Sociedad contra COVID-19: el día a día en la nueva normalidad
por Daniel Domínguez Peláez
En esta entrevista formulo una serie de preguntas acerca de la situación previa y posterior a la pandemia a Eugenio Castro Valhondo con el objetivo de poder conocer cómo el COVID-19 ha transformado el modo de comportamiento social en su zona de residencia. Eugenio es residente en el municipio de Pinto, ubicado en el Sur de la Comunidad de Madrid, a media hora de la capital española. Es un joven de veinticinco años, graduado en Marketing y desempleado en estos momentos. Así mismo, convive con sus padres biológicos, Beatriz-Elke Valhondo Lindert y Eugenio Castro Álvarez. Decidí elegir a Eugenio para la entrevista dado que es un gran fanático de la historia y, por tanto, quería hacerle partícipe de ella por medio de su aportación.
En la entrevista Eugenio lleva a cabo una comparación de su vecindario narrando cómo era su barrio cuando él era pequeño hasta la actualidad. Así mismo, Eugenio ofrece su opinión acerca del impacto de esta pandemia en el cercano periodo navideño ha cambiado la concepción o la imagen respecto a los espacios abiertos. No solo ofrece una visión de esa importancia de los protocolos sanitarios a la hora de combatir este horrible virus, sino que también muestra la importancia del iluminado navideño a la hora de llevar a cabo compras, es decir, que la entrevista no solo aporta información sobre el comportamiento social a la hora de desarrollar la vida cotidiana, sino que también ofrece información desde el punto de vista económico.
En relación a ese iluminado navideño también se lleva a cabo un análisis de los cambios producidos a la hora de socializar o de reunirse con amigos y/o familiares, ya sea en espacios públicos, en bares, casas, restaurantes, y en relación a ello cómo esta pandemia ha provocado un acentuado cambio en los hábitos de consumo o en la forma de consumir debido a las restricciones y normas sanitarias establecidas por el Ministerio de Sanidad del Estado español y de la OMS… A raíz de ese cambio de comportamiento y del análisis de por qué se colocan luces navideñas también se analiza la importancia de los medios de transporte y el cambio de comportamiento a la hora de utilizarlos en esta época de pandemia. Finalmente, se lleva a cabo un planteamiento de la visión futura del vecindario de Eugenio.
¿En el espacio privado también ha habido un cambio de comportamiento?
Sí, sí, o sea totalmente. Antes yo no ponía tantas trabas a la hora de quedar, y sí que es verdad que ahora tengo un poco mi grupo burbuja en los cuales yo sé que ellos también han creado esa especie de burbuja y no me abro demasiado. Sigo quedando con pocas personas, siempre las mismas y en espacios normalmente quedamos en espacios abiertos, porque es lo que yo considero que es más seguro, porque al final cuando estás con gente de confianza en un espacio cerrado muchas veces te quitas la mascarilla porque te agobias o hace calor, y al final en esos momentos de descuido es cuando todo se puede descontrolar, así que sí que es verdad que he intentado tomar esas pautas de crearme la burbuja para estar más seguro y mantenernos en espacios abiertos también para que sea más complicado que pueda haber un posible problema, un contagio. Porque al final cuando estás en un espacio cerrado qué más da tener mi grupo burbuja si en la mesa de al lado a lo mejor resulta que no hay un grupo burbuja y les da igual, pues ahí puede haber un posible contagio, por lo que prefiero que sea en un espacio abierto y que corra el aire. Por lo que sí, mi forma de relacionarme ha cambiado bastante por eso, porque yo me considero una persona bastante social y me ha limitado un montón todo esto.
Entonces hemos dicho que has cambiado tu patrón de comportamiento de cara a espacios privados y públicos y también a la hora de socializar, ¿crees que las visitas que llevas a cabo a familiares o amigos han cambiado de forma extrema o de forma sutil?
No, no, han cambiado radicalmente. Y fíjate que llevamos tiempo, pero a mí todavía se me hace raro quedar con alguien y no poder darle un abrazo o darle dos besos, y tener que darle que si codo…Se me hace súper raro, porque además yo soy una persona bastante cariñosa, entonces ese cambio para mí ya es muy brusco. Y luego eso, el tener que planificarlo tanto todo porque antes era “va, quedamos a las cinco en tal sitio y ya vemos que hacemos”, no, ahora es “vamos a pensar qué hacemos porque si este sitio está ocupado no podemos estar dentro si hay mucho tal, tenemos que tener un plan B por si nos ocurre por si tal”. Al final, llega a ser un poco estresante el tener que tenerlo todo tan a, b, c, tan planeado, tanta pauta, entonces sí, yo considero que ha sido un cambio radical, pero por eso, primero por limitar el número de relaciones, por la forma de comportamiento con mis propios amigos, porque al final es más distante quieras que no, si les ves, pero no hay abrazos. Para mí ha sido bastante chocante y no me hago a la idea, ¿y cuánto tiempo ha pasado? Llevamos meses. Pero si, al menos a mí, a lo mejor hay gente que no es tan cariñosa o cercana y no ha notado tanto el cambio. Pero es que al final son muchos cambios, no estamos hablando solamente de una mascarilla, estamos hablando de a dónde puedes ir, a dónde no puedes ir… Bueno luego también, ahora con el tema de los horarios que estamos hablando de que tienes limitación horaria entonces también ves menos a la gente, este menos tiempo fuera… yo lo considero un giro de ciento ochenta grados.