Fundación Manantial. A qué me pego como una lapa.
VISITA A LA EXPOSICIÓN
Un hermoso día soleado nos esperaba para darle la bienvenida a siete personas vinculadas a la Fundación Manantial. Las/os cinco usuarias/os y dos trabajadoras del centro se notaban curiosas y expectantes por la experiencia.
Las esperamos en la entrada del centro y, una vez ingresamos a la zona de las taquillas, hicimos una breve actividad de presentación. La dinámica consistía en decir su nombre y responder a la pregunta “¿a qué te pegas como una lapa?”, haciendo alusión al concepto de vinculación y sintonía social que se muestra en los vídeos de la exposición seleccionados para el taller. Todas las personas respondieron según sus preferencias, mientras se les ponía una etiqueta identificadora con su nombre.
Posterior a esto, nos dirigimos al patio lateral donde se encuentra la entrada a la Sala de Bóvedas y contextualizamos sobre el lugar y la exposición. Para varias personas, era la primera vez que visitaban el centro, mientras que otras habían ido previamente al cine o a otra exposición. Integraron información que conocían previamente, como un participante que dijo que “era un cuartel”.
Continuamos con la planificación y bajamos a la sala de bóvedas. Para este colectivo no fue necesario utilizar elevador. Cuando llegamos, notamos que habían otras personas mirando la exposición, por lo que mientras el colectivo realizaba una deriva libre por diez minutos, optamos por ubicar sillas en la entrada para sentarnos allí a comentar las obras seleccionadas.
Mientras veíamos las piezas, notamos que una participante estaba muy conectada al móvil, lo que resultó disruptivo. Le llamamos la atención y mientras lo guardaba, comentó que era “como una adicción”.
Al momento de hablar sobre la exposición y las obras elegidas, hubo una mirada unánime en que el vídeo How to start a movement les generaba agrado y entendían que la energía de una persona era contagiosa para las demás que se fueron sumando a su baile. Asimismo, hicieron énfasis en el tono festivo del otro vídeo, comprendiendo también el peso histórico y militar que tenía.
TALLER DE ARTETERAPIA
Una vez que subimos desde la Sala de Bóvedas, caminamos hasta la Sala Polivalente, donde tuvimos un momento para acomodarnos, ir al baño y descansar. Algunas personas salieron a fumar y cuando regresaron, dimos pie a la siguiente actividad.
Comenzó a sonar música instrumental relajante a través de un altavoz, y se les invitó a formar un círculo, cerrar los ojos y sentir su cuerpo. Luego se les propuso recorrer el espacio andando y observando alrededor para reconocer el lugar que iba a recibir nuestra creatividad. Las personas se mostraron cómodas y participaron activamente.
Después nos pusimos en pareja con la persona que estaba más próxima y jugamos al espejo. En un principio, los movimientos fueron tímidos y reservados, sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, había mayor soltura y disfrute. Además, en un momento la música se puso más movida y eso dio un humor más fiestero y relajado. La siguiente propuesta fue que cada pareja se juntara con otra y continuaran con el ejercicio del espejo. Este patrón de añadir gente se repitió hasta que jugamos entre todas en círculo e imitamos a cada persona en un movimiento natural y libre dentro de su propio ritmo. Cabe destacar que algunas/os participantes sentían dolor, por lo que su movimiento era más restringido y lento, no obstante, esto no fue impedimento para que guiaran la actividad cuando les correspondía. Incluso, resultó en una oportunidad de integración del grupo. Cuando una de las personas señaló “no, a mí no me imitéis porque es el movimiento de mi dolor” pero aún así se acogió dicho movimiento, se mostró expresivamente sorprendido y complacido.
Llegó el momento de creación y les invitamos a ver los elementos que estaban dispuestos en la mesa de materiales y los pliegos de papel continuo negro y blanco que estaban pegados en el suelo. Miraron detenidamente los rotuladores, pasteles y tizas, entre otros. Se les hizo una breve contextualización sobre la relación entre lo que conversamos en la exposición y la propuesta artística con palabras clave como movimiento y huella.
Ante esto, tomaron posición en el suelo y comenzaron a crear. Algunas personas empezaron de una forma más bien literal a marcar el contorno de su calzado y a realizar trazos dentro y alrededor. Otras personas dibujaron el contorno de su mano. Llamó la atención que además de la repetición de huellas de manos y pies, también se repitieron formas de plantas y seres. Asimismo, se ilustraron motivos que enlazaban las distintas creaciones. En un momento algunas personas necesitaron sentarse en sillas, así que las facilitamos.
En el cierre comentaron distintas apreciaciones sobre el proceso. Un participante que dibujó un trébol mencionó: “a ver si trae la buena suerte. A cada uno le puede llegar o no. En fin, diferentes puntos lineales de vida. La creatividad es para compartirla, para aprender”. Por otro lado, una persona que dibujó el contorno de su mano rodeada de amarillo, dijo “todo deja huella, deja marca”, y al preguntarle sobre otro elemento que rodeaba su dibujo, respondió que lo había hecho otra persona que “ha complementado mi obra”.
Por su parte, una de las profesionales del centro comentó que quería dibujar huellas que crearan un camino, pero de repente vio un bambú que realizó otro participante que había tomado clases de pintura china, y decidió no pasar sobre su obra. Ante esto, mencionó “he pensado otra forma más delicada de pasarla a través de un hilo”.
Una participante decidió dibujar su mano con plantas en cada dedo acompañada de las siguientes frases: Usar las manos solo para buenos propósitos / Las manos como flores / La savia de la vida / La mano una planta que da flores. Esta misma persona se detuvo a mirar la obra en su totalidad y comentó “eso parece como un platillo volante, un relámpago, parece como bíblico, como la creación, como si fuese a sembrar” / “Es como si la mano diera una orden y llega a la otra mano y comienza una plantación” / “Hay conexión entre toda la obra. La luz está dentro de la oscuridad, y a pesar de la oscuridad, consigue sembrar algo”. Otras personas complementaron con palabras como “energía”, “lluvia”, “el día y la noche”, y un participante que mantuvo un silencio constante, solo mencionó que “a veces dejamos huellas buenas o huellas malas en la vida”.
Antes de terminar, preguntamos si la actividad y la creación colectiva tuvo que ver con lo visto en la sala, y respondieron “sí, por el movimiento, como el que hay desde el trébol”, “por el último video, primero estaba bailando él, pero al final se hace todo un grupo, está conectado”.
Finalmente, una persona agradeció que la actividad haya sido “manual”, para “que no sea todo tecnología, 3D o inteligencia artificial”. A continuación, les dimos las encuestas, luego nos despedimos afectuosamente con agradecimiento y manifestaron que habían estado tan a gusto que no se querían ir.
En la reunión de seguimiento con el equipo, las profesionales nos informaron de la gran acogida que tuvo la actividad entre el grupo, siendo una grata sorpresa en especial el ejercicio de movimiento. Como aspecto a mejorar, solicitaron una mayor relación entre lo trabajado en el taller y en el centro. También señalaron que los participantes pudieron conectarse muchísimo mejor durante la parte creativa que durante la visita en sala.