La vida de un jubilado en Usera durante la pandemia
por Ignacio Bautista Roldán
La entrevista tuvo lugar con Antonio Fernández Ruiz, amigo de mi familia desde hace mucho tiempo y jubilado este mismo año, ya que cuenta con la edad de 65 años. Él vive en uno de los barrios obreros más emblemáticos de Madrid: Marcelo Usera. Mi objetivo fue entrevistarle viendo la figura del jubilado en la pandemia y el confinamiento, para poder observar cómo se han sucedido los diferentes cambios en diferentes ámbitos propios del barrio de Marcelo Usera y en la Calle de la Pilarica en concreto, como el económico, el social o, incluso, el personal.
Pues viendo cómo ha sido todo esto, incluyendo el confinamiento, ¿Cómo cree usted que a una persona que ya tiene la jubilación como usted le ha podido afectar por su zona, por su barrio?
Hombre pues con muchas restricciones te sientes muy restringido, aunque hay un tema de fuerza mayor que nos hace ser conscientes de que tenemos que tener tranquilidad y evitar el máximo posible, es decir, cuando salía a la calle lo que era deprimente era ver las calles vacías, ese ha sido un tema que afecta como persona, y a la hora de tener que moverme con el coche para poder asistir a mi madre me llamaba la atención la poca circulación que había, con lo cual por un lado me sentí afortunado de no tener unas obligaciones diarias de tener que ir a un trabajo pero sí veía que Madrid estaba completamente vacío, afortunadamente. Es decir, es algo que también me llenó de orgullo, ver cómo los madrileños habíamos entendido qué era lo que estaba pasando, la gravedad de la situación, lo cual me reconforta, ya que veo que yo, aunque esté jubilado, la gente ha cumplido bien con sus obligaciones.
Y esta relación tan encomiable, tan entrañable, tan cercana con los vecinos, que los considera usted como en un pueblo, porque se conoce todo el mundo, ¿cómo cree que ha cambiado la relación entre lo público y lo privado? Es decir ¿Cómo cree que esta manera de compartir la vida de uno ha podido cambiar con el tema de la pandemia?
Hombre pues evidentemente ya no nos paramos a hablar como podíamos hacer en tiempo atrás y claro, lo que se echa de menos es que no puedas dar siquiera la mano a alguna persona, o darle un beso, eso nos ha condicionado a todos, y es algo que se echa de menos, y esperemos que algún día esto quede controlado y podamos volver a tener las experiencias que teníamos a diario, es decir, en un momento determinado a un vecino poder darle un abrazo o un beso, eso es lo que se echa de menos, pero bueno, es algo que tenemos que asumir por la situación en la que estamos.
¿Y usted cree que Marcelo Usera es un lugar donde antes de la pandemia la gente se relacionaba de manera más estrecha porque sea uno de los barrios más grandes del sur de Madrid? ¿Cree usted que la relación es igual de estrecha tanto por la zona que usted me ha comentado, en la Calle de la Pilarica, como en el resto de las zonas de Marcelo Usera?
Hombre, lo que sí se nota es que hay ya, es decir, el vernos ya no es tan asiduo, como podía haber sido antes de la pandemia. Aquí lo que sí se ha notado es que ha habido una rotura de comunicación, es decir, no todo el mundo nos podemos ver cómo nos gustaría, eso ha sido una de las grandes diferencias que se están produciendo en el Madrid de la pandemia, ya cada uno mantenemos unas distancias, es decir, si antes nos podíamos ver o podíamos quedar con los vecinos a tomar un café a lo mejor cada fin de semana, pues eso ha pasado a la historia. Ahora podemos quedar una vez al mes o cada mes y medio, cosa que es comprensible para todos, es decir, todos nos tenemos que proteger los unos a los otros: esa es la gran diferencia, que ya el contacto se sigue manteniendo en lo que es la amistad, pero no hay el mismo número de contactos que teníamos antes de la pandemia.
Y en estos contactos usted a la hora de desarrollar visitas de familiares o amigos, por ejemplo, el hecho que usted me ha comentado acerca del cuidado de su madre, ¿cree que se desarrolla de otra manera o en otros sitios o que se utiliza más otro medio de transporte? No sé si utilizará usted un vehículo de ámbito privado o un vehículo de uso público, véase el autobús. ¿Cómo cree que en las relaciones familiares y de amistad se desarrollan, o si se desarrollan en otros sitios debido a que alguna persona sea de un grupo de riesgo?
Pues mira, en principio yo, particularmente, la forma de moverme por Madrid ha pasado de utilizar masivamente el transporte público, es decir, el Metro y el autobús, a utilizar el vehículo propio. Era una forma de ir buscando el mínimo de contacto con el resto de las zonas, sobre todo cuando salías del barrio y te movías por zonas en las que no conoces a nadie. No obstante, dentro del barrio también hay sus precauciones y me parece que es por parte de todos, es decir, no solo por mi parte sino también por los allegados que tenemos, ellos también frenan los contactos, cosa que me parece además sensata, cuantos menos contactos tengamos, mejor para todos.
Y el hecho de tener cuanto menos contacto mejor, ¿cree que ha podido afectar en otro tipo de uso de su barrio? Es decir, ¿cree que ha cambiado el uso? ¿Se encuentra otro uso de su barrio como por ejemplo en la forma que tienen de llevar los bares, o las tiendas, o inclusive la manera de hacer deporte, alguien que pueda salir a hacer deporte a correr un día?
Sí, evidentemente ha cambiado todo. Ya el tema de los bares no tiene la misma utilización que teníamos antes de la pandemia, por un lado, está, es decir, se ha restringido el uso de los bares, es decir, ahora mismo nadie puede estar tomando un café en una barra, tiene que estar en una mesa, con lo cual el aforo que puedan tener o que tenían antes los bares ha bajado muchísimo. Luego por otro lado existe también – ¿entiendo, ¿eh? – un miedo que tenemos los ciudadanos, es decir, ahora mismo donde normalmente se toma café antes nos podíamos juntar unas quince o veinte personas y ahora la mitad o menos en las horas que normalmente vas todos los días. Yo, que soy un cafetero, pues por lo menos me tomo dos o tres cafés, y además me gustan de bar, pues dos o tres bares que recorro todos los días, y ahí se ve que la gente no acude como acudía antes de la pandemia, con lo cual esto también te hace ver el problema económico que significa para el país, y al mismo tiempo también lo que es en las tiendas, las tiendas no tienen el aforo que cuando tu pasabas por las calles, donde veías en un comercio tres o cuatro clientes, ahora no, ahora puedes ir con toda tranquilidad que te puedes encontrar uno o dos clientes comprando al mismo tiempo, esto ha cambiado radicalmente, desgraciadamente, porque esto además tendrá unas consecuencias económicas a medio y largo plazo que nos va a costar mucho salir de ello, aparte de la gente que ha perdido la vida, claro.