De pie, con una sonrisa emocionada, Elena Poniatowska aplaude al público que ha abarrotado el Paraninfo de la Facultad de Filosofía. "Gracias por el mar de amor hermoso y grande que son ustedes", acierta a decir la escritora mexicana. Es el punto y final a cuatro días de emociones, debates, discusiones y palabras, sobre todo, palabras, que se han sucedido a lo largo de las 180 actividades reunidas bajo el logo de la IV Semana Complutense de las Letras, celebrada del 22 al 25 de abril.
La presencia de Elena Poniatowska apenas dos días después de recibir en otro Paraninfo, el de la Universidad de Alcalá, el Premio Cervantes, habla por si sola del lugar que en apenas 4 años ha tomado esta iniciativa ideada por el profesor José Manuel Lucía Megías, que hoy ya es "una de las actividades culturales participativas más importantes de la universidad española", como la define él mismo.
Si algo caracteriza a la Premio Cervantes 2013, según señala Rocío Oviedo, la profesora que ejerce de entrevistadora en la sesión celebrada el pasado 25 de abril, "es la generosidad y amor con el que nos trata a todos". Por supuesto, también sus cualidades literarias: su innovadora forma de escribir basada en la oralidad y la curiosidad por el ser humano, y un exhaustivo trabajo documental previo. Poniatowska antes de escritora, y también durante y quizá despues, fue periodista. Por ello, según sigue defendiendo, es la observación, el estar atento a todo lo que sucede, la alerta constante, lo que alimenta al escritor. Eso y la lectura. "Los clásicos, los rusos y el Quijote. Todos deberíamos leerlos antes de sentarnos a escribir", afirma.
A sus 80 años, Poniatowska sigue queriendo aprender y también sigue queriendo enseñar. Cuando habla piensa que los que la escuchan son como ella, gente que quiere aprender y por ello, "a mí también me gustaría poderles preguntar". Eso es lo que hizo con la persona que más ha influido su obra literaria e incluso su manera de pensar y hasta de comprender la vida y el mundo que la rodea. Habla de Josefina Borquez, la mujer que inspiró a Jesusa Palancares, la protagonista de Hasta no verte Jesús mío y también de los otros y, sobre todo, otras protagonistas de sus biografías noveladas, un género que, como señala la profesora Rocío Oviedo, "ha desarrollado como nadie y que es otra muestra de su humanidad". Su próxima obra estará dedicada a la vida de Lupe Marín, la que fue segunda esposa del pintor Diego Rivera, "una mujer muy bella que se movía como una pintura" y a través de la que se puede reconstruir toda una época de la historia de México, "de un México maravilloso, que se estancó hasta quedarse en uno, el de ahora, muy inferior a su pasado".
En la obra y también en la vida de Elena Poniatowska siempre ha habido lugar para el compromiso. Descendiente de la familia real polaca, vive en México desde los 10 años, donde durante años, aún hoy por algunos, fue conocida como la "princesa roja". Por ello, aún se asombra año tras año y país tras país de "que los ciudadanos votemos tan mal. En Estados Unidos fue presidente un cowboy de películas de quinta categoría y en México tuvimos a Vicente Fox, cuyo único mérito eran sus botas. En América sólo se ha salvado Lázaro Cárdenas. Con el resto hemos fallado, a pesar de tener grandes mentes e intelectuales e, incluso, políticos de gran valía".
Poniatowska no rehuye ningún tema, aunque a veces los trate a su manera. Si se le pregunta quién es el personaje masculino que más ha admirado de sus novelas, contesta que Jesusa Palancares; si se le cuestiona por una voz femenina, la respuesta es idéntica. "Nadie debe dejar pasar la oportunidad de alzar la voz", añade.
Honoris causa
Posiblemente a partir de enero del próximo año, Elena Poniatowska tendrá otro púlpito desde el que alzar la voz, una vez que José Carrillo, el rector de la UCM, la propusiera, y ella aceptara, ser investida doctora honoris causa por esta Universidad. Si nada lo impide el próximo 28 de enero, Poniatowska estará en otro Paraninfo, el de San Bernardo, para de nuevo ser aplaudida y seguro que ella volver a aplaudir.
Aunque el encuentro con Elena Poniatowska fue el acto central de esta IV Semana Complutense de las Letras, ésta como afirma su director, el profesor Lucía Megías, fue mucho más. "En total, han sido 180 actividades, desarrolladas en 48 sedes, dirigidas por 156 coordinadores, y en las que han participado 162 entidades. Son cifras que demuestran el éxito y la fuerza de nuestra propuesta, de esta gran fiesta complutense de las letras", afirma Lucía Megías.
En efecto, la IV Semana Complutense de las Letras ha incluido una enorme variedad de actividades, temas y perspectivas. Así, se ha homenajeado a grandes de las letras como Julio Cortázar, el filólogo románico Martín de Riquer o a Agustín García Calvo y también a otros más desconocidos por el gran público como el profesor de la UCM José Paulino, fallecido el pasado año. También se ha hablado de "Pequeñas historias de grandes libros", de la relación entre la fotografía y la poesía o, por ejemplo, de la identidad literaria catalana. Se han presentado nuevos libros escritos por literatos complutenses, así como iniciativas editoriales tanto en papel como apoyadas en las muchas posibilidades que concede Internet.
Participación
Pero ante todo, como siempre destaca el profesor Lucía Megías, la Semana Complutense de las Letras ha sido una fiesta de la participación. Así lo demuestran actividades que han buscado implicar al público, tanto el que sin saberlo se encontraba en cafeterías o incluso en el Metro (por segundo año, en colaboración con Metro de Madrid se ha celebrado "Crono-teatro", con representaciones de microrrelatos en vagones y andenes), como el que ha acudido al cerca de medio centenar de edificios, salas, librerías o bares, en los que se han celebrado las actividades. También quien ha querido ha podido concursar escribiendo relatos, en los siete concursos que se han organizado con temáticas tan diferentes como la fantasía, el terror y la ciencia ficción, el mundo de los animales o la solidaridad, por citar algunos ejemplos.
También ha habido teatro, conciertos, exposiciones, paseos literarios, lecturas en decenas de lenguas, talleres... "En las 180 actividades propuestas y programadas siempre alguien habrá encontrado un tema, un autor, una lengua, una expresión artística y cultural que le haya interesado. Esa ha sido nuestra ilusión. Esa ha sido nuestra esperanza", concluyó el profesor José Manuel Lucía Megías en sus palabras de cierre de la Semana. "Hasta el año que viene. Os esperamos en la V Semana Complutense de las Letras", añadió.