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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Domingo, 22 de diciembre de 2024

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Formación para el emprendimiento

Cada vez es mayor el peso que está dando la Complutense al emprendimiento tanto en sus planes de estudios como en sus propias iniciativas institucionales, tales como la Oficina Compluemprende, que desde hace más de un lustro asesora iniciativas emprendedoras y las potencia a través de los premios que concede. Además, como decimos, dos máster exploran esta posibilidad laboral. Uno, el MBA que se imparte en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, lo analiza como una importante opción entre otras. En el otro, el Master in Entrepreneurship, que organiza la Facultad de Comercio y Turismo, se estudia en exclusiva.
"¿Quién no ha tenido nunca una idea innovadora de negocio?", pregunta Javier Sanz, el director del Master in Entrepreneurship. "¿Y quién se ha atrevido a intentar llevar su idea adelante? El problema suele ser -señala Sanz- el miedo, la falta de un equipo y la escasez de financiación. Lo primero es normal porque cuando somos pequeños, cuando tenemos entre 3 y 6 años, recibimos de media unos 35 noes al día. Lo segundo se consigue poniéndose en contacto con otras personas también emprendedoras. Y lo tercero, a veces no es tan necesario".
El Máster de Emprendedores de la UCM y la Asociación IDEA -surgida del propio Máster y que ya la componen más de treinta personas- han desarrollado una nueva manera de emprender, que denominan el Proceso IDEA. Según explica Sanz, mientras un modelo tradicional de emprendemiento sigue una estructura lineal de "Concepto-Plan de Negocio-Desarrollo-Lanzamiento", que además de elevadas inversiones implica un gran lapso de tiempo entre el momento en el que surge la idea y en el que se lanza el producto o servicio, el Proceso Idea apuesta por un modelo que se retroalimenta siguiendo el esquema "Idea-Diseño de PMVs (productos mínimos viables)-Encontrar( clientes o inversores a los que se muestra los PMVs)-Aprendizaje (saber lo que gusta y lo que no para incorporarlo o quitarlo del producto final). "Se trata -afirma Sanz- de que la gente pueda intentar sin muchos riesgos dedicarse a lo que siempre ha querido hacer. Para ello debe especializarse, adquirir ciertas pautas y desarrollar una serie de habilidades, y a cambio puede encontrar una forma de vida aplicando sus conocimientos y habilidades. No es fácil -continúa Sanz-, pero en la situación actual del mercado de trabajo es una de las opciones más viables y, posiblemente, más divertidas".
Desde hace cuatro años, Sanz organiza durante unos días del mes de marzo la Semana Emprendedora Complutense, Conecta y Emprende, para que "la gente saboree y pruebe lo que sentiría si pudiera llevar a la práctica aquello que más le gusta hacer. Así, tras probarlo, tras saber cómo pueden hacerlo, cada uno decidirá si quiere hacerlo o no", considera Sanz.
Conecta y Emprende este año ha incluido la celebración de talleres de habilidades emprendedoras, que se impartieron simultaneamente el lunes 16 de marzo por la mañana en cinco facultades de la UCM: Comercio y Turismo, Económicas y Empresariales, Ciencias de la Información, Farmacia y Derecho. Quienes se animaron a seguir con su formación se desplazaron desde el mismo lunes por la tarde a Comercio y Turismo. Allí trabajaron en talleres los diferentes pasos del emprendimiento, conocieron experiencias de éxito (ver informaciones de apoyo) y hasta participaron en un concurso de ideas.
Solo unos días antes de la celebración de la IV Semana Emprendedora Complutense, el 11 de marzo, la propia Facultad de Comercio y Turismo acogió el acto de entrega del IV Premio Emprendedor UCM, organizado por la oficina Compluemprende. Si Conecta y Emprende trata de despertar el instinto emprendedor y encauzar sus primeros pasos, Compluemprende trata de dar mayor empaque a los proyectos más prometedores, unos aún en fase de mera idea, otros ya convertidos en proyectos empresariales.
