Fábricas artesanales destinadas a la fabricación de papel, siempre ubicadas al lado de un río pues hacían uso del agua como fuente de energía.

Fueron importantes para la economía hasta el siglo XIX pero con la aparición de las nuevas tecnologías fueron cerrando las que funcionaban hidráulicamente.

Aunque había numerosos molinos papeleros, el Antiguo Molino Papelero de Capellades es uno de los pocos que se ha mantenido como museo y al mismo tiempo continúa la actividad artesanal.

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