Poéticas mediterráneas 2022

LA MAR, PENUMBRA ESPEJO

En la imagen, una mujer corre con la luna al hombro. El sombrero parece un pájaro entre destellos. Desde los pies que pisan hasta el otro lado, un paisaje de desiertos, de caminos, de presagios. Ensoñación atravesada por la contundencia de quien abandona la penumbra para proteger lo que se lleva. Cuarto creciente de luna a plena luz, y la noche al hombro como único equipaje.

“Poética Mediterráneas 2022”, año que antes de abandonar 2021 ya se vio sumido en la más trágica memoria del siglo XX de guerra, enemistad y violencia, elige como lema La mar, penumbra espejo, con arriesgada e intacta vocación de belleza y dignidad. En esta edición, se cantarán y contarán nuevos imaginarios para nuevas experiencias globales porque las imágenes que habitamos las dibuja el latido de las palabras que las sueñan. Versos de poetas de sensibilidades distintas, de orígenes distintos, de mares vitales y caminos creadores distintos se unirán alrededor del fuego poético para pensar la geografía de un mundo hospitalario, donde no se borren los cimientos del Mediterráneo metafórico, ese mar penumbra espejo: el pensamiento libre, la creación que comparte el espacio de lo común generando criterio conciliador y, por lo tanto, la democracia que siempre tiene sitio para seguir creciendo.

El cielo no es un rumor, las lenguas siembran la existencia de hospitalidad porque en todas ellas se expresan los sentimientos profundos de amor y de dolor. Así que la poesía, excluida de la ciudad para proteger, precisamente, los sueños cívicos, bien podría ser una nueva legisladora y guiarnos hacia ese país aun por decir donde no cabrá disputarse a tirones el sol poniente.

Hemos tomado prestados versos, como se habrá reconocido, para presentar los diálogos que se desarrollarán en el Paraninfo de la Facultad de Filología de la UCM y acabarán su viaje en un libro-testimonio editado por la editorial Bala Perdida.

Ensoñación en “Poéticas Mediterráneas 2022”: puede que, incluso, los destellos lunares de la imagen sean semillas…

Marifé Santiago-Bolaños