Entre los premiados este año en esa fase de idea, destaca el denominado "Deporte Adaptado", que lidera Francisco Javier Martínez. Francisco Javier escribe desde hace 5 años un periódico digital dedicado a deportes adaptados. Él es uno de los mejores jugadores españoles de boccia, pero al tratarse de un deporte que solo practican personas con discapacidad sus logros o los de quienes compiten con él nunca llegan al público a través de los medios de comunicación tradicionales. Francisco decidió crear él mismo el medio de comunicación en el que se hablase de esos deportes y de quienes los practican. En cinco años Deporte Adaptado (dxtadaptado.com) se ha convertido en una página de referencia para quienes practican las decenas de deportes que se practican con normas y condiciones adaptadas a las necesidades de las personas con discapacidad. Precisamente este éxito es el que ha animado a Francisco Javier a dar un paso más y buscar en su iniciativa un nuevo foco de negocio. Se trataría -y esta es la idea que se ha premiado en estos IV Premios Emprendedor UCM- de vender a sus lectores las equipaciones y equipos necesarios para practicar esos deportes.
Junto a la idea de Francisco Javier, también se ha premiado las denominadas Ibeach, de Jaime Alcocer; Project E, de Gustavo Álvarez Junceda y Jaime Rodríguez Carmona; Wefree, de Aldo Castelli Carreras, Alberto Menéndez Rodríguez, Mario Delgado Mayoral y Jaime Guillermo Ferrer Marfil, y DCIDE, de Jesús Morata Verge y Enrique Colmenero.
Esta última iniciativa, DCIDE, también ha sido premiada como uno de los mejores proyectos empresariales que se están poniendo en marcha en la UCM. En su caso, así lo ha considerado la oficina Madrid Emprende, del Ayuntamiento de Madrid. Según explica uno de los artífices de este proyecto, Jesús Morata, "DCIDE es una plataforma cuyo pilar fundamental es una aplicación móvil que monitoriza el consumo que haces de tu teléfono: llamadas, lo que navegas por internet, los mensajes que puedes mandar... Y en función de eso, aparte de ayudarte a controlar el gasto que tienes con tu tarifa de móvil, lo que realiza es una comparativa en función de tu patrón de consumo con todas las tarifas que hay en el mercado, totalmente actualizadas y ordenadas de mayor a menor ahorro. Además -continúa Jesús- puedes filtrarlas según tus preferencias, por ejemplo, según la calidad de la cobertura en el lugar donde vives o trabajas". La aplicación ya está disponible para Android y, además de para el usuario en España, también está disponible para los de cinco países latinoamericanos. Los cinco socios de DCIDE, dos de ellos recién titulados por la UCM, el propio Jesús, que estudió ADE, y Enrique Colmenero, que hizo Derecho, ya se han constituido en empresa.
Quienes también ya están constituidos en empresa son los cinco fundadores de Creando Redes. "Somos -explica Sandra Magro, una de ellos-, una consultoría especilizada en restauración ecológica. Lo que queremos es transferir los beneficios que puede tener la restauración ecológica sobre todo a las empresas. Surgimos -continúa Sandra- como un foro de convergencia e interacción entre los distintos agentes sociales, aunque por ahora estamos más centrados en la consultoría y la formación". Sandra y Alberto Fernández han cursado el Máster en Restauración de Ecosistemas de la UCM, mientras que Adrián Mohmed y Ana Méndez son graduados en Biología también por la Complutense. En el proyecto, premiado por la iniciativa Empréndelo, de la Comunidad de Madrid, también está implicado Jorge Astorquia.
Un tercer ejemplo de los proyectos elegidos en esta cuarta edición de los Premios Emprendedor UCM es el denominado Smartme Analytics. Su peculiaridad es que no está liderado por estudiantes de la UCM, sino por profesores, en concreto María Dolores Chicón Samblas, María Francisca Blasco López y Víctor Molero Ayala, los tres de la Facultad de Comercio y Turismo. Su proyecto empresarial viene a cubrir el vacío que han detectado en los sistemas de medición que permitan valorar el crecimiento, el uso y el desarrollo de los dispositivos móviles, que puede ser utilizados por las empresas para determinar distintos perfiles de sus usuarios. En estos momentos el proyecto se encuentra en la fase comercial y, según indican sus creadores, la solución ha despertado gran interés, ya que no existen en el mercado otra de sus características.
Y es que, como destaca Javier Sanz, el director del Master in Entrepreneurship, además de ser innovador, o ser capaz de asumir riesgos, si algo debe caracterizar al emprendedor es su capacidad para detectar las necesidades de los demás, las oportunidades de negocio. Javier se lo intenta transmitir a las más de 200 personas que se animaron a participar en la fase de cocreación de empresas en el Conecta y Emprende de este año. Desde la posibilidad de poner taquillas en las playas en las que guardar con seguridad los objetos valor mientras se disfruta de un plácido baño, hasta la creación de un servicio de mentores profesionales que guíen a los universitarios en sus principales decisiones... La oportunidad de negocio nunca se sabe dónde realmente se va a encontrar. "Hace más de 500 años -contó el vicerrector de Política Económica de la UCM, Miguel Ángel Sastre, en la inauguración de la IV Semana Emprendendora Complutense, Conecta y Emprende- hubo una persona que supo captar las oportunidades, que fue un innovador, que supo asumir riesgos y que tuvo la capacidad y actitud para aprovechar el momento. Esa persona se llamaba Gonzalo, aunque luego cambió su nombre por el de Francisco y finalmente es recordada como el Cardenal Cisneros. Entre sus iniciativas emprendedoras hay que destacar la fundación de la Universidad Complutense", concluyó el vicerrector.
