Colectivo Fundación Raíles. Mi casa, mi cuerpo.

VISITA A LA EXPOSICIÓN

 

En esta sesión realizamos la entrada a la exposición mediante el acceso al ascensor, ya que contábamos con sillas de ruedas y dificultades de movilidad en el grupo. Aprovechamos el rellano del ascensor para preguntar a los participantes sus nombres y qué les hacía sentir como en casa, lo que nos dio información muy especial sobre los gustos y preferencias de cada uno.

En el trayecto hacia la obra seleccionada, Hogar, de Ana Santamaría, algunos participantes se fueron deteniendo en aquellas obras que les llamaban la atención. Cada uno fue llegando a su propio ritmo al punto de encuentro. El vídeo seleccionado causó diferentes impresiones. Pudimos compartir sobre lo que veíamos: una chica, el mar, un perro, flores… y cómo ello nos hacía sentir o si nos gustaba o no.

 

TALLER DE ARTETERAPIA

 

Una vez en sala, nos pusimos cómodos quitándonos los abrigos y descalzándonos. La moqueta y los cojines nos dieron mucho juego, casi todas nos sentamos en el suelo, pero se dio la posibilidad de disponer de sillas para quienes lo prefiriesen o necesitasen.

Con música de fondo, invitamos a moverse con libertad y según les sugiriese la música. Una de las acompañantes nos pidió poner música flamenca y causó sensación. Muchos se levantaron, algunos daban palmas, otros chasquidos, y había multitud de movimientos distintos.

A continuación, encendimos los focos que teníamos preparados, y sugerimos jugar con la luz a través de nuestro cuerpo, de tal forma que proyectase sombras sobre una pantalla. Al comprobar que estaba costando entrar en la dinámica y ante la solicitud de poder pintar, dispusimos también tizas, ceras, papeles y una pantalla de pizarra. Fue especialmente bonita la conexión de una de nuestras compañeras con una de las participantes, con la que interactuó cantando, creando un diálogo melódico.

Al final de la sesión, cuando realizamos el cierre, se respiraba un ambiente relajado, distendido y de descanso.