Cuaderno
(del lat. quaterni)
El resultado de doblar el pliego las veces indicadas según el formato da lugar al cuaderno. De la suma o unión de cuadernos, uno tras otro, surge el libro.
Si el pliego se doblaba una vez, daba lugar al cuaderno en formato folio; si se doblaba dos, al cuarto; si se doblaba tres, al octavo; etc.
Tanto en los códices griegos como en los latinos, la reunión de cuatro pliegos doblados por la mitad (dieciséis páginas), fue lo más frecuente, por lo que, en general, esos cuadernillos, cualquiera que fuera el número de hojas, solían llamarse cuadernos.
IDM
⇒ Para seguir leyendo...
MARTÍNEZ DE SOUSA, José, Diccionario de bibliología, 2ª ed., Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1993, p. 222.
PEDRAZA, José Manuel, CLEMENTE, Yolanda y Fermín de los REYES GÓMEZ, El libro antiguo, Madrid, Síntesis, 2003, pp. 167-180.
RUIZ GARCÍA, Elisa, Introducción a la codicología, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2002, pp. 143-178.