Quienes también creen haber encontrado "el filón" son los creadores de Nutrición y Cocina, los titulados en el grado de Nutrición y Dietética de la UCM Axel Ceinos, Víctor Paredes y José Ignacio Gil, ganadores del tercero de los premios a proyectos empresariales concedidos en el IV Premio Emprendedor UCM. Axel, Víctor y José Ignacio han detectado una doble carencia. "Hemos visto -explica Axel- que en bastantes sitios que se habla de nutrición hay un total desconocimiento de la parte culinaria, es decir de cómo cocinar platos apetecibles, y a la vez vemos que el cocinero, que la gente dedicada a la gastronomía, sabe bastante poco de nutrición. Nuestra intención es ofrecer formación a ambos, a nutricionistas y a cocineros. También para completar queremos ofrecer cursos presenciales u on line sobre otros temas, como nutrición para veganos, asesoramiento nutricional y deportivo...", concluye Axel.
Algunos de estos proyectos saldrán adelante, otros quizá no, pero como señaló la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la entrega de los Premios Emprendedor, lo importante "es que no os importe el fracaso".

Libros y un enchufe para un gato que quiere seguir siendo gato
La historia de Amuda Goueli es de las que merecen un guión cinematográfico: chico nacido en entorno de miseria consigue salir de allí y convertirse en uno de los empresarios de mayor éxito del momento. Quién sabe si pronto podremos ver la película, aunque eso sí, quienes asistieron a la jornada inaugural de Conecta y Emprende tuvieron la ocasión de escucharla de los labios de su protagonista, lo que puede ser mucho mejor que la versión cinematográfica.
Amuda Goueli es fundador y CEO (consejero delegado con poderes ejecutivos, podría traducirse) de Destinia.com, uno de los portales de reservas de hoteles y viajes más importantes del mundo en la actualidad. Como él mismo señaló al inicio de su intervención, "lo mejor que yo puedo contarles es cómo he llegado yo hasta aquí. Ustedes me escuchan, esta noche si recuerdan algo lo piensan, y a partir de mañana..."
Amuda nació en Nubias, una pequeñísima localidad al sur de Egipto, prácticamente en la frontera con Sudán. "Allí no había nada, ni luz, ni agua corriente, solo unas ruinas egipcias de faraones". Siendo muy niño, Amuda, guiado por la curiosidad ("lo más importante que tiene la raza humana") se embarcó en un pequeño velero para ver qué había más allá de su ciudad. Llegó, después de subirse a un tren, a El Cairo, "la jungla, un lugar en el que todo el mundo engaña a todo el mundo".
Tenía apenas 9 años. Comenzó a ir al colegio, pero como tantos niños también tenía que trabajar. Primero fue limpiazapatos, después comenzó a llevar los pedidos de una tienda de flores. Surgió entonces su primer negocio. En las películas americanas había visto que en las bodas las iglesias estaban decoradas con flores. Se lo propuso al cura de una iglesia cercana. "El negocio funcionó, aunque el cura y el dueño de la floristería se pusieron de acuerdo y a mí me echaron del negocio".
Su siguiente trabajo fue en una pequeña tienda en el mercado de El Cairo. "Allí aprendí a fijarme en la gente. Mi jefe me decía que para poner el precio de venta a las cosas lo primero que tenía que saber es a quién se lo iba a vender". Su siguiente parada fue una librería de segunda mano. "La verdad es que no vendíamos nada, pero a mí me cambió la vida. Me enamoré de la lectura y aquello me atrapó. Una de las cosas que quería leer era El Quijote y como no estaba traducido al egipcio decidí aprender español".
Amuda se matriculó en una escuela de español. Él era el único que quería aprenderlo solo por gusto. Quizá por ello su profesor le escogió para disfrutar de una beca en España durante un verano. Conoció entonces a su socio, se vino a vivir a España y empezó su idilio con Internet.
Según cuenta Goueli, él se dio cuenta enseguida de que el futuro iba a estar en Internet, y sin saber hacerlo se puso a programar. Lo primero que hizo fue una guía de música clásica (aún conserva el dominio, classicweb.com) y después en 1999 crearon una guía de hoteles, que tuvo un éxito brutal. "Dejamos nuestros trabajos, pero llegó entonces el crack de Internet y nos quedamos sin nada, ni el nombre siquiera porque no lo habíamos registrado".
En 2001 fudan destinia.com y apuestan por las reservas on line, aunque en realidad era él quien reservaba vía fax las solicitudes que le hacían en la web. Para crecer comenzó a hacer lo que le habian hecho a él. Compraba dominios de nombres que le sonaban bien y luego los vendia mucho más caros. "Aquello nos permitió conseguir dinero para ir creciendo, pero queríamos más, queríamos ir a jugar a la liga de los grandes".
A falta de dinero, Amuda Goueli tiró de ingenio. Consiguió hablar con Rusia y ofrecerse a publicitar sus viajes espaciales para civiles. "Salimos en la tele, aunque no he vendido ni un solo viaje al espacio. Lo siguiente fue hablar con Corea del Norte y publicitar viajes allí sin móvil ni cámara de fotos. Creo que ha ido una pareja, pero nosotros volvimos a salir en la tele. Lo siguiente fue lo de pagar con bit coins, el dinero en Internet. Ahora estamos desarrollando el pago con google glass... Gracias a todo esto nuestra web funciona en 30 idiomas, el 65 % lo facturamos en el extranjero y nuestro volumen de negocio es brutal. Yo me miraba al espejo y me quería, me decía: "soy el tío más cojonudo que existe". Pero un día ví una foto en la que hay una niña en una tubería resguardada... Salí de mi casa, fui a la oficina y la fregue entera. Desde entonces esa foto está enmarcada en mi despacho para que nunca más olvide de dónde vengo. Soy un gato y quiero seguir siendo siempre un gato".

Un proyecto que solo veían ellos, vendido por 80 millones
Íñigo Juantegui y José del Barrio trabajaban en 2010 en el departamento de Estrategias de una empresa consultora. Cuenta Íñigo -invitado a esta edición de Conecta y Emprende- que un día a eso de las 4 de la mañana José le dijo que lo tenía. Lo dejaron todo, viajaron a Londres a casa de un amigo, vieron cómo funcionaba allí algo parecido a lo que ellos querían hacer aquí, y se lanzaron a por ello.
Les costó, eso sí, porque solo amigos y familiares se atrevieron a darles el dinero que necesitaban para ponerlo en marcha. Algunos, como recuerda Íñigo, prácticamente les tildaron de locos. No desistieron. Su idea era crear un agregador de restaurantes de comida a domicilio. El cliente busca los restaurantes que sirven a domicilio en sus proximidades, lo ve incluso por el tipo de comida que desea degustar, hace la reserva desde la propia aplicación, paga on line y a los 40 minutos tiene su pedido en su domiclio.
"Nosotros confiamos en que aquello iba a salir bien, Cuando volvimos de Londres hicimos un plan de negocio en el que cifrábamos la inversión inicial en 80 o 90.000 euros. Al final cuando en septiembre de 2011 realizamos el primer pedido, la inversión se había multiplicado por 30, hasta los 360.000 euros. Todo parecía una locura, pero en pocos meses empezamos a crecer y a crecer", relata Íñigo a los cerca de dos centenares de estudiantes que le escuchan en el salón de actos de la Facultad de Comercio y Turismo.
Muchos le miran un tanto boquiabiertos, otros incluso no terminan de entender cómo es posible lo que ha dicho Javier Sanz al presentar a Íñigo: hace menos de dos meses Íñigo y su socio José han vendido a Food Panda, una empresa ligada a la poderosa compañía alemana Rocket Internet, la titularidad de La Nevera Roja. La operación se ha cerrado en algo más de 80 millones de euros. "¿Pero no termino de entender qué es lo que hacía vuestra empresa?", pregunta uno de los asistentes más veteranos a la exposición de Íñigo. "Lo mejor es que se instale la aplicación", termina por contestarle el invitado, quien aprovecha el momento para confesar que semanas después de cerrar la venta de la empresa recibieron la llamada de uno de los que les negaron el capital para la inversión inicial. Se trataba del responsable de una empresa de inversión. "Yo tengo con él muy buen rollo, aunque lo primero que hice cuando vendimos fue mandarle un mail con la cifra".

 

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