Colectivo ARETEIA. Ágape L-ABE
Visita a la Exposición
A esta sesión acudió un grupo de estudiantes de la ESO del colegio ARETEIA, formado por 25 estudiantes, dos profesores del área artística y la directora del colegio. En la reunión previa con el equipo docente, se diseñaron la visita y la actividad en función de los objetivos que querían tratar. En el centro escolar habían trabajado previamente la importancia de una alimentación saludable, y se planteó que podría ser interesante abordar aspectos como la relación emocional con la comida y la diversidad corporal. Por otro lado, se destacó la necesidad de que los y las jóvenes disfrutaran de formatos de creación con los que no suelen estar familiarizados, como son las instalaciones y las proyecciones audiovisuales.
En el encuentro en la zona de las taquillas y bienvenida se mantuvo un primer contacto con este numeroso grupo, realizando una ronda de presentación con nuestro nombre y mencionando qué alimento nos apetece tomar cuando nos sentimos nerviosos o nerviosas. El objetivo de la pregunta era comenzar a reflexionar sobre nuestra relación emocional con la comida. Entre las respuestas que salieron se repitió con frecuencia el chocolate, aunque también hubo algunos participantes que afirmaron que cuando estaban nerviosos no necesitaban comer, sino que preferían hacer deporte, dormir, ver la televisión o escuchar música.
A continuación nos dirigimos a la sala de exposiciones y, en esta ocasión, por tratarse de un grupo numeroso, decidimos dividir al grupo en dos, mediante una pequeña dinámica. Aquellos jóvenes que tenían escrito su nombre con rotulador rojo se fueron con una de las profesionales de Labe y a los que se les había escrito con rotulador azul se fueron con otra de las profesionales. En la sala de exposiciones los y las estudiantes tuvieron tiempo para hacer una deriva libre de unos diez minutos, donde pudieron observar y hacerse preguntas acerca de algunas obras. Pasado ese tiempo, dispusimos las sillas en semicírculo frente a las dos obras elegidas y se comenzó con la visita dialogada.
La obra Rosalía Banet, Muk-bang, (2021), conectó rápidamente con los y las estudiantes, ya que muchos conocían la práctica del Muk-bang y habían visto a través de redes sociales a personas comiendo cantidades de comida incluso mayores que las que aparecen en la acción de la artista. Algunas de las personas comentaron que ver videos así les daba ganas de comer, pero que pasado algún tiempo ya les creaba rechazo por sentirse saturados, otros compartieron que sentían placer al verlo y que en ocasiones ellos también comían solos viendo estos videos.
Durante la visualización de la obra de Winker + Noah, Beyond the body, (2019), surgieron interesantes debates sobre la belleza de los cuerpos, el rechazo a las personas con obesidad y los motivos por los que algunas personas llegan a comer así, que en ocasiones se relaciona con la necesidad de llenar un vacío, tal y como se muestra en la pieza artística.
Surgieron reflexiones como “no solo existen personas gordas y delgadas, existen cuerpos diversos” “los gordos están mal vistos en nuestra sociedad, lo que la gente no sabe es su historia” “esos cuerpos me hacen sentir incómoda” “estos cuerpos no solo pueden ser por comer también pueden tener alguna enfermedad física”.
Con todas las reflexiones surgidas a través de la visualización de estas dos obras subimos a la sala de ensayo de teatro para realizar la actividad creativa.
Taller de Arteterapia
En la sala de ensayo de teatro estaban dispuestas dos líneas de mesas, una para cada grupo participante, listas para la celebración de un gran ágape. El ágape es una comida fraternal destinada a estrechar lazos entre las numerosas personas participantes, y así se lo explicamos a los asistentes, invitándoles a sentarse en las mesas y prepararse para la elaboración de su propio menú.
Comenzamos invitando a cerrar los ojos o dejar la mirada fija en un punto para llevar la atención a su abdomen y tocarlo con la mano derecha dando vueltas en la dirección de las manecillas del reloj. Una vez conectados con su centro, con su cuerpo y haciendo presencia en el lugar, se les invita a realizar la propuesta creativa.
Después, partimos de la pregunta, ¿Cuál sería tu plato ideal para compartir en este ágape? Invitando a pensar en aquellas cosas que traen bienestar a nuestra vida y de las cuales nos nutrimos (relaciones, actividades, comida, etc…) Se propone crear un plato compuesto de alimentos reales, emocionales y simbólicos, inspirándose en la representación gráfica del plato de Harvard.
Al inicio los jóvenes plantean dudas y preguntas sobre la propuesta, pero tras un momento de reflexión se lanzan a explorar los diferentes materiales preparados para la sesión (lanas, plastilina, revistas, olores, cartulinas…) y poco a poco van surgiendo las creaciones, algunas por parejas y otras individuales. Surge en ese momento de creatividad, hasta una obra-instalación creada con los cojines de sala, representando una tarta de cumpleaños, pues el cumpleaños del participante que la creó había sido hacía unos pocos días.
En el cierre nos disponemos todos a compartir el menú con los demás, hablando de lo que han incluído en su platos saludables. Algunas personas incluyen además de sus alimentos favoritos, cosas que les gusta hacer, como la música, sus mascotas, títulos de libros, aprender idiomas o viajar en transporte público. En uno de los platos de una participante se incluyó la referencia a un libro juvenil, cuyas protagonistas se alimentan sólo de unas especie de bolas de algodón que les impide engordar y estar así delgadas y bellas, lo que aprovechamos para reflexionar sobre el mensaje implícito que se transmitía.
Después, les invitamos a rellenar la encuesta LABE y nos despedimos de los jóvenes y del equipo esperando volver a verles en la próxima exposición.
Los resultados de las encuestas muestran que, en general, los y las jóvenes esperaban encontrar una visita “aburrida” o “ir a ver cuadros”, y se encontraron con una experiencia “divertida”, “interesante”, “innovadora” y “entretenida”. Los jóvenes valoraron positivamente la visita a las obras, y algunos declararon que aprendieron que “El arte puede ser de muchas más formas de las que pensaba”. En su mayoría destacan que disfrutaron con el momento del taller creativo. También recomendarían la experiencia “Porque enseña unas cosas que no enseñan en el instituto” y “Porque me ha fascinado. Es otro mundo”.
Tras la visita, el equipo de intervención de LABE se reunió y destacó como aspectos positivos de la visita-taller:
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La participación de los jóvenes, que se mostraron muy receptivos
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La inclusión de un momento de exploración libre de los jóvenes en la sala de exposiciones que les permitiera hacerse preguntas, ver qué les llamaba más la atención.
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La posibilidad de ofrecer diferentes materiales creativos, lo cual permitió una gran diversidad de resultados
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La organización del grupo grande en dos sub-grupos en sala y en el taller, para poder trabajar de forma más personalizada con cada pequeño grupo.
En cuanto a las posibilidades de mejora, se planteó:
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Disponer los materiales en dos mesas cuando hay grupos grandes para que el acceso pueda ser más organizado