Si no hay alumnos, no hay negocio: Las cafeterias de instituto en pandemia
por Antonio Miguel Fernández
En esta entrevista he realizado una exploración de cómo ha afectado la Pandemia del Covid-19 a los institutos de la comunidad de Madrid, en concreto a los negocios de las cafeterías de éstos, analizando el caso del IES Alpedrete, del municipio homónimo de la Sierra de Madrid, y su cafetería, regentada por Ramona desde hace años y que ahora se encuentra en graves dificultades económicas. Además, a partir del caso de la cafetería, se habla de cómo la situación de pandemia ha afectado a alumnos y profesores, su relación entre ellos y con la propia cafetería. En la entrevista se abordarán todos estos temas, además de hablar sobre la situación de los negocios de hostelería del entorno afectados por la pandemia y sobre cómo Ramona ve el futuro de su negocio en los próximos años.
La entrevista se realizó el 22 de noviembre de 2020, por medio de la plataforma Zoom.
¿Cómo has vivido el instituto y Alpedrete durante los últimos meses?
Empezamos a partir del 11 de marzo (el confinamiento) y estuve bastantes meses sin trabajar, desde marzo hasta septiembre, que empezamos pero no de una forma normal. En mi caso, cobré solo los 3 primeros meses, ya que como autónoma no me correspondía la prórroga, y desde el mes de marzo al mes de septiembre no tuve nada de ingresos. Durante este tiempo no sabía si podría volver a trabajar, tratándose de un instituto con muchos niños, por lo cual estaba en casa sin ingresos y sin saber si volvería a trabajar en septiembre.
¿Cómo ha cambiado tu relación con los alumnos tras la Pandemia?
Antiguamente entraban a la cafetería alumnos y profesores sin mayor problema, pero empecé en el mes de septiembre con solamente los profesores pudiendo entrar a la cafetería. Ahora tan solo vienen la mitad de los alumnos al instituto, al ser semipresencial, y si antes bajaban a la cafetería una parte importante del instituto, ahora solo pueden bajar a través de la ventanilla, sin poder entrar directamente, por lo que tengo muy poquitas ventas, con los niños se ha notado muchísimo. En cuanto a los profesores, bajan un mínimo de profesores y tampoco entran al mismo ritmo en la cafetería. Por esto, ahora no tengo ni un 50% de los ingresos que tenía el año pasado.
¿Ni un 50%?
Sí, sí, menos del 50%, ya que los cursos de 3º y 4º no pueden salir al patio en la hora del recreo, que es cuando me compran, y salen del instituto, y solo me quedan los niños pequeños para comprar. A la hora del recreo es cuando realizo más venta con los niños, y ahora ya no pueden entrar en la cafetería, los atendemos por una ventanilla, pero ya no hay alumnos.
Claro, porque a ti esta situación te ha trastocado completamente, ¿no?
Efectivamente, no tiene nada que ver, y veremos cómo estamos el curso que viene. Pero mientras no sea todo presencial será así. Tú imagínate, hay cursos que se reparten: Bachillerato, por ejemplo, creo que están todos en casa, y el resto, una parte viene el lunes, miércoles y viernes, y la otra parte el martes y el jueves, que es la mitad de todos los alumnos, y de ellos, la mitad no me vienen a la cafetería en el recreo, ya que se van a un patio que tienen fuera del instituto. Por lo que al final mis ventas se han reducido a mucho menos del 50%, tirando de los profesores y de los pocos alumnos.
¿Has notado que otros negocios hayan cambiado en la zona?
Sí claro, porque yo con el instituto tengo un canon, que pago al año, no tengo que pagar al mes un alquiler, pero la gente que tiene que pagar un alquiler día a día han tenido que cerrar, ya que tienen que pagar a gente que trabaja para ellos. Ya que de sus negocios consiguen su sueldo y si no tienes para vender, no puedes pagar y tienes que cerrar. El negocio de la hostelería es el que más se ha visto afectado, ya que no puedes mantener el negocio sin ingresos.
Claro, en tu caso si no fuera por el canon habrías tenido que cerrar, ¿no?
Exacto, yo pago al año una cantidad de dinero. Pero los precios son distintos, ya que los ponen el Consejo Escolar y son mucho menos que fuera.
¿Cómo ves tú el futuro de los negocios de Alpedrete?
Pues muy mal, ya que la situación no tiene pinta de mejorar al ritmo que vamos. Y tampoco en un futuro próximo, la situación no va a mejorar ni dentro de un año ni de dos, para poder levantar todo esto van a hacer falta bastante años, en mi opinión.
¿Has notado algún cambio en tu relación con los alumnos?
Pues sí, porque antes había mucha cercanía, porque llegaban a la cafetería y te contaban sus cosas, que si lloraban, pues yo lloraba con ellos, o te contaban sus alegrías. Echo de menos que me bajen a la cafetería. Con los nuevos de primero de la ESO, otros años tras la presentación bajaban a la cafetería y me aprendía sus nombres y nos conocíamos y este año eso se ha perdido. Y con los profesores también había mucha cercanía, que ahora se ha perdido. Los que llevan más tiempo se me acercan a la ventanilla y me preguntan cuándo nos van a dejar volver a entrar en la cafetería.
En un tono más personal, ¿Cómo ha afectado esta situación a tus hijos?
Pues yo tengo un hijo de 16 años en el instituto, que está muy agobiado porque no le da tiempo, porque van en 2 semanas, 5 días presenciales, entonces no dan de sí, ya que si otros años le costaba alguna asignatura, ahora se hunde él mismo, y tiene mucho miedo de cómo será el año que viene, que empieza 1º de Bachillerato.
Y ¿Cómo has visto que los profesores se hayan adaptado a la nueva situación?
Esta situación ha afectado a todos. Para los profesores es mucho más trabajo de lo que tenían y tienen que adaptarse a la situación difícil, ya que no hay solo un nivel de niños.
Bueno, ya estamos acabando, así que ¿tienes algo más que destacar sobre los cambios en tu vida, el instituto o Alpedrete en general?
Ha cambiado totalmente, y no pensaba que fuéramos a llegar a esto. No puedes contar con el día de mañana, lo que es bastante duro. Antes podías hacer planes, y no preocuparte pero es que ahora no puedes hacer planes ni saber lo que te puede pasar el día de mañana con todo lo que está pasando.
Y en tu caso particular, si la situación no mejora ¿te planteas cerrar la cafetería?
Pues espero que no, eso es lo que me queda. Y ojalá que el año que viene mejore la situación, aunque no sé si hay esperanza para el curso que viene. Este año ya seguimos así, pero no sé cómo estaremos el curso que viene, espero que no tenga que cerrar. No tengo muchas esperanzas, pero algo queda.