Carta al Presidente del Gobierno
17 FEB 2020 - 19:31 CET
Pedro Sánchez Castejón
Presidente del Gobierno
CC: Arancha González Laya
Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación Internacional
CC: Angeles Moreno Bau
Secretaría de Estado de Cooperación internacional
Las organizaciones abajo firmantes queremos trasladar:
La valoración positiva de haber incrementado el perfil de la cooperación en las prioridades y estructuras del Ministerio, con la creación de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional, y el compromiso del Gobierno por alcanzar el 0,5% de la RNB al final de la legislatura, destinando el 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a la Ayuda Humanitaria.
La urgencia de dar los pasos adecuados para poner en valor la política de cooperación española, su Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y su principal organismo ejecutor, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La importancia que el inicio del período político tiene para asegurar la recuperación financiera y política de la cooperación para el desarrollo como política pública, en el marco de la Agenda 2030 y en coherencia con una ciudadanía solidaria. España ha perdido una década quedando al margen de los avances y los cambios de la cooperación. El primer presupuesto, y las personas que se sitúen al frente de las instituciones (AECID y la DGPOLDES son requisitos para el éxito y la credibilidad del cambio que se debe iniciar.
La gran riqueza que supone contar con una multiplicidad de actores que aglutinan el sector de la cooperación y con profesionales respetados y valorados, brindando la oportunidad de que la AECID sea un espacio común de liderazgo e innovación, con los recursos y perfiles adecuados, inclusivos y transversales, para asegurar una cooperación de calidad y de vanguardia.
En consecuencia, resulta crítico asegurar que la persona que asuma la dirección de la AECID que cuente con acreditada experiencia en el ámbito de la cooperación, reconocimiento amplio por parte del sector del desarrollo, y capacidad para impulsar reformas que hoy son inaplazables en el marco de la Agenda 2030. Continuar el trabajo de reformas y transformaciones iniciado en los últimos meses debe ser una tarea que tenga la máxima
prioridad y consenso político, y el mayor respaldo posible de todos los actores del sistema.
Tenemos una oportunidad única de dignificar la cooperación y convertirla en un motor de liderazgo internacional en la solidaridad y la respuesta a los desafíos globales. Es una tarea noble que puede concitar el entusiasmo y aprobación de buena parte de la ciudadanía y de cuyo éxito podremos enorgullecernos en los próximos años.
Firmado en Madrid, a 17 de febrero de 2020