Un portero de finca urbana en La Castellana
por Pablo de Mora
La entrevista se realiza a Emilio Paños, de 48 años y natural de un pueblo de Guadalajara. Emilio lleva nueve años trabajando como portero de una residencia en el barrio de Castilla. Hablamos de un barrio cercano a las cuatro (o cinco) torres de Madrid, compuesto por grandes bloques de viviendas y con algunas zonas verdes y parques (aunque estos están precintados debido a la pandemia). Emilio está actualmente soltero y vive en el bajo del mismo edificio en el que ejerce su profesión; este es de protección oficial y fue construido en época franquista. Actualmente habitan en la residencia tanto trabajadores jóvenes que comparten piso como familias y parejas mayores. Hemos elegido a este entrevistado ya que su oficio permite tener una visión bastante certera de lo que ocurre en el vecindario y, en concreto, en el edificio en el que trabaja. El mantener una relación constante con los vecinos de su bloque, incluso durante el confinamiento, y también con otras personas como pueden ser carteros, peatones u otros porteros nos parece suficiente para entender que un testimonio como el de Emilio puede ser muy útil para este proyecto. La entrevista se lleva a cabo en el mostrador de Emilio, el día 17 de noviembre de 2020, a las 10:39 horas de la mañana; en un momento en el que la Comunidad de Madrid se encuentra con confinamientos perimetrales en varios de sus barrios y en el que Castilla la Mancha ha prohibido el acceso desde otras comunidades.
¿Ha cambiado la gente desde marzo? ¿Crees que la situación se ha quedado igual?
La gente está más asustada, está con mucho miedo y claro muchas medidas de seguridad por cada parte de cada uno, pero por lo demás pues sigue siendo lo mismo (…) Algo ha cambiado. Está claro, que algo ha cambiado en nuestra forma de vida. Hasta que llegue la vacuna (…) Antes salíamos mucho más juntos, íbamos mucho más juntos y ahora ya nada, ahora hay una separación y hay un miedo a acercarte a otra persona que vamos.
¿Cómo te mueves ahora por Madrid?, ¿en transporte público, en bicicleta, en coche, andando? ¿A dónde vas cuando te mueves?
No me muevo. Directamente [ríe] (…) Nada, a comprar a Mercadona.
¿Ha cambiado mucho tu jornada laboral al llevar mascarilla?
Yo que soy muy activo y eso pues en el sentido de la mascarilla te asfixia mucho. Es un cambio (…) que si eres una persona muy tranquila y la llevas la mascarilla y eso (…) pero yo que soy muy activo desde luego (…) Me molesta mucho para trabajar. Es muy incómoda para trabajar.
¿La gente de tu edificio sale a trabajar? ¿Has notado que mucha gente teletrabaja?
Ahora hay (…) mucha gente joven en teletrabajo, eso sí, que ya no van a trabajar. Trabajan desde casa (…) Porque las empresas les obligan a eso, al teletrabajo. Y luego se salen un rato cuando tendrán su tiempo libre para salir un rato, para despejarse un poco de la casa.
¿Te han transmitido los vecinos qué cambios han vivido?
Aquí hay mucha gente que son gente de otras provincias y eso y sí les ha cambiado la vida en cuanto a ver a sus padres… con los confinamientos, no han podido ir a verlos, los echaban de menos y… sí les ha cambiado la vida.
¿Cómo ves la situación de los comercios cercanos?
Pues el comercio es lo que se está hundiendo mucho. El comercio, los restaurantes y bares es lo que más… hombre, y las discotecas y todo eso, eso ya está hundido, eso vamos… eso no sé lo que remontarán y lo que no, pero vamos… eso ahora mismo está muy hundido (…) No te apetece muchas veces salir a una terraza, y no es lo mismo que antes, la libertad que tenías antes de irte a un bar y de eso (…) Si un día está lloviendo pues no sales porque directamente (…) hace frío o lo que sea. Más ahora que viene el invierno. Eso va a perjudicar mucho ahora a los bares y restaurantes (…) Yo que soy fumador también, pues imagínate (…) No pasar adentro, sino que encima no… pues prefieres tomártelo en casa, la verdad sea dicha.
¿Cómo vives el no poder ir a tu casa los fines de semana?
Pues lo llevo mal… lo llevo mal que ahora Castilla la Mancha esté cerrada. Madrid abierta, Castilla la Mancha cerrada… y que luego, cuando a lo mejor Castilla la Mancha la abran, Madrid la cierren (…) Es lo que hay (…) Claro, tengo que quedar aquí y eso (…) Claro, no te vas a exponer a una multa (…) No, yo de todas maneras, aunque voy al pueblo, a mi casa (…) es un pueblo muy pequeño, y tampoco frecuento los dos bares que hay. Yo directamente pues a lo mejor me voy allí a mi casa o me voy a dar una vuelta al campo… cosas de esas, pero yo tampoco me mezclo con la gente mucho porque tal y como están las cosas no se puede.