Sofía y Carlos estudian cuarto de Física. Los dos han decidido dedicar cuatro horas de tres mañanas, las del lunes 25 al miércoles 27 de abril, en aprender algo más sobre "Voluntariado, exclusión y cooperación al desarrollo", título del curso que por cuarto año imparten de manera conjunta las ONG  Ongawa y Solidarios para el Desarrollo, vinculadas a la Universidad Politécnica de Madrid y a la Universidad Complutense, respectivamente. "El curso -explica Marcos Bocker, uno de los responsables de formación y voluntariado de Solidarios- es fruto del convenio que mantenemos ambas ONG para desarrollar actividades de formación y sensibilización. La idea es relacionar aspectos académicos con el trabajo que hacemos tanto Ongawa como nosotros, tanto en voluntariado como en cooperación, para que los estudiantes se queden después de estos tres días con cuatro o cinco referencias que les permitan pensar la realidad de otra manera. Que les permitan tener una visión analítica, crítica, respecto al contexto en el que nos movemos ", explica Marcos.

Tanto Sofía como Carlos reconocen que este es uno de sus primeros acercamientos al mundo de la cooperación y el voluntariado. Sofía lo hace atraída por la cooperación internacional, mientras que Carlos preferiría prestar su ayuda en actividades más cercanas. Ambas opciones son válidas y precisamente Ongawa y Solidarios están centradas en cada una de esas posibilidades. Mientras que la ONG nacida a comienzos de los años 90 en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM siempre ha centrado sus actividades en el voluntariado local, la ONG de la Politécnica desarrolla proyectos de cooperación, ligados sobre todo a la ingeniería, en países de América Latina y África.

Para Marcos Bocker lo importante es que tanto Sofía como Carlos y los otros cerca de cincuenta estudiantes que se han apuntado al curso, se lleven unas cuantas ideas claras. El responsable de Solidarios -en concreto, Marcos coordina los programas de Salud Mental, Discapacidad y el denominado Convive, por el que estudiantes universitarios viven durante el curso con personas mayores en situación de soledad- cree que hay cuatro ideas fundamentales que deben quedar claras tras los tres días de curso. "La primera -explica- es tener claro lo que es la exclusión, que es básicamente un proceso social en el que nosotros, todos, estamos de alguna manera comprometidos. La segunda es pensar en el voluntariado no tanto como de una labor de asistencia o ayuda, sino como una forma de comprometerse como ciudadanos, de crear relaciones horizontales con otras personas. La tercera es asimilar que las personas con las que estamos no son objeto de tratamiento. No las debemos ver como objeto de ayuda, sino como personas que tienen sus capacidades y sus limitaciones, como tenemos todos. Y la cuarta idea que queremos que se lleven es  lo importante que debe ser la relación social para todos y, más aún, para las personas que están en una situación de mayor vulnerabilidad. Para ellos es clave tener un contexto social, unos amigos, unas personas cercanas, además, por supuesto, de recibir una intervención profesional". 

Además de incidir en estas ideas, el curso anima a sus estudiantes a participar en actividades tanto de cooperación como de voluntariado. "Nosotros -señala Marcos Bocker- ahora tenemos un buen volumen de voluntarios, pero siempre hay sitio. Tenemos programas donde no hay un límite, sino que cuantos más seamos, más impacto tendremos, como por ejemplo los  de salud mental o personas sin hogar. Todos los interesados en participar, aquí en Solidarios lo pueden hacer", concluye Marcos.

"Estoy satisfecha con el curso –comenta Sofía, la estudiante de Físicas, momentos antes de comenzar las sesiones del segundo día– porque nos están haciendo ver cosas en las que no pensamos normalmente. Por ejemplo, me han hecho ver que cualquiera podemos ser una persona sin hogar, que no son tan distintos de nosotros". "Yo quizá –valora Carlos, el otro estudiante de Físicas– esperaba el curso un poco más práctico, pero está bastante bien. Creo que voy a tomármelo en serio y encontrar un hueco todas las semanas para implicarme en alguna acción de voluntariado".