El musicólogo y presidente de la Academia Americana de Arte y Ciencias de Estados Unidos, Don Michael Randel, ha sido el encargado de impartir la lección inaugural de la XIV edición del Máster de Gestión Cultural Música, Teatro y Danza, organizado por el ICCMU (Instituto Complutense de Ciencias Musicales).
Randel ha aprovechado la tribuna que le ha ofrecido el salón de actos de la Facultad de Geografía e Historia para hacer una defensa a ultranza de la cultura y la educación. Aseguró el conferenciante que pese a los recortes generalizados en todo el mundo "el dinero en sí no es el problema, lo que falta es voluntad para enfrentarse a los intereses económicos y políticos que nos quieren empobrecer la vida, en el sentido más amplio de la palabra".
Considera el musicólogo que "negar al individuo su capacidad de expresión creativa es negar un derecho humano fundamental, es un crimen contra la humanidad". Por eso, Randel defiende una cultura abierta y moderna en la que puedan participar todos los ciudadanos, y no la del pasado que "fue construida y producida por una minoría de la sociedad, la más rica".
Dirigiéndose a los alumnos del Master de Gestión Cultural, Randel les explicó que "si las organizaciones culturales se encuentran ante un público sin la formación necesaria, los gestores no tienen la culpa, pero sí pueden contribuir a la formación de niños y jóvenes". Para conseguir ese objetivo, es necesario que las organizaciones culturales colaboren con las instituciones de educación primaria y secundaria y que "se conviertan en parte de sus comunidades y que no sean meros ornamentos".
Randel criticó duramente el sistema de financiación de las universidades de Estados Unidos porque lo único que consiguen es que crezca la brecha entre las diferentes clases sociales. Las universidades no reciben prácticamente dinero público y tienen que "buscar alumnos muy ricos, a los que cobran matrículas más altas, para poder aceptar a algunos muy pobres".
Informó el conferenciante de que en Estados Unidos la media de ingresos familiares es de 50.000 dólares y que muchas universidades cobran 46.000 dólares al año por curso, a lo que hay que sumar los gastos de alojamiento y manutención.
Según estos datos la brecha que existe entre ricos y pobres seguirá haciéndose más amplia y al final el sistema será insostenible, tanto para la educación como para la cultura y la investigación. La pérdida de fondos estatales ha hecho que hayan cerrado laboratorios de prestigio de Estados Unidos, incluso algunos de los que han salido trabajos galardonados con el Premio Nobel.
De acuerdo con Randel, otras instituciones americanas como las orquestas y la ópera están perdiendo también asistentes de manera gradual debido a que cada vez tienen menos financiación y las entradas son más caras.
Tiene claro además el investigador estadounidense que "las universidades también tienen que funcionar como organizaciones culturales y no sólo como centros enfocados a la formación para que los estudiantes encuentren un empleo".
María Nagore, vicerrectora de Extensión Universitaria, Cultura y Deporte, se mostró totalmente de acuerdo con esa definición de la tarea universitaria. Reconoció además que el tema de la financiación de las universidades afecta mucho a su vicerrectorado "por la poca disponibilidad presupuestaria que existe para hacer y fomentar la cultura sin contar apenas con recursos económicos ni personales".