SESIÓN 7. Estoy en obras
VISITA A LA EXPOSICIÓN
Nos reunimos para el que sería el último taller de esta temporada y esperamos a los asistentes con mucho entusiasmo. En total llegaron trece personas: cinco hombres, un niño y siete mujeres. Aproximadamente la mitad ya conocía Condeduque y tres personas ya habían asistido a L-ABE en otras ocasiones.
Cuando bajamos a la Sala de Bóvedas, se notaba la curiosidad e interés, especialmente de quienes veían esta exposición por primera vez. Desde el principio, notamos que el niño llevaba colgada en su cuello una pequeña cámara digital infantil con la que comenzó a fotografiar las obras que le llamaron la atención.
Luego de una breve deriva libre, nos centramos en la obra Hogar (2023), de Ana Santamaría Cacabelos. Según lo que no expresa el comisario, esta pieza trata de la búsqueda del origen, de un lugar seguro que se persigue de forma incesante, pero de alguna forma siempre se reduce a lo mismo, a cuatro paredes, a un fragmento de tierra, a un legado o a una persona. La autora afirma que es un proyecto de autodefinición, nacido de un proceso de autoconocimiento que consistió en hurgar en el baúl de los recuerdos audiovisuales. En 2:33 minutos, expone sucesivas y encadenadas grabaciones cotidianas de familia y amistades en distintos momentos vitales, que se van acompañando de su propia voz en off que relata una reflexión personal.
En la conversación posterior, las personas comentaron tanto de la exposición en general, como de la obra seleccionada. Una asistente se refirió a la baja calidad de imagen de las piezas, a lo que otra agregó “las nativas digitales han decidido elegir las cámaras más buenas con alta calidad, pero han vuelto casi a esa, no sé, calidad más baja y, no sé, es como que podría ser vinculado de alguna manera con los temas, con el título de alguna obra”.
Dos personas comentaron sobre otras obras que fueron atractivas para ellas, mencionando “se tapa la cara para ocultarse (...) está como en la calle exponiéndose de esta forma y a la vez ocultándose” y “en el fondo a lo mejor todos tenemos un exilio de verse obligado a dejar la infancia, crecer y a madurar”.
A propósito de Hogar, comentaron:
- “Las cosas de hogar es como en particular el cajón, para mí significa, es como parecido a cuando llegas a tu casa, a tu piso y es como un cajón, te puedes esconder allá”.
- “Cuando tú estás mal y te pones a pensar “aquí puede ser peor” y al final puede ser un modo de pensar destructivo, pero luego luego [la artista] recapacita y dice, pero bueno, mi casa sigue adelante, sigo construyéndola y mejorándola, entonces aunque sea algo por así decirlo triste y que lleva mucha realidad, también tiene un pensamiento optimista.
Finalmente, recogimos conceptos clave de todo lo compartido, destacando: raíces, guardar, recuerdos, libertad, estar en obras, ir a la esencia, déjà vu, incertidumbre, inseguridad, estudio, soledad, expresión, adaptación a la innovación. A continuación, nos dirigimos a la sala polivalente para realizar la parte práctica de la actividad.
TALLER DE ARTETERAPIA
En este taller, trabajamos el concepto de hogar como una metáfora de nuestro propio cuerpo y lo que nos rodea, tanto personas como otro tipo de elementos. A partir de recortes de las frases de la narración de la pieza escogida, invitamos a que las personas crearan libremente con sus evocaciones íntimas. Para ello, instalamos una mesa de materiales con los recortes, rotuladores, papel brillante, hilos, retazos de tela, papel de dibujo, cartones, cinta adhesiva, lápices de colores, tizas, pasteles, papel de seda, témperas, pinceles, celofán, acetato, tijeras, pegamento en barra, recortes para collage y una mini impresora térmica.
En general, la creación fue fluida y diversa, ya que los asistentes utilizaron distintas técnicas y formas de expresión. Es destacable mencionar que uno de los asistentes no participó creando, sino que mantuvo un rol de acompañante y comentador de otra persona con la que se había inscrito al taller.
Al momento de compartir nuestras obras, surgieron testimonios íntimos y potentes como:
- Me he quedado mucho con la frase “estoy en obras” del vídeo, resuena mucho conmigo. He elegido las palabras: sé que aún estoy en obras, mamá, pequeñas cosas y mirarme al espejo. Quería usar la dureza del ladrillo y las grietas, como para reflejar cómo me siento actualmente en mi casa, así que mi obra ha tirado un poco por ahí, realmente quería jugar un poco con la fragilidad. He escrito algo: Sé que aún estoy en obras, sé que estamos en obras, mamá. Sé que se nos funden las bombillas y nos come la oscuridad. El reflejo en el espejo tampoco nos devuelve la luz, pero nos quedan las pequeñas cosas: mirar por la ventana, comer en la habitación, empezar una serie, reírnos del polvo, engañar a la luz abrazando la nuestra porque será el doble y entonces no necesitaríamos ni las bombillas ni el sol.
- Me he inspirado en el sótano que está inundado. Quería decir que me estoy ahogando y a la vez intento salir para ver la luz.
- Las luces de navidad, he pintado un sol, una mandarina, corazones y por alrededor un borde marrón. Las luces de Navidad me gustan porque se encienden y hay muchos colores diferentes.
- Quería jugar un poco con la tela porque me pareció interesante y hace mucho tiempo que no había usado témperas y dije ‘voy a aprovechar’ y bueno, está la mesa rota con la pata y el mensaje es hay que seguir adelante a pesar de todas las dificultades y bueno, aquí está su techo que brilla.
- Nada más entrar, he visto la ventana de aquí y he visto el tejado y he decidido pintarlo y en referencia a la frase de ‘todo ha mejorado desde el principio’, como podemos ver, al principio no hay color y de izquierda a derecha va cogiendo color light, porque para mí, o sea, las ventanas son como mi casa. Lo más importante es mirar por la ventana a ver que fuera todo es poquito y entonces eso me mantiene pues, por así decirlo me da fuerzas para seguir adelante.
- Me he centrado en las palabras “mi hogar”, porque creo que muchas veces en la vorágine de la vida se nos olvida a nosotros mismos. Yo soy madre de familia numerosa y muchas veces con tres niños, casa, trabajo… tu hogar parece que está fuera, no dentro, entonces mi hogar es MI-mayúscula-hogar.
Para terminar, nos dimos un fuerte aplauso y nos tomamos una fotografía para inmortalizar el momento. Sin dudas, fue una sesión con mucha entrega y valiosa tanto para quienes asistieron, como también para el equipo L-ABE.
Todo esto se refleja en las palabras finales: me he despertado, hogar, cambio, muy agradecido, muchas gracias, necesidad, reflexivo, compartir, algo personal e íntimo, bien, vulnerabilidad, relajado, conexión, libertad, posibilidades.
Asimismo, también lo podemos ver en las respuestas de las encuestas: agradecimiento, máscara, muy agradecido, exploración, reflexión, necesario.