SESIÓN DOMINGO 21 de febrero. Desde la mitología
Visita a la exposición
Para esta sesión contamos con la participación de 5 niñas de 6 a 9 años, tres madres, un padre y un chico, todos con una imaginación que nos permitió tanto a los participantes como a nosotras, entrar en un mundo donde las obras dejaron de ser piezas quietas para convertirse en personajes fantásticos, los protagonistas de la exposición Bajo la Superficie. Iniciamos la visita hablando del espacio en el que nos sumergimos, como un entorno cargado de historia por ser antiguamente las caballerizas del cuartel militar. Bajando las escaleras nos encontramos con la entrada a ese mundo mitológico, con la obra de Zoe Vizcaíno, que nos invitó a sumergirnos “bajo la superficie” para conocer qué personajes nos esperaban allí adentro.
El primer personaje que visitamos fue el hombre que carga a cuestas la luz. La obra de Bernardí que nos recuerda la historia de Sísifo, quien fue castigado por los dioses griegos haciéndolo cargar una piedra cuesta arriba de una montaña por toda la eternidad. Pero en esta visita la mirada fue distinta, hablamos del movimiento del personaje como la energía que permitió que las bombillas estuvieran encendidas. Cuestionamos también el por qué de la bolsa que le tapa la cara que lo deja en anonimato sin saber quién está detrás del gesto de llevar la luz.
Nos dirigimos después a la obra de Cristina Lucas, Hacia lo Salvaje, donde nos encontramos con el siguiente personaje al que para esta visita denominamos “La mujer pájaro”. Nos tomamos el tiempo y el espacio para ver el video completo y dejar que cada uno de los participantes pudiera entender lo que sucedía en el cortometraje desde una mirada propia.
Una vez acabamos el video surgieron dudas, puntualmente por parte de las niñas, sobre la rudeza con la que se trataba a la mujer durante su transformación. Si era ella quien quería la libertad ¿Por que tenía que amarrarla o llevarla del brazo? La imagen que les resultó más chocante fue el momento en el que le cortan el pelo. Una de ellas literalmente dijo “pero porque le tenían que cortar el pelo así, es que si yo fuera ella y con lo corto que tengo el pelo, me cortan también la cabeza”.
Después hablamos de la libertad, de cómo “la mujer pájaro”, después de pasar por ese proceso que parece tan violento acaba libre en el campo donde se encuentra además a alguien como ella. Finalmente y para acabar con la visita les presentamos al tercer personaje de Bajo la Superficie, el Hipocéfalo, la obra de Mateo Maté. El hombre con cabeza de caballo, guardián y/o monstruo del laberinto de las antiguas caballerizas del Conde Duque. Hablamos de su función como guardián y nos preguntamos cómo esta figura sin piernas ni brazos podría ser el guardián del lugar y respondiendo a esto una de las niñas dijo que cuidaba el espacio por el miedo que daba.
Algunas obras de nuestro itinerario
CRISTINA LUCA. Hacia lo salvaje, 2011. Vídeo, 16 min.
MATEO MATÉ. Hipocéfalo. 2016. Escayola. 202 × 90 × 83,5 cm
Taller de Arteterapia
Cuando acabamos de presentar a estos personajes que viven en la exposición como obras, nos dirigimos a las sala polivalente donde los participantes tuvieron la oportunidad de crear sus propios personajes fantásticos guardianes y/o monstruos del laberinto.
Antes de iniciar con la creación proyectamos imágenes de otro personajes mitológicos como la esfinge, la medusa y el centauro entre otros para que los participantes se dieran una idea de todas la posibilidades para crear sus criaturas, teniendo en cuenta sus características físicas, de comportamiento y otros aspectos sobre su hábitat , con quien viven, entre otras cosas que se les pudiera ocurrir.
Al finalizar con la creación cada uno de los participantes nos presentó a su ser fantástico. Algunos eran buenos y otros malos, unos podían volar y otros tenían superpoderes secretos. Fue muy interesante ver estos nuevos personajes como formas de contar lo que queremos, lo que necesitamos y de que queremos cuidarnos. Cada participante nos contó quién era desde la narrativa que surgió de su personaje. Tanto niñas como adultos se dejaron llevar por la narrativa de vivir la exposición como un lugar fantástico y eso les llevó a crear sus propios personajes con más facilidad y emoción.