Re-evolución en los derechos intelectuales
Re-evolución de los derechos intelectuales: oportunidades y retos en un mundo digital
Los días 12 y 13 de julio se celebró la “La re-evolución de los derechos intelectuales del conocimiento, la creación y la comunicación” organizado por Encuentros Complutense en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Durante dos días, profesionales del ámbito de la comunicación y la creación cultural y artística, debatieron sobre las oportunidades y barreras que surgen con el desarrollo de la tecnología digital y los retos a los que se enfrentan en materia de propiedad intelectual.
“El mundo digital tiene efectos que impactan en la gestión y el marco regulatorio de los productos y no estamos reaccionando bien”, Noelia Fernández, directora general de Desarrollo de Negocio y Transformación Digital de PRISA, inauguró el curso explicando cómo estas transformaciones son cruciales para el trabajo diario de las empresas y, sobre todo, para los medios de comunicación que aún están adaptándose a los nuevos modelos: “buscamos la gratificación instantánea, y estamos perdiendo espacio para la reflexión, en este nuevo escenario la convergencia y lo multimedia se vuelve fundamental”. Junto a ella, Mercedes Gómez Bautista, Vicerrectora de Política Académica y Profesorado, apoyó la idea de que el sector de los medios de comunicación es el que más obligado está a “evolucionar en el desarrollo de las tecnologías” y explicó que la universidad no debe ser solo un medio de generación de talento sino también de “captación de ese talento”.
El reto de preservar los derechos en la red
En este nuevo entorno donde las barreras físicas parecen difuminarse, ¿cómo se protegen los derechos intelectuales de medios y autores? Google, Telefónica o Prisa se están experimentando con nuevos modelos de pago para retribuir a los autores que utilizan sus plataformas, como YouTube o Google Play Music y proteger así su producto. Concepción Ferras de YouTube explicaba que cada día se suben cientos de horas de vídeo y música a la plataforma, una cantidad ingente de contenido que debe comprobarse para que no vulnere ningún derecho. Un artista asistente entre el público manifestó su descontento por “el poco dinero” que les llega realmente a los artistas cuando su música es distribuida en estos espacios.
Paralelamente se debatieron posturas críticas respecto a la actual legislación. En esta línea, Antonio Fraguas, “Forges”, presentó el proyecto “Seguir Creando”, una plataforma desde la que piden que los artistas puedan continuar con su trabajo creativo una vez jubilados. Según la actual ley, una vez cumplidos los 65 años los artistas deben elegir entre seguir percibiendo retribuciones por los derechos de autor de sus obras o lo que les correspondería por su jubilación. En noviembre de 2015 la plataforma presentó una declaración al Ministerio de Cultura para acabar con esa norma.
Re-aprendiendo a narrar
Los nuevos modelos de negocio y formas de narrar y distribuir contenidos tanto culturales como comunicativos en la world wide web, fueron otro de los grandes ámbitos de discusión. Domingo Corral de Movistar+ compartió las técnicas adoptadas en materia de ficción y series televisivas que están desarrollando en su canal y afirmó que “la tecnología nos da mayor libertad en el consumo de series” ya que nos permite realizar un consumo selectivo. También Jorge Rivera, director adjunto de El País explicó el arduo proceso de adaptación y digitalización al que se está sometiendo el diario para continuar siendo un medio de referencia e influyente. Durante la mesa salió a relucir el tema de la independencia de la prensa y cómo un medio perteneciente a un gran grupo de comunicación –como El País– puede preservarla.
Los cambios se hacen patentes en ámbitos tan diversos como la biblioteca o una empresa cervecera. Manuel Bravo, Director General de la Fundación de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes explicó que “las administraciones públicas no han dado el paso hacia la digitalización” y que el patrimonio debería poder divulgarse siempre. Por su parte, Santiago Miguélez de Estrella Galicia contó cómo su empresa decidió