Proyectos de Investigación

“Somos la vergüenza de Europa“

por Iván Martínez García

 

“En estos momentos, el nivel de riesgo de España es relativamente bajo. No hay ninguna razón para alarmarse, está controlado".

Fernando Simón (9 de Febrero de 2020)

 

Nuestra entrevistada, Irene García Gonzalez, es una madrileña que reside en la ciudad de Madrid pero que tiene su negocio en el municipio de Villarejo de Salvanés. El citado municipio se encuentra enmarcado en el kilómetro 50 de la autovia nacional A-3. Irene vive en un pequeño piso del distritito madrileño de Nuevos Ministerios, es madre soltera-divorciada con un hijo de cuatro años y directora de un Hotel-Restaurante. Según nos ha contado en la entrevista, para Irene el primer confinamiento fue un parón obligado que le permitió estar en su casa, reencontrarse con ella misma y prestar a atención que no puede ofrecerle diariamente a su hijo debido a su trabajo.

“Yo, para mi el confinamiento fue…pues un parón obligatorio en el que aproveché para hacer muchas cosas. Yo llevaba mucho tiempo fuera de mi casa porque entre el negocio, el divorcio y todas las cosas…llevaba sin vivir en mi casa tres años. Y en esos meses aproveché para ordenar mi casa, estar en mi casa, sentirme bien, estar bien. Sinceramente ahí bien. Ahora, y además aproveché para estar mucho más con mi hijo que tampoco…con el tema de la hostelería…es muy incompatible con la vida familiar”.

Como podemos comprobar, el primer confinamiento para ella fue beneficioso en algunos aspectos personales o intímos. Asimismo, es necesario detacar que a nivel económico no tanto. En el primer confinamiento de marzo, Irene tuvó muchísmo miedo pero no por su persona, sino por la de su padre. Tanto ella como su padre de setenta años son los directores del negocio hostelerio citado en líneas superiores y para Irene los días antes de la declaración del Estado de Alarma lo pasó “fatal” debido a que su padre era quien estaba expuesto cara al público. Así lo afirmó en la entrevista:

“A mi lo que me pasó es fue que como nos dieron lo del el cole el martes…yo ya no fui más. Porque yo ya el miércoles me quedé con el niño en casa pero mi padre trabaja conmigo. Tiene setenta años. Mi padre es el que estaba allí.  […] Y yo pasé un agobio hasta el día que nos cerraron en pensar solamente que a lo mejor…claro la gente seguía saliendo…A lo mejor no éramos conscientes de lo que realmente nos venía y la gente seguía haciendo su vida normal. Y entonces yo tenía como una responsabilaida interna  de decir… ‘joder es que siguen viniendo aquí y es que está mi padre de setenta años dando la cara’.”

La entrevista nos aporta otra información paralela sobre quienes van a su negocio. En consecuencia,  la entrevistada nos narra que en el mes de julio el 99% de las personas que se hospedaron en el hotel son gente que residen en Madrid o que iban de paso. Es decir, para descansar y posteriormente continuar su viaje:

“Sí. Yo tengo…ah bueno es que yo tengo dos cosas. Tengo hotel y restaurante. Entonces yo en tema del hotel, yo tengo todos los meses una encuesta del INEM para ver un poco tal. Pues el mes de julio, lo miré ayer para decirtelo,  el 99% fueron de Madrid. En julio el 99. Luego normalmente siempre tienes…pues yo que sé…me ha pasado mucha gente de paso. Gente de Valencia que a lo mejor se van al norte y entonces hacen una noche y luego siguen o una cosa así”.

En consecuencia, la entrevista nos aporta una información de un gran valor sobre si tuvo miedo/tiene miedo al virus o no, cómo pasó ella y su familia el confinamiento como tambíen algunos aspectos políticos actuales sobre las estructuras adminstrativas y políticas de España. La respuesta de la entrevista nos dibujó algunas problemáticas que tiene el estado español; es decir, la debilidad sobre la que se sustenta España.

“Asqueroso. Asqueroso, vergonzoso, indignante. Somos la vergüenza de Europa por culpa de la gente como ellos y te hablo de todos. Es que no me gusta ninguno. No suelo discutir por política con nadie, no me suelo meter en nada porque cada uno tiene su opinión y creo que desde el respeto cada uno puede opinar lo que le de la gana. Pero lo que no puede ser es que estemos en pleno verano sin vuelta al cole y que esté cualquier político, porque lo han estado todos, en la playa, en un yate, en un “no se qué” y nosotros sin saber si vamos a llevar al niño, si tengo que comprar los libros o no los tengo que comprar. Si va a ver colegio o no va a haber. Es que no puede ser. Y que estén…pues como lo que me has dicho antes: “Madrid cerrado..abre...Es como una lucha de poder. ¿Que yo abro? Pues yo cierro porque yo mando más”. Que es culpa de los dos eh, que yo tampoco defiendo a ninguno ni al otro pero ha sido bochornoso y vergonzoso la imagen que hemos dado a Europa”.

Por último, quiero manifestar la respuesta de la entrevistada sobre si ella se pondría o no la vacuna. Desde mi perspectiva, es irónica la respuesta:

“No, ni de coña. A ver, yo tengo una cosa muy clara; yo voy a hacer lo que hagan los chinos”.

¿Por qué nuestra entrevistada expresó la cita anterior? Sus argumentos son los siguientes:

“O sea, si los chinos han conseguido…pero es que mira…¿Tú has leído alguna vez cómo han gestionado la pandemía los chinos? […] Los chinos, o sea, tú vas ahora, hoy por hoy, por supuesto por alguna razón justificada y no de viaje. Tú te vas ahora mismo a Wuhan y te hacen catorce “PCR”, te meten en un hotel catorce días, no sales [de allí] ni para respirar. Después de esos catorce “no sé qué” y tal luego tienes que estar…Eso es una…Yo entiendo que a lo mejor no hay que ser tan estrictos pero así no tienen contagios. Tienen cero contagios. Nosotros no tenemos ningún tipo de control. Aquí entra quien le da la gana, hacen lo que le dan la gana. No…no hacemos nada”.

 

Foto: Hotel-Restaurante “La Bodega de Quintín”. Villarejo de Salvanés.