RESEÑA: EL SUFRAGIO FEMENINO. UNA HISTORIA DE CONQUISTAS INACABADA
4 OCT 2021 - 10:44 CET
1 octubre 2021
Tal día como hoy, hace 90 años, Clara Campoamor protagonizó en España una victoria histórica para las mujeres: el sufragio universal. Antes de conseguirlo, el 1 de octubre de 1931, Campoamor, del partido Radical, se enfrentó en un encendido discurso a Victoria Kent, del Partido Republicano Radical-Socialista. Campoamor tuvo en contra a la cúpula de su partido, pero logró su objetivo con un discurso que ha pasado a la historia:
“(…) ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es
detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo (…)”.
Votar es un derecho que hoy en día no se cuestiona. Durante siglos las mujeres no pudieron hacerlo y eran perseguidas por luchar por ello. Ya en 1791, en la “Declaración de derechos de la mujer y la ciudadana”, Olympe de Gouges reivindicaba derechos políticos para las mujeres, entre ellos, el voto. Y tan solo, dos años más tarde, fue llevada ante un tribunal sin
posibilidad de disponer de abogado y condenada a muerte por proclamar y defender sus ideas.
El primer país en autorizar el voto a las mujeres, mayores de 21 años, fue Nueva Zelanda en 1893 gracias a Kate Sheppard. El camino para lograr el sufragio femenino fue largo y estuvo protagonizado por muchas activistas, entre las que destacaron las sufragistas británicas; Emily Davison, Millicent Fawcett, Mary Richardson, Maud Watts y Annie Kenney, ninguneadas y torturadas por defender sus derechos y defender un mundo más igualitario. El fin de las persecuciones llegó con la Primera Guerra Mundial, cuando en Gran Bretaña las autoridades amnistiaron a las sufragistas para sustituir en cuestiones laborales a los hombres, que se fueron a la guerra. En Estados Unidos, recogieron el testigo, y donde destacaron figuras como Elizabeth Cady Stanton, Alice Stokes, Lucy Burns y Sojourner Truth.
Ya en la actualidad, destacan referentes como la argentina Alice Moreau de Justo, la mexicana Elvia Carrillo Puerto, la ecuatoriana Matilde Hidalgo de Procel o la saudí Haifa al Hababi. Gracias a la lucha de todas estas mujeres, el sufragio universal es derecho incuestionable, aunque todavía con importantes lagunas. En 2015 las mujeres de Arabia Saudí pudieron votar por primera vez, aunque acompañadas de un varón o hacerlo en una sección separada. En El Líbano, pese a permitir el sufragio femenino, tiene uno de los porcentajes más bajos de participación política de las mujeres y cuenta con 4 diputadas de un total de 128.
En el mundo sólo el 25% de los escaños nacionales están ocupados por mujeres, según la ONU. Aunque en los gobiernos locales la presencia de las mujeres es mayor, de un 36%, sigue sin reflejar una paridad de género real. En lo que ha participación se refiere, hay indicadores que muestran que la participación femenina está aumentando.
Por Celia Extremo y María García
Por Celia Extremo y María García