Planteamiento teórico y metodológico (extractos de la memoria)
Finalidad del proyecto Proyecto «Naturaleza Humana y Comunidad» (II):
Nuestra investigación se ha centrado hasta el momento en Kant: hemos preparado una nueva traducción y edición del curso dedicado a la Antropología en respecto pragmático y, más allá de la labor de comentario de estas lecciones, hemos procurado reconstruir sistemáticamente, en el seminario de investigación, las líneas fundamentales que enlazan la reflexión sobre naturaleza humana y comunidad en los distintos niveles de toda la obra de este pensador, y que permiten a nuestro juicio conceptualizar y sistematizar como “política” la antropología kantiana considerada en su conjunto, y establecer su solidaridad interna con la noción de republicanismo cosmopolita que articula y da unidad a la entera obra teórica y práctica de este pensador. En cambio, el proyecto que ahora solicitamos, Naturaleza humana y comunidad II, desarrolla los apartados sobre filosofía contemporánea que quedaron pospuestos al aceptar la concesión de la ayuda, si bien los resultados obtenidos en el trabajo efectivo con la obra de Kant son determinantes de la forma modificada y especificidad que ahora proponemos para esta segunda parte de la investigación.
Se trata en definitiva de completar la investigación, y de recuperar lo que era su propósito inicial, pero con arreglo a un programa de trabajo que se ha definido a partir de las discusiones más recurrentes en el seminario de investigación. La propuesta es, por un lado, analizar y comparar la conceptualización de algunos fenómenos y encrucijadas cívico-políticas de la historia contemporánea desarrollada por tres autores del siglo XX, Hannah Arendt, Karl Polanyi y Michel Foucault, cuya obra ha trascendido ampliamente las fronteras de la filosofía académica, y reconstruir la reflexión antropológica ligada en dichos autores al análisis y crítica de lo político moderno. Se trata de pensadores que no suelen catalogarse en primer término como “kantianos” y en algún caso han podido mostrarse muy críticos con el pensamiento de Kant o con su recepción dominante (y éste es un punto esencial para nosotros), pero que, según intentaremos mostrar, muestran en su propio discurso una conexión muy interna con el modo kantiano de pensar el problema que a nosotros nos ocupa. Nos interesa discutir la relación de todos ellos con el proyecto civilizatorio que hoy todavía sigue denominándose “Ilustración”, volcando para ello sobre su estudio los resultados de la indagación previa en torno al ensamblaje de pensamiento antropológico y pensamiento jurídico-político en Kant. Por otro lado, se trata, a su vez, de evaluar con ayuda de estos autores, que han combinado en su obra reflexión filosófica y apertura a las ciencias sociales –crítica de cierta “ideología moderna” y teorización de la condición humana–, el potencial teórico y crítico que pueda seguir teniendo en nuestros días el peculiar tipo de filosofía “normativa” que es la de Kant. En efecto, en un momento de crisis a escala mundial como el que estamos viviendo, en el que están quedando en entredicho enteros sistemas de categorías de pensamiento económico y político, y en el que la específica crisis de legitimidad de las democracias detectada desde comienzos del Siglo XX parece replantearse agudizadamente a raíz de los problemas de la llamada globalización, nos parece importante examinar la relación que mantiene nuestra sociedad con los pilares normativos en los que dice sostenerse (y desde luego el proyecto ilustrado de una sociedad civil cosmopolita bajo leyes jurídico-políticas sigue siendo uno de ellos), y esto significa para nosotros, en primer lugar, definir condiciones de lectura y apropiación productiva de sus clásicos, pero también habilitar elementos de inteligibilidad que permitan confrontar principios que siguen pareciendo irrenunciables con las paradojas ligadas a su sedicente realización, y formular en su caso propuestas teóricas de reelaboración de esos principios.
Como punto de partida de la investigación nos interesaremos, en concreto, por los análisis de Hannah Arendt sobre el fenómeno del totalitarismo, por el estudio de Karl Polanyi sobre el capitalismo y, en fin, por la teorización foucaultiana del biopoder, ejemplificada en la genealogía del racismo. Pero buscaremos ante todo, de acuerdo con la hipótesis metodológica que se expone en el apartado 4.1. de esta memoria, en qué medida la confrontación con esas cuestiones, el desarrollo de categorías y métodos específicos para su estudio, ha sido inseparable en todos estos pensadores, por un lado, ciertamente, de una toma de distancia respecto de la antropología filosófica de los siglos XIX y XX, pero también, por otro lado, de una reconstrucción propia y positiva del problema antropológico-político de la relación entre naturaleza humana y comunidad, y de una teorización de la condición moderna del hombre. Semejante antropología política presupone consideraciones ontológicas más o menos explícitas y es, en cada caso, la base de una propuesta específica sobre el ser social del hombre inseparable de una concepción, más o menos explícita, del sentido y posibilidad de la política. Es todo este lado de la cuestión el que nos interesa tematizar y evaluar en relación con el modelo kantiano. Los autores que nos sirven ahora de interlocutores los tomamos en todo caso como representantes de tres tradiciones teóricas (digamos provisionalmente: el neoaristotelismo de raíz fenomenológica y hermenéutica, la antropología social en diálogo con el marxismo, y el postestructuralismo neonietzscheano), cuya relación con el proyecto ilustrado y el ideal cosmopolita nos parece más positiva de lo que suele pensarse. El carácter y enfoque de la investigación sigue siendo, en todo caso, metafísico y metapolítico.
Metodología y diseño de la investigación
Un proyecto como el que presentamos tiene su principal dificultad en el diseño de una propuesta metodológica que permita garantizar la unidad interna de la investigación planteada. Ésta debe ejecutarse en tres frentes teóricos de distinta naturaleza, sin perder por ello su propio perfil específico, que es metafísico y metapolítico, y debe poder ensamblarse de manera consistente con el trabajo previamente realizado sobre la obra de Kant, sin prejuzgar por ello las posibilidades determinadas de encuentro y desencuentro entre las piezas en juego. Por eso, hemos considerado imprescindible elaborar, como su punto de partida e hipótesis metodológica principal, un sistema mínimo de puntos de coincidencia entre los autores objeto de estudio (Arendt, Polanyi y Foucault), y plantear a partir de ahí un estudio metódico en paralelo de cada uno de ellos. Ese sistema descubre (i) una esencial dimensión de investigación antropológica en su trabajo, (ii) un alcance ontológico de la misma, y (iii) una relevancia metapolítica de la respectiva intervención teórica, considerada en su conjunto. Es este triple aspecto el que se trata de confrontar con el modelo «ilustrado» de la relación «naturaleza humana y comunidad» en Kant, que ha sido reconstruido por nosotros asimismo en su triple dimensión antropológica, ontológica y jurídico-política.
a) En primer lugar, un punto de coincidencia teórica en cuanto al punto de partida: Tanto los análisis de Hannah Arendt sobre el totalitarismo, como los de Michel Foucault sobre el biopoder y los de Karl Polanyi sobre el liberalismo económico, pueden leerse como expresiones de una misma convicción: que las monstruosas experiencias del siglo XX constituyen una terrible respuesta práctica a la pregunta kantiana «¿qué es el hombre?». Una respuesta que queda sintetizada inolvidablemente en el título del libro de Primo-Levi sobre la vida en los campos de concentración nazis: Si esto es un hombre. Todo ocurre como si en estos pensadores la necesidad de investigar totalitarismo, capitalismo y biopoder correspondiera a la intención de hacerse cargo, bien que en distintos niveles y perspectivas de aprehensión, de un mismo acontecimiento fundador de nuestra contemporaneidad, singularizado por haber supuesto un experimento esencial sobre la condición humana en cuanto tal. Ese experimento habría explorado ésta radicalmente, esto es, hasta poner de manifiesto respecto de ella «lo que los hombres normales no saben» (por citar ahora la frase de David Rousset que abre el tercer volumen ─el propiamente dedicado al estudio del totalitarismo─ de la obra de H. Arendt sobre los Orígenes del Totalitarismo), a saber: «que todo es posible».
b) En segundo lugar, un punto de coincidencia metodológica: los tres autores que son objeto de nuestra investigación coinciden en la intención de perseguir los orígenes del fenómeno que analizan en cada caso, y el proceso histórico de su constitución a lo largo del siglo XIX. Han trazado, sin duda, una genealogía histórica. Pero, al mismo tiempo que exponían este desarrollo, nos han enseñado a atender a la estructura y peculiar virtualidad fenomenológica del objeto mismo cuya constitución describían. Y así, han buscado exponer de forma sistemática la antropología negativa o, por mejor decir, el negativo antropológico, la desnuda sustancia humana abstracta, exenta de toda protección social, simbólica, etc., que estaba visibilizando (y produciendo) ese proceso histórico. Justamente por eso han desarrollado, como un momento distinto de su trabajo teórico, elementos de una consideración antropológica positiva, de alcance ontológico, que reconstruye los límites cualitativos de la humanidad, que identifica constantes de la condición humana cuyo socavamiento, ciertamente posible (y real), aísla y confina el vivir de los hombres en una ausencia de mundo imposibilitadora de la libertad y de la vida según ella. Mínimos antropológicos, en fin, en que fundar la resistencia y la reanudación de la lucha por el derecho y la forma civil de la vida en comunidad, en que la Ilustración cifró el destino del hombre. Lo que nos lleva al último punto de coincidencia:
c) Finalmente, un punto de coincidencia metapolítica en cuanto al sentido general de cada una de estas intervenciones: más acá de la diversidad de las posiciones políticas asumidas por ellos (republicanismo de Hannah Arendt, el filosocialismo de Polanyi o la distancia de Foucault respecto del comunismo y su cercanía a las posiciones de la extrema izquierda francesa) reconocemos en estos autores un modo de pensar el conjunto de procesos que en el siglo XX propician (por emplear ahora fórmulas de Carl Schmitt) la entera disociación de lo político y lo estatal y el advenimiento de un «Estado total», un modo de encarar el sentido metafísico de aquella disociación, y de mostrar la incompatibilidad de «Estado total» con el Estado, un modo de análisis y crítica del tiempo presente, en definitiva, profundamente consistente con la tradición de la Ilustración, perseverante en sus ideales civiles, y por ello mismo elevante para elaborar los fundamentos filosóficos de un orden jurídico cosmopolita, hoy cada vez más necesario.
Sobre la base de este planteamiento, hemos delimitado el conjunto de textos que deben constituir el objeto de estudio, y hemos diseñado un plan específico de trabajo sobre ellos según tres ejes o líneas y una metodología orientada a la localización y sistematización de los tres tipos de clave (antropológica ─negativa y positiva─, ontológica y metapolítica) que han de funcionar como coordenadas de la confrontación con el pensamiento de Kant. Como vamos a exponer a continuación, la idea de una de «comunidad en el grado cero de lo social» (procedente de nuestro trabajo previo sobre la relación entre la Crítica del Juicio, la Antropología en respecto pragmático y la filosofía jurídica de Kant) se convierte en el hilo conductor de la investigación.