Evitación de contagios y de fracaso escolar: la nueva situación en el colegio Alfonso Rodríguez Castelao
por Kadisha Ebale Oyono
La entrevista fue realizada el 24 de noviembre de 2020 con Lisandra Mauriz de la Cruz, directora del colegio Alfonso Rodríguez Castelao en el sur de Móstoles, un municipio en la Comunidad Madrid de carácter residencial acoge mayoritariamente a personas de clase media. Lisandra Mauriz, de 36 años, nos habla de los protocolos de movilidad adoptados en el centro, las técnicas para mantener las ratios adecuadas de personas, los nuevos sistemas de prestación de servicios, además de la metodología docente y sus resultados. En cuanto a lo espacial, se hablará sobre aspectos como la nueva distribución del centro o la incorporación de nuevos elementos.
¿Dirías que el centro ha evolucionado para convertirse en un espacio con una distribución mucho más rigurosa para evitar los contagios? ¿Me podrías dar un ejemplo de cómo se ha aplicado esta rigurosidad? Por ejemplo, yo lo he notado al mirar las escaleras. ¿Podrías indagar más en cuanto a este aspecto?
Sí, se ha notado, sobre todo, lógicamente, en los grupos. Antes teníamos una ratio de hasta veinticinco o veintiséis niños y ahora la ratio es de veinte. Antes también realizábamos actividades en educación física con alumnos de distintos grupos, ahora no, ahora solamente es con los alumnos del grupo estable. También se realizaban actividades del colegio colectivas como la Navidad o el Carnaval y este año tenemos que adaptar todo esto para evitar la pandemia. Luego también que hemos tenido que señalizar espacios, poner líneas de flujo de circulación para que los grupos no se mezclen, y sobre todo tener mucho control de temperatura, de lavado de manos, de uso de gel hidroalcohólico... Entonces, en general, todos estos mecanismos se han introducido a raíz de la pandemia.
La imagen típica que tenemos de los colegios españoles generalmente es, antes de las entradas o cuando se van a producir las salidas, de la aglomeración de padres que están esperando a sus hijos etc. Teniendo en cuenta que las condiciones sanitarias ya no permiten digamos que se pueda hacer eso sin tener esa ansiedad de que se produzcan posibles contagios, ¿qué habéis hecho para evitar que se junte toda esa gente digamos en el espacio exterior?
Pues como este año la resolución del 28 de agosto ha permitido realizar una entrada y una salida escalonada hasta un máximo de veinte minutos, lo que hemos hecho es establecer un horario de entrada para la etapa de infantil y otro horario diferenciado para la etapa de primaria. Los profesores también se sitúan en un espacio visible en la entrada del colegio para facilitar que los alumnos entren separados y se puedan hacer las filas sin mezclarse, tanto en la entrada como en la salida.
Más referente a la incorporación de elementos físicos, digamos más allá de los geles, ¿ha habido algo más que haya tenido que ser eliminado o introducido?
Sí, hemos tenido que establecer mamparas, hemos tenido que establecer sillas para separar un lugar de otro, mesas para establecer la distancia entre un equipo y otro, mamparas y biombos de separación de un grupo estable con otro para adaptar las nuevas aulas… Todo este material ha sido necesario para evitar un contagio.
La situación de la pandemia, como he estado comentando hasta ahora, nos ha expuesto a varios cambios en las aulas. Ahora mismo podemos observar el desarrollo de aulas mixtas en las que se han mezclado niveles. Ante esta situación, ¿qué metodología han empleado los profesores para dar sus temarios teniendo en cuenta que en estas aulas tienen que trabajar con niños de diferentes niveles?
Pues no nos ha quedado más remedio que para dar respuesta a estas necesidades programar en niveles distintos. Mantenemos la misma metodología que manteníamos antes en las clases habituales pero lo que hacemos es programamos contenidos del nivel inferior y del nivel superior, realizando un seguimiento de los mismos y, sobre todo, hemos destinado la organización del profesorado a apoyar estas aulas.
Entonces digamos que no habéis hecho un esfuerzo por digamos estandarizarlo de manera que todos den un contenido, sino que…
No, se ha realizado una enseñanza individualizada según las necesidades del grupo. Lo que sí hemos hecho es que las aulas de los grupos mixtos tienen más refuerzo de profesores en horas y en número de maestros que el resto de las aulas que son solamente de un mismo nivel.
Obviamente, habíamos comentado que se evitaban las rotaciones por el tema de evitar los contagios, pero muchas veces, tanto para profesores como para alumnos, es imposible no tener que cambiar de aula o tener que utilizar cualquier otra para hacer lo que tengan que realizar. Entonces, ¿habéis adoptado algún tipo de protocolo para llevar a cabo estas movilizaciones para evitar los contagios?
Se ha realizado lo que es un protocolo anticovid para todo el colegio desde el mes de septiembre y vamos en formación, de hecho, hoy tenemos una formación a la una y media todos los coordinadores covid. Y lo que hemos hecho es organizar el horario del profesorado para que el profesor imparta todas sus asignaturas dentro de clase. Vale, entonces, el profesor que obligatoriamente tiene que compartir un grupo con otro, para él o ella es obligatorio el uso de gel hidroalcohólico, de mascarilla y la toma de temperatura antes de impartir clase en el nuevo grupo.
La provisión de ciertos servicios como el préstamo bibliotecario obviamente se han visto repercutidos ante la situación sanitaria. ¿Cuál ha sido el cambio que habéis tenido en este sistema?, ¿ha afectado esto a la efectividad de la provisión de servicios básicos a los alumnos?
Hemos tenido que realizar cambios de la misma forma que con el préstamo de juguetes y de juegos en los patios. Entonces, lo que hemos hecho es darle mayor importancia a la biblioteca de aula lógicamente realizando una mayor inversión de libros. Lo que hacemos es un sistema rotativo de préstamo por aula. Si antes teníamos a lo mejor cinco libros de un mismo título pues en este caso no nos ha quedado más remedio que ampliar los recursos y comprar veinte libros de cada título. Se establecen cuarentenas de los libros y un sistema de rotación hasta que se puedan volver a prestar para que no supongan un foco de contagio cuando volvamos a realizar el préstamo.