19 NOV 2021 - 12:38 CET

Redactado por: Celia Extremo y María García.

El pasado jueves 18 de noviembre tuvo lugar la presentación del libro publicado por el IUDC-UCM junto a La Catarata, Obesidad y desnutrición: consecuencias de la globalización alimentaria en la biblioteca Eugenio Trías, en el Retiro de Madrid. La autora del libro, Kattya Castante, es profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) asociada al Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la UCM y docente en el Máster de Cooperación en distintas entidades. Ha trabajado en cooperación en distintas regiones del mundo y su tesis doctoral se centra en las crisis alimentarias y considera la alimentación como uno de los principales fenómenos afectados por la globalización.

A la presentación también acudió Cristina Manzano, directora de Esglobal, que moderó la conversación entre la autora e Ignacio Escolar –director de Eldiario.es–, Cristina Narbona –exministra de medioambiente y actual presidenta del PSOE y vicepresidenta primera del Senado– y Cristina Gallach –exsecretaria de Estado de asuntos exteriores y para Iberoamérica y el Caribe del Gobierno de España y ex alta comisionada para la Agenda 2030–.

Cristina Narbona coincidió con Kattya Cascante en que, a pesar de que las cuestiones relativas al sistema alimentario se tratan desde una óptica puramente economicista, esta es una cuestión fundamentalmente política. Sin embargo es un tema que suele pasar pasar desapercibido en las Cumbres por el Clima, aunque en la COP 26 se ha llegado a compromisos relativos a la reducción de las emisiones de metano y el freno a la deforestación, que están estrechamente relacionados con la industria agroalimentaria.

Cristina Gallach, de acuerdo con Narbona, apunta que los problemas relacionados con la alimentación, como la obesidad y la desnutrición, son cuestiones geopolíticas de máxima relevancia que necesitan de una solución colectiva. También insistió en la necesidad de promover la producción de cercanía puesto que muchas veces no se atiende suficientemente a la contaminación provocada por la distribución y el transporte de alimentos.

Ignacio Escolar señaló que el libro es una obra tanto académica como divulgativa en la que la desigualdad es un tema transversal. También comentó la dificultad que tienen los medios de comunicación para visibilizar la importancia de estas problemáticas y criticó el sensacionalismo con el que a veces se tratan estas cuestiones. Además, habló sobre el problema que supone que la sensibilización sobre el consumo se asocie a un signo político, a pesar de haber consenso científico en torno a la necesidad de cambiar nuestros hábitos.

Kattya Cascante apuntó las diferencias entre seguridad alimentaria y soberanía alimentaria, para concluir que el sistema multilateral no ha sido lo suficientemente eficaz en las cuestiones alimentarias, dado que, si bien la producción de alimentos podría cubrir las necesidades de todo el mundo, la ineficiente distribución por parte de las instituciones internacionales hace que el hambre sea una problemática persistente. Cristina Manzano concluyó que el debate sobre las cuestiones alimentarias afecta a todos los niveles: individual, político, mercantil e internacional.