por Almudena Feyjóo Oliver

 

Esta entrevista ha buscado orientarse hacia los cambios que han acontecido en Madrid tras la Pandemia del COVID-19 y cómo la ‘gente común’ y los barrios se han visto afectados. A través de la expresión de Historia Oral, la experiencia de los madrileños permite ampliar nuestro conocimiento sobre las transformaciones que se han dado en Madrid desde la Pandemia.

La entrevista está realizada en el barrio de Malasaña, puesto que esta zona es uno de los espacios más emblemáticos e icónicos de la ciudad de Madrid y de su historia, con José María Feyjóo, 55 años: si bien en la actualidad reside en otro municipio, se ha criado y crecido en este barrio madrileño, luego su experiencia vital en el barrio de Malasaña puede ilustrar los cambios que se han dado en este espacio. Asimismo, su trabajo como funcionario le ha permitido recorrer varios distritos de la ciudad madrileña, incluido el Distrito Centro, donde se encuentra el barrio de Malasaña, de forma que puede comparar la situación de los diversos barrios de Madrid. En definitiva, el entrevistado, al conocer de manera directa los cambios producidos tras la pandemia, puede comprobar las diferencias manifestadas entre octubre del 2020, fecha de esta entrevista, respecto a marzo del 2020, momento en el que se estableció el Estado de Alarma ante la amenaza de la pandemia del COVID-19.

 

¿Cómo has visto cómo se desarrollan las visitas familiares y las reuniones entre amigos? ¿Se hacen más reuniones en casa o se va más a los bares? ¿Crees que, en general, se organizan las reuniones de otra manera?

Visitas hay cada vez menos, muy pocas. La gente procura reunirse lo justo, porque hay muchísimo miedo al contagio, y más si ocurre que contagias o te contagia un amigo o un familiar. Hay cada vez menos reuniones y creo que la gente está esperando a que pase esto para poderse reunir. Si es cierto que, en algunos casos, procuran que no haya más de seis personas, pero la verdad que, en líneas generales, la gente está esperando a reunirse en condiciones.

Es decir que crees que hay cierto clímax de desconfianza de unos hacia otros, ¿no?

Sí.

Ahora vives en otro municipio, aunque siempre has vivido en el Distrito Centro, ¿tú ahora notas que, desde el municipio en el que vives hasta que llegas al trabajo, se usa más o menos transporte?

Se usa menos transporte por el teletrabajo, la gente trabaja desde casa. Se ha hecho todo lo posible para que eso ocurra, entonces yo he visto que los autobuses y los trenes son muchísimo más vacíos: hay menos gente y mucho más sitio para sentarse y desde luego, hay un ambiente mucho más frío y de desconfianza; alejarse los unos de los otros procurando que haya la mayor distancia posible entre un pasajero y el otro. Hay mucho miedo.

Por tu trabajo tienes que recorrer varios distritos, incluso aquellos que conoces desde pequeño, ¿has notado que en estos últimos meses han cerrado muchos negocios que conoces de ‘toda la vida’?

Desgraciadamente sí, he visto cerrar muchísimos bares, tiendas, comercios, cines… Hace poco estuve en una calle y vi que en unos 15-20 metros, había 4 bares todos cerrados, y los de enfrente también. Era en la Calle de Magallanes.

¿Y qué iniciativas emprenderías tú para reactivar, en este caso, el barrio de Malasaña?

Desgraciadamente, hay que esperar a que acabe la pandemia. Después de eso hay que intentar ayudar a los pequeños negocios y comerciantes con pequeños créditos. En su día, se ayudó a los agricultores de esa misma manera y en muchos sitios salió bien. En Malasaña sería una inversión segura. Los bancos y las cajas deben ayudar a estos pequeños comercios para que se vaya levantando Malasaña y muchos otros barrios, pero Malasaña se ve que la gente quiere salir fuera, volverse a reunir, hay muchísimos pequeños emprendedores seguros, pero habrá que ayudarles, aunque eso sí, habrá que esperar a que termine la Pandemia, que vengan las vacunas y que terminen las restricciones.

Tú conoces Madrid al haberte criado ahí, ¿podrías comprar la situación de Malasaña con la de otros barrios que tú conozcas de Madrid?

Los barrios del Norte están mejor que en Malasaña, en líneas generales, pero los que están muy mal son los barrios del Sur: Villaverde, Vallecas... El confinamiento les ha afectado mucho y las restricciones aún más. Siempre han sido unos barrios incluso más humildes que Malasaña. Soy un poco escéptico; la gente lo está llevando francamente mal y veo que hay muchas tensiones en estos barrios tan humildes. La gente debería tener un poco más de paciencia y, por supuesto, cuando esto acabe, se deberían ayudar a los pequeños comerciantes de ahí con pequeños créditos para poder sacar sus negocios, porque además hay una cosa en la que estoy totalmente en contra: resulta que a la gente que tiene locales, les exige los cobros a los comerciantes, cuando a muchos locales se les ha obligado a cerrar. Me parece injusto: soy partidario de un congelamiento de alquileres mientras no se puedan utilizar. Si, por ejemplo, tienes un gimnasio y pagas 2.000 euros al mes, pero resulta que tiene que cerrar el negocio y le obligan al dueño del gimnasio a seguir pagando. Es absurdo, por eso soy partidario del congelamiento de alquileres mientras esté la pandemia y obliga a gimnasios y otros negocios a cerrar. De esta se va a salir.