El ocaso de la hostelería madrileña: testimonio de un camarero
por Carmen Chamarro Santamatilde
Viernes 13 de noviembre de 2020, cinco y cuarto de la tarde. España se encuentra atravesando un repunte en los casos por COVID-19. Entrevistamos en su domicilio a Guillermo Conde García-Hidalgo, residente del céntrico barrio de Tirso de Molina, localizado a pocos metros de la Puerta del Sol y el kilómetro 0 de Madrid. Guillermo, de treinta y cinco años, es camarero y ha encontrado otro trabajo tras la pandemia. Queremos conocer cómo ha experimentado este vecino la ciudad de Madrid en los últimos meses, centrándonos en los cambios producidos en el barrio señalado anteriormente y en los que prevé que puedan suceder en los meses venideros.
El brote de enfermedad por coronavirus ha producido un grave impacto económico-social sobre la ciudadanía española. La sociedad actual ha visto cómo sus valores, perspectivas de futuro y estilo de vida han sido alterados irremediablemente. En contraste, la incertidumbre y el miedo han inundado el día a día de los españoles. A finales del año 2020, meses después del confinamiento domiciliario nacional, la crisis económica, sanitaria y social que atraviesa España no parece tener un fin cercano. Sin embargo, entre tanta desolación, y como ocurre en las grandes crisis, siempre se alzan personas con valores excepcionales de unión, perseverancia y resiliencia. Los españoles han colaborado estrechamente entre sí mediante numerosas aportaciones desde el inicio del brote de enfermedad por coronavirus, cediendo recursos como material sanitario, artículos de primera necesidad y plataformas de acompañamiento a aquellas personas más golpeadas por la soledad que ha generado la pandemia. Muchos de ellos han cerrado como resultado de la crisis del COVID-19, cambiando el paisaje urbano de las ciudades, dejando tras de sí cierres bajados y carteles anunciando la venta del local. Otros han tenido que reducir su actividad económica, con el consecuente descenso de ingresos y los problemas que ello acarrea: ERTES, ERES, etc.
Los vecinos del centro de Madrid han percibido a lo largo de la pandemia grandes cambios en su entorno y barrios. La capital se ha posicionado como una de las ciudades más afectadas globalmente por el COVID-19, siendo sus habitantes testigos forzados a observar los efectos más crudos de la enfermedad sobre los vecindarios madrileños. Se hace necesario abordar las consecuencias que acarrea la pandemia en los negocios y ciudadanos de Madrid. Para ello, entrevistamos a Guillermo Conde García-Hidalgo, vecino del céntrico barrio de Tirso de Molina, localizado a pocos metros de la Puerta del Sol.
Debió impresionar mucho salir a dar los primeros paseos, y ver todo vacío, ¿no?
Fue muy raro. Estoy acostumbrado a vivir aquí en el centro, siempre rodeado de gente, e ir a Sol o pasear con el perro por la Plaza Mayor… No había nadie.
Debía de dar miedo incluso *risas*.
Sí, sí, totalmente, parecía una peli de zombies *más risas*.
Sí, muy cierto. Hemos hablado ya de varios aspectos de tu barrio, pero me gustaría hablar de quién vive en él. ¿Observaste cambios en tu relación con los vecinos?
Durante el confinamiento se asomaba más gente a las ventanas pese a ser un patio interior. Te comunicabas más con ellos, pero por pura necesidad, por buscar interacción social. Es algo momentáneo, debido a la situación de confinamiento.
Bueno, Guillermo, yo quería preguntarte cómo has experimentado Madrid estos últimos meses (…).
Muy buenas. En mi experiencia, lo que he visto aquí en Madrid es que muchos tipos de negocios (del barrio) han cerrado: hostelería, comercios… Antes yo iba bastante, pero ahora ya no están por cese de negocio, porque están en ERTE. Vamos, que han cerrado.
Tu domicilio se encuentra cerca de un comedor social, el Ave María. Me comentabas antes cómo tú no habías observado tanta cola como en estos últimos meses, ¿no?
Pues sí. Normalmente, por la mañana cuando salgo a andar paso cerca del comedor, y veo una cola en la que no había tanta gente como hasta ahora.
En estos tiempos de necesidad, los comedores sociales son muy necesarios. Además, tu piso está rodeado por otros de alquiler, y nos ha comentado que, pese a las restricciones, se han realizado fiestas en los mismo y habéis tenido problemas.
Sí, a consecuencia de las restricciones que impiden reuniones de más de seis personas en la calle, en el piso de al lado se han juntado hasta diez personas, ha tenido incluso que venir la policía… Se aprovechan de esta clase de pisos para montar fiestas con gente.
Centrándonos en tu barrio de nuevo, me gustaría saber qué cambios piensas que se pueden producir: turismo, más cierres de tiendas, etc.
Pues yo creo que todavía va a haber algún que otro establecimiento que vaya a cerrar, pero más del pequeño comercio, como bares y tiendas pequeñas. Los precios de los pisos turísticos han bajado en este barrio, y muchos se han vuelto un piso para alquilar directamente, y eso va a continuar.
Completamente de acuerdo. La plaza de Tirso de Molina es una zona conflictiva, con peleas por la noche, y se han recibido muchas quejas de asociaciones de vecinos por este tipo de incidentes. ¿Piensas que tu barrio, o quizás otros como Lavapiés, se han visto más afectados por la crisis que otro de mayor renta?
Sí, es obvio que cuanta más pobreza… Son barrios pobres. Con este tema de la crisis y de los ERTES, más gente se ha visto obligada a pedir en la calle, ha aumentado la mendicidad.
Tú como camarero, te fijas mucho en los cientos de bares que hay en Madrid, una ciudad muy turística que vive de esto. En las calles aledañas a tu casa me acabas de decir que pasa una cosa…
Sí, por cada calle en la que había cinco bares, ahora deben quedar dos. Han cerrado un montón.
Y las terrazas ahora en invierno… Ves bastante negro el futuro de la hostelería en Madrid, vamos.
En invierno sí, muy complicado. O dan ayudas o amplían licencias, pero claro, es complicado cuando venga el frío más adelante, será imposible.
Me parecía importante mencionar esto, puesto que este barrio y los cercanos (La Latina, Lavapiés, etc.) se encuentran plagados de bares y viven de esto. Debemos esperar para ver qué futuro les espera o si van a saber reconvertirse; Guillermo, tras quince años trabajando en el sector hostelero de Madrid, nos adelanta que la solución está lejos de llegar. ¿Te planteas abandonar la ciudad de Madrid, el centro, para buscar más oportunidades laborales?
Sí, intentaría evitar Madrid centro. Sin embargo, para un trabajo en hostelería o de cara al público, incluso en esta situación, se concentra en el centro. Pero mi idea, sí, es moverme de Madrid central a largo plazo.
Foto de la Plaza de Jacinto Benavente, en el centro de Madrid, antes de llegar a la calle donde vive el entrevistado en Tirso de Molina.