Mesa redonda virtual, 10 de noviembre de 2020 a las 11'00 horas

Paulina Fariza Guttmann

 

 

La Argentinita y el flamenco, de los cafés cantantes al teatro

 

El día 10 de junio de 1933 ocurrió un hecho histórico: se presentó en el Teatro Manuel de Falla en Cádiz un Amor Brujo sin precedentes. “Éxito formidable Amor Brujo en Cádiz bailado como nunca por Argentinita y gitanos andaluces. Le abraza con todo cariño su viejo amigo Federico García Lorca.”, telegrafía el poeta a su Maestro Don Manuel de Falla. Además de Encarnación López y su hermana Pilar, bailarán Antonio Triana y Rafael Ortega, ahora bien, las hechiceras serán “La Macarrona, La Malena y La Fernanda (viejas maestras del baile gitano)”, tal y como dice el programa de mano de aquel día. Por primera vez en la historia del baile se incorpora el baile flamenco, ambientado con un vestuario y una escenografía modernas -de Fontanals, Bartolozzi y Ontañón- en una dramatización coreográfica. Tras el primer éxito de la compañía, aquel octubre se estrenó un nuevo cuadro titulado Las Calles de Cádiz, sería en el Teatro Español de Madrid, donde el elenco gitano fue aún mayor y el éxito arrasador. Una vez más, la estilización se mezclaba con el flamenco más puro y el arte escenográfico de vanguardia.

De la mano de Ignacio Sánchez Mejías, Federico García Lorca y el apoyo de los intelectuales de la época, La Argentinita ponía aquel día el primer ladrillo fundacional del flamenco contemporáneo. La penumbra cultural de Encarnación López merece un estudio que ponga en valor su relevancia artística en los años 30 y 40 en lo que al devenir del espectáculo flamenco actual se refiere.

Por fortuna, el legado dancístico de La Argentinita nos llega, tras su muerte, a través de su hermana Pilar López, quien se establecerá en nuestro país, pero el valor de La Argentinita como eje central de la danza en el ideario republicano, como artífice del primer flamenco que sube al teatro y como primera figura mundial en el exilio, no ha calado de la misma manera.

Autora de narrativa y poesía, vinculada a la creación teatral (Vinarós, 1963), Paulina Fariza Guttmann es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona y ha ejercido de crítica literaria, la traducción y la interpretación teatral. Ha sido también editora -con especial dedicación a las artes escénicas, la creación musical y títulos vinculados a estudios de género en Alba Editorial (Premio Nacional a la mejor Labor Editorial Cultural 2010)-, además de ejercer como profesora del Máster de Edición de la Universidad Pompeu Fabra hasta 2011, fecha en la que centra su actividad en la narrativa y experimentación dramática.

Es autora de la novela Un cuento chino sobre la felicidad, (Ellago editores, 2008), de Inociencia, una selección de poemas (Ayuntamiento de Málaga, 1993), del cuento infantil Las sospechas de Mónica, (Editorial Cruïlla, 1999, versión en catalán) y de la pieza teatral Diosas (creada en colaboración con la actriz Pepa Lavilla en 2011). Más recientemente ha publicado F de Feminismos (Editorial Melusina, 2017). Su última publicación, La vida encontrada de Encarnación López, La Argentinita (Editorial Bala Perdida, 2020) es una biografía literaria de apasionante lectura de una de las mayores representantes de la cultura española del XX.