Visita a la exposición

Esta segunda sesión L-ABE diseñada especialmente para el grupo de 7 adolescentes de entre 13 a 17 años quienes por tercera vez nos visitan desde el Hospital de Día de La Paz, junto con 4 personas del equipo de intervención. 

Comenzamos explorando el espacio y las obras de la exposición Súper Súper Like. Antes del diálogo con las obras y divididos en dos grupos, abordamos en profundidad dos obras seleccionadas de la exposición con el objetivo de trabajar la identidad de adolescente a través de los opuestos (fragilidad y fuerza) desde recursos artísticos.

El primer grupo inicia el diálogo con la obra de David Ferrando Girault, La parte maldita (2016) y a partir de la visualización de un extracto de esta pieza audiovisual, inicia la conversación a partir de las siguientes preguntas: ¿qué podemos reconocer en la obra? Algunos respondieron que identifican frutas, una botella de vino o similar, la playa y el oleaje en calma, otro participante menciona que sería arte digital por los colores que se visualizan y uno de los profesionales que acompaña al grupo le recuerda la escena a unas vacaciones, por la imagen de la playa que aparece en el video. Luego preguntamos ¿qué nos transmite la obra? Una adolescente dice que nada, mientras otra comparte que le produce calma y tranquilidad ver el agua moverse lentamente.

Esta obra invita a reflexionar sobre la excesiva producción y consumo de imágenes en la historia de la humanidad, a través de la presentación del video compuesto por 5 capítulos, en donde una historiadora de un futuro no muy lejano nos cuenta un recorrido que va desde el paleolítico, la Grecia clásica, la Ilustración, el arte conceptual y el culto al yo en nuestros días, mezclando imágenes en arte digital que van desde iconos clásicos, figuras en las cavernas como objetos de consumo y naturaleza. El artista menciona que ha utilizado el arte digital pues enlaza elementos de diferentes épocas de la humanidad, haciéndolas dialogar en esta propuesta reflexiva sobre las imágenes que consumimos cotidianamente. Finalmente, el artista nos indica lo importante que sería la función de la enseñanza de las artes en la capacidad de lectura e interpretación de imágenes de manera crítica, advirtiendo del peligro que corre el/la espectador/a que con una mirada ingenua, consuma una gran cantidad de imágenes, dando espacio a especulación y que las fake news proliferen.

La segunda obra que abordamos fue la pieza de la artista Almudena Lobera, Stories #13 Bodegón sólido y vectorial, 2020. Para dar inicio a este diálogo indicamos contemplarla desde todos los puntos de vista que ofrece el montaje, desde los detalles que se encuentran en las piezas que forman la obra escultórica. Luego damos paso a la conversación desde la pregunta ¿qué crees que la artista quiso representar? y ¿qué puedes reconocer contemplando la obra? Uno de los participantes comenta que en todas las piezas su lado “transparente” apunta hacia la derecha, otro compartir se refiere a las formas que completan la figura a través de la lámina de acrílico. También destacan la forma de los relojes de sol a través de la observación de las múltiples sombras que proyectan las esculturas en el soporte de la obra. Otra observación, se refiere a las cosas que mostramos y cómo lo “frágil” lo protegemos, al presentar las piezas por una parte incompleta y sólida para luego ser integrada por una fina lámina de vidrio acrílico, que hace acto de presencia de forma sutil.

La artista propone reflexionar sobre nuestra capacidad de percibir el mundo a través de las imágenes con las que interactuamos en la vida cotidiana, desde nuestros dispositivos móviles y el mundo físico que percibimos parcialmente. La obra se compone de 5 esculturas que representan una botella y 4 jarrones, estos varían en su tamaño y forma, también poseen una paleta de colores fríos marcada por la presencia de azules y verdes. Estas esculturas muestran solo una mitad de la figura tridimensional y en reemplazo de la otra parte se observa una lámina de vidrio acrílico transparente que registra símbolos vectoriales, complementando así la figura ausente.

De forma paralela el otro grupo abordó las piezas: Antípodas 2017, de Clara Montoya y Highlighted privacy (privacidad resaltada) 2020, de Almudena Lobera.

Antípodas, 2017. Videoinstalación. Pantalla en Madrid, webcam con streaming en el cielo de Wellington (Nueva Zelanda).

La artista Clara Montoya usa la tecnología para trastocar poéticamente las escalas de medida que aplicamos sobre el espacio y el tiempo. La retransmisión en directo durante las 24 horas del día de un lugar distante, lo hace alcanzable de forma instantánea gracias a la programación y comunicaciones digitales. Una realidad impalpable, porque físicamente no es aprehensible en la distancia, que se materializa en una imagen virtual. Estamos ante el firmamento de la potencialidad de las herramientas digitales, pero al mismo tiempo ante el vértigo que produce un pozo nocturno -negro e infinito- donde la mirada se puede perder.

Desde lo dialogado, complementamos con información de la obra de Almudena, que nos propone reflexionar sobre el culto al yo potenciado en las redes sociales, desde cómo nos hemos convertido en espectadores y a la vez, en objeto de exposición a través de una ventana que delimita el espacio, al ser seleccionada una parte de la realidad presentada desde nuestros dispositivos móviles. Las formas orgánicas que parecieran moverse en la escultura, refirieron al telón de teatro, el cual nos invita a enfrentarnos a un escenario en donde cada uno/a es protagonista de su vida dentro del mundo virtual.

Finalmente, invitamos al grupo a trasladarnos a la sala taller, para iniciar el espacio de creación del taller de arteterapia.

Taller de Arteterapia

Aquí invitamos al grupo a reconocer el espacio desde la toma de conciencia corporal y de la respiración, se camina de diversas formas, a veces más rápida, otras más lenta, poniendo atención a los elementos que rodeaban el espacio y a través de un objeto que simula un globo, cada participante lo explora abriendo y cerrando la estructura para hacer visible la acción de respirar.

Posteriormente, se explica la propuesta de creación de esta sesión: exploran el espacio a través del uso de un marco/encuadre que seleccione parte de lo que están observando, para hablar sobre la propia identidad y sus opuestos. 

Para realizar su creación, pueden escoger desde los siguientes formatos disponibles: 

• Un trozo de cartulina para la base del marco, en caso de realizar un encuadre más amplio, 
• Cajas de té cortadas con la forma del marco, para reducir el campo visual. 
• Enmarcando desde el propio dispositivo.

Durante el recorrido y con el marco listo, seleccionan las texturas o detalles que más resuenen en sí mismos/as dentro y en los alrededores del espacio cultural y según lo que quieran expresar, teniendo conciencia en reconocer ¿qué texturas o detalles del espacio representan mis sensaciones actuales?, ¿Qué me transmite ciertas texturas, colores y formas?, ¿Me agradan o desagradan?, ¿cómo me identifican?, ¿cuál sería su opuesto?. 

Registran lo seleccionado con la cámara fotográfica de sus teléfonos móviles para luego reunirse con el grupo inicial y compartir sus apreciaciones sobre la experiencia. Algunas de las participantes utilizaron los marcos disponibles y otras prefirieron utilizar un marco no convencional como la tapa de uno de las papeleras o el objeto utilizado para el ejercicio corporal. 

Dos adolescentes no quisieron participar de la actividad y se quedaron sentados en compañía de una de las AT.

Parte del grupo trabajó acompañado del resto de profesionales y dos adolescentes realizaron su proceso creativo en conjunto con una de las AT del equipo, a través del diálogo surgido según sus intereses personales. Inicialmente, una de las participantes no quería sacar fotografías pero luego se animó a hacerlo a través del acompañamiento de una de las AT. En este compartir, le invitamos a imaginar qué historia contaría la imagen que se capturaba durante el recorrido por el espacio, para luego devolver la apreciación personal de parte de la AT acompañante.  Otra de las AT también compartió a modo personal con una de las adolescentes en donde pudieron explorar el espacio haciendo variedad de capturas, que luego diseñaron en conjunto a modo de collage.

Luego, al momento de reunirnos, nos dividimos en los mismos grupos iniciales para comentar que tal había sido la experiencia. El primer grupo comenta a modo general después de vencer su vergüenza inicial, hablan de la dualidad de las cosas frágiles y fuertes a la vez. Cuentan que las texturas encontradas les producían diversas emociones y sensaciones como tranquilidad, fortaleza, calma, estructura, firmeza, solidez, fluidez y apertura. Les llama la atención el elemento agua, que transmite tranquilidad. El segundo grupo comparte que en sus registros habían capturas de piedras y cielo, cambian los materiales. Selección del ángulo para poner el  marco y mostrar lo que quiero y no mostrar. Postura retadora adolescente que tuvimos que trabajar para poder sacar el máximo partido a texturas y puntos de vista.

Finalmente, nos juntamos todo el grupo frente a la pantalla para visualizar las fotografías de cada participante. Mientras las contemplamos se iban compartiendo las apreciaciones que surgían: uno de los profesionales comparte su creación que muestra por una parte el detalle de una estructura metálica y a un costado una transparencia que presenta parte de su rostro. Otra imagen muestra el detalle de una corteza de árbol que contenía restos de ámbar. Se destaca en él su participación en los laboratorios de mediación arteterapéutica, cómo se involucra en el proceso y se muestra “transparente” de forma natural.

Otro compartir de una de las adolescentes, comenta que al inicio no tenía muchas ganas de hacer fotografías y que poco a poco se fue motivando. La primera fotografía capturada por ella representaría cómo se aferra a situaciones que le causan dolor, basándose en su propia fragilidad. La imagen fue compuesta con el objeto utilizado para el ejercicio corporal, empleando un marco diferente al propuesto. En cuanto la imagen que muestra la fortaleza, comenta que a pesar de las dificultades en la vida, siempre hay un aprendizaje el cual la ha convertido en ser quien es, representado por la luz que se encuentra en el fondo de la composición.

Otra participante comparte su creación, mencionando que “en la fortaleza hay fragilidad y en la fragilidad hay fortaleza”.

Una de las profesionales que acompaña al grupo comparte que en una de las imágenes capturadas representaba lo que no quería ver, mostrando en la foto una imagen de sí misma. En la otra fotografía, hace una captura del agua pues considera que “así fluye la vida”.

El resto del grupo no quiso compartir a modo verbal su proceso de creación y una adolescente no quiso compartir tampoco sus imágenes.

Las palabras compartidas en el cierre final de la sesión son: Divertida, tranquila, aburrimiento, sin respuesta, autenticidad, arte, aburrimiento, fragilidad, inspiración, divertido.

Al finalizar, despedimos al grupo agradeciendo su visita y su forma de estar en este espacio.