José Cercas (bizarro poeta y promotor cultural extremeño) ha culminado con éxito la titánica tarea de poner de acuerdo a cuarenta poetas, algo que no resulta en modo alguno sencillo ni fácil, para describir el momento tan especial que nos ha tocado vivir al clausurar la segunda década del tercer milenio: una crisis sanitaria global que nos ha hecho tomar conciencia de nuestras limitaciones, que nos ha retratado en nuestra pequeñez, privándonos de libertad de movimientos y de acción, que ha paralizado la sociedad, confinándonos en nuestras viviendas, y nos ha obligado a cuestionar nuestros logros y certezas, poniendo en jaque a la poderosa civilización que se creyó capaz de controlar la naturaleza y de colonizar el ancho espacio interestelar.
Esta Cuarentena poética es una legión literaria de gran calado espiritual y artístico, un cuerpo de élite dispuesto a combatir la abulia, el abatimiento y el desánimo, una auténtica fuerza de choque contra cualquier virus que atente contra la humanidad (en general o a la de cada uno de nosotros) y nos impida la necesaria socialización y el imprescindible libre albedrío.
En definitiva, Poesía de interior. Cuarentena poética es una declaración de intenciones, un alegato contra la enfermedad y un valioso estímulo anímico para los lectores, un arsenal poético para combatir las modernas plagas y una manera provechosa de avituallar el enclaustramiento y de sobrevivir a sus efectos, una excelente iniciativa para promocionar la lectura y aplicar las cualidades terapéuticas y curativas de la literatura, en general, y de la poesía en concreto.
Basilio Rodríguez Cañada