El Graderío viaja a Águilas, dónde el Castellón termina con el sueño copero de los murcianos
Sergio Giménez nos cuenta el gol de Seutjens que le da el pase a la siguiente ronda a los de Dick Schreuder
3 nov 2024 - 11:17 CET
SERGIO GIMÉNEZ |
Jugadores del Castellón celebran durante el partido celebrado en el Centenario El Rubial de Águilas. Fotografía propia de Sergio Giménez.
Petardos, fuegos artificiales y un ambientazo en el Centenario El Rubial de Águilas amenizaban la espera de una noche copera en la que buscaban hacer historia para el equipo de la ciudad murciana. Se trataba de la tercera vez que vivían un enfrentamiento de Copa del Rey en los últimos cinco años. La UD Almería y la SD Huesca ya visitaron el Rubial y ambos se llevaron la victoria. Enfrente, el Castellón de Schreuder, uno de los mejores equipos de la temporada en LaLiga Hypermotion que, además, llegaba en puestos de play off. Y que llegaban sin confianza, el técnico neerlandés ya avisó en las declaraciones previas al partido que no se iban a confiar y que querían lograr el mejor resultado posible y estar en el sorteo de la próxima ronda.
Cuando el colegiado, Pérez Hernández, del colegio madrileño; hizo sonar su silbato, Águilas se centró en disfrutar de la oportunidad que tenían delante. El guion de la primera parte fue el esperado: dominio de la posesión del Castellón, que circulaba con rapidez de un lado a otro del terreno de juego, y un Águilas agazapado que quería hacer daño a la contra. Y ocasiones no le faltaron al equipo dirigido por Fran Alcoy. La banda derecha, encabezada por Isi Ros, fue el lugar por el que más daño hicieron los locales. Pese a las internadas del ‘22’ y a la constante sensación de peligro del Castellón, ni Abedz, portero visitante, ni Buigues, el local, tuvieron excesivo trabajo. Los equipos se fueron al descanso con empate a cero en el marcador y con un partido en el que reinó el fútbol: idas y venidas, equipos muy bien trabajados y ninguna polémica, más allá de una falta peligrosa al borde del área que reclamó el Águilas.
Con la reanudación, el planteamiento de ambos equipos seguía siendo el mismo. El equipo de Schreuder seguía monopolizando la posesión mientras que el Águilas esperaba culminar alguna contra. El Rubial rugió con la entrada de Park y Kensly Vázquez, dos cambios ofensivos que demostraban que los locales querían estar en la siguiente ronda y no tenían ningún complejo por el rival que tenían enfrente. Estuvieron cerca de adelantarse con un cabezazo, precisamente, de Kensly, pero primero Abedz, con una estirada magnífica, y luego el colegiado, anulando la acción por fuera de juego, evitaron que El Rubial viviera su momento de éxtasis. Toda la efusividad que tenían los cerca de 1400 espectadores de las gradas del estadio se silenció con el gol de Seutjens en el minuto 73’. Culminó una conducción en la frontal del área con un disparo pegado al palo derecho de la portería de Buigues, que ya se había disfrazado de salvador parando un mano a mano antes, pero que no pudo hacer nada para evitar el gol.
El Águilas se dejó todo en intentar lograr el empate. Las contras y los balones verticales se intensificaron, pero para desgracia de la ciudad, de apenas 35.000 habitantes que soñaba con la posibilidad de recibir a un primera, no consiguieron igualar el resultado y quedaron eliminados de la Copa del Rey.