Y si el público cuenta, porque escucha y observa con devoción lo que se les está proponiendo, en punto alguno asombra que, en la gran mayoría de las conferencias, las viñetas pensadas integren a los presentes en la clausura legándoles saludos. La firma de ambos, hermanadas en los humorísticos adioses que Miguel concibe, termina por reinscribir, con calidez y afecto, el artefacto estético propuesto a dúo en el gesto más profundo que es la entrega al otro anhelante y ávido de ilustración, saber y disfrute.
José Manuel Lucía Megías y Miguel Rep nos deleitaron, otrora, con performances artísticas que creímos irrepetibles y hoy la magia del libro impreso nos permite evocar, reconocer o comprender por vez primera el desafío de tal fusión. Y es de desear, entusiastamente, que las Conferencias cervantinas ilustradas se renueven incesantes, como espectáculo, para el público que no pudo disfrutarlas y que, asimismo, alcancen los lectores que el arte de sus autores merece.
Juan Diego Vila