La “pospandemia” y el cáncer
por José Meroño Asenjo
La entrevista entre padre e hijo se desarrolla el 5 de noviembre de 2020 en el comedor del hogar familiar, sito en el barrio de Gaztambide y en el distrito de Chamberí; ambos sentados en el sillón y en una situación muy distendida.
El entrevistado es José Luis Meroño Valriberas, de 54 años de edad, padece de diabetes, hipertensión y un cáncer de pulmón desde enero de 2019, cuyo tratamiento también le provoca una inmunodepresión que apenas le permite salir. José Luis es taxista desde hace más de treinta años, aunque actualmente se encuentra de baja desde marzo de 2020 como consecuencia del tratamiento de quimioterapia y el inicio de la pandemia de covid-19; una pandemia que para él aún continúa y que se atisba duradera. Con él hablamos sobre todo de su situación personal con respecto a la vida pública y privada, así como de los cambios que él aprecia en el barrio y en su entorno laboral, sobre todo a través de las experiencias de sus propios compañeros; a través de su discurso podemos apreciar una historia de cambio radical como consecuencia de la enfermedad.
¿Cómo ha influido la pandemia en tu propia enfermedad?
Ha influido en que no salgo de casa, salgo lo menos posible, intento cuando voy al hospital subirme por las escaleras en vez de en los ascensores, si estoy en una sala de espera intento estar lo más lejos posible de la gente. Pero vamos, sí, ha cambiado radicalmente.
¿Y cómo has sobrellevado la enfermedad antes, durante y después de la pandemia? ¿Ahora es más complicado que antes de que todo esto empezara?
Hombre, antes lo llevaba mejor, porque, aunque estaba en tratamiento seguía trabajando, entonces con el trabajo siempre se te olvida un poco el tema de la enfermedad, lo llevas como de otra forma, aunque te canses más trabajando, pero descansas, trabajas de otra forma. Pero luego ya durante la pandemia se hace más complicado ir sobre todo al hospital, aunque a mí en el aspecto de las pruebas que me hacen y del control que me llevan no he tenido ninguno, porque las consultas han seguido haciéndolas; pero ahora otra vez que empieza la pandemia no sé cómo será, por ahora sigo igual, pero no puedo tampoco decir nada, siempre se ve más actividad por el hospital, se ve más gente, entonces no sé cómo influirá a partir de ahora, si habrá citas que me las cancelarán o no, dependerá, me imagino, de cómo vaya la cosa en el hospital.
¿Y has tenido miedo alguna vez por el propio tratamiento durante y después de la pandemia? Es decir, que este se parara o que se ralentizara, o alguna cosa de estas, como consecuencia sobre todo de los picos de enfermos en UCI y demás.
Sí, hombre sí, porque yo antes iba a hacerme pruebas, sobre todo cada mes o mes y medio me hacen un TAC, y cuando ha llegado la época de la pandemia, los picos, al principio yo me hice uno a finales de febrero, y entonces normalmente vas con hora, y puedes esperar cinco minutos, pero el último que tuve en febrero, cuando empezó el pico de la pandemia tuve que estar esperando allí a la entrada a que metieran a tres o cuatro personas de urgencias porque tenían un montón de urgencias. Entonces sí que alguna vez he temido que cuando vaya, a lo mejor lo mismo me tienen que dejar de hacer el TAC o me mandan otro día. Porque por ejemplo en aquel TAC que me hice a finales de febrero la persona que tenía que hacer el informe no hizo ni el informe, o sea, no hizo el informe me imagino porque ya no tenía tiempo ni para hacer el informe; estaba todo el día haciendo pruebas. Entonces pues esas cosas pueden influir en un tratamiento en un cáncer como el que tengo yo, puede que crezca en las zonas donde lo tienes, y entonces al no haber hecho el informe pues no sepas si ha crecido o no ha crecido; porque el médico que lo ve, lo ve, pero tampoco lo puede interpretar el oncólogo como lo hace un especialista. Y entonces pues en todo eso pues puede llegar el momento que sí que si hay mucho lío en el hospital te tengan que quitar consultas, te las tengan que retrasar o te las tengan que hacer algo, porque claro, si no pueden, no pueden.
Entonces dirías que en la situación pospandemia esto sí que ha mejorado relativamente.
Hombre, la relación pospandemia sí que ha cambiado, se ha llegado a una cierta normalidad, pero ahora mismo está otra vez volviendo, cuando voy al hospital se ve mucho más movimiento, mucha más gente esperando, sobre todo cuando te vas a hacer analíticas antes llegabas y te esperabas diez minutos, ahora hay días que llegas y hay cincuenta personas en una cola esperando para poder coger solamente el papelito en la máquina para que luego te lo hagan; con lo cual antes tardabas diez minutos y ahora tardas una hora u hora y media. Entonces, me imagino que según vaya evolucionando la pandemia otra vez, pues podríamos llegar al mismo problema que había antes.