo que su mundo creativo sea "limitado y repetitivo", y por eso intenta "pactar con el azar, con lo que no se puede controlar".

 

En cuanto a su motivación para hacer esta película, Guerín explicó que era simplemente "el deseo de descubrir a los personajes", situándose a su misma altura, no en un plano superior. "Yo no soy un moralista y no me gusta juzgar a los personajes, porque si das el juicio hecho eso es simplemente televisión", asevera el realizador.

 

La película trata sobre la literatura y sobre cómo esta puede modificar los comportamientos de las personas e incluso llevar a la creación de una peculiar escuela de musas, pero a pesar de eso sólo en una escena vemos a alguien leer. Guerín tiene claro que es así porque "la lectura en silencio se presenta en elipsis, ya que el acto de leer es impenetrable porque la acción se desarrolla en el interior de cada uno". En relación con esto, el profesor Raffaele Pinto considera que "la idea era que la literatura hablase a través de los personajes para demostrar que la poesía es algo vivo; la literatura leída es muerte, mientras que la vivida es lo importante".

 

Dante

El filme está lleno de citas de Dante, pero para Guerín eso no es lo importante, porque como cineasta le hubiera dado lo mismo "que el profesor citara a Corin Tellado, cinematográficamente sería igual, siempre que el protagonista sintiera la misma pasión". De hecho, el realizador reconoce que le aburren películas grandilocuentes como las de Peter Greenaway, porque "la legitimación cultural no tiene que ir siempre unida a los grandes nombres".

 

Según Guerín, en el cine "es mucho más importante cómo se dice que el qué se dice". Por eso ha optado por incluir fotogramas en silencio, "que cambian mucho el sentido y aportan emoción cinematográfica", e incluso espacios en negro que sustituyen a aquellos planos que no salieron perfectos, o que estaban incluso borrosos o desenfocados.

 

En el filme hay varias escenas rodadas detrás de vidrios, lo que "no fue un accidente". En principio iban a marcar la diferencia entre lo público y lo privado, así como la intención del director de no entrometerse en ese último espacio. Después, en la mesa de montaje descubrió Guerín que los reflejos de los cristales "evocaban un imaginario del espacio" y decidió utilizarlo como recurso cinematográfico.

 

Con respecto a esa manera de rodar, el profesor de la Complutense, Juan Varela-Portas, uno de los organizadores del acto, señaló la diferencia que hay en la película entre el lenguaje muy literario, "muy escolástico, y el cinematográfico, que es muy abocetado, poco retórico".

 

Guerín concluyó su intervención en el cine-fórum asegurando que en la película "no hay ninguna musa". O al menos no la hay entre las protagonistas, porque sí se muestra una referencia visual a las que aparecen en El Parnaso, el famoso fresco de Rafael. Con esas imágenes, lo que quiere el director es que el espectador tome conciencia de "lo reales que son todas las mujeres que pasan por el filme", más allá del deseo del protagonista.

 

El largo debate terminó con el profesor Pinto recitando algunos versos de Dante, en concreto los mismos que se pueden escuchar en la película como colofón de esta experiencia cinéfila y literaria. 

 

El profesor Juan Varela-Portas, el director José Luis Guerín y el filólogo Raffaele PintoTras la proyección de La Academia de las Musas hubo un largo coloquio en el que tanto el director como su protagonista desvelaron multitud de detalles sobre el proceso creativo del filmeJosé Luis Guerín, Juan Varela-Portas, Raffaele Pinto y José Manuel García VázquezLa idea original de La Academia de las Musas le pareció un disparate al propio director, pero según empezó a rodarla descubrió todo su potencial narrativo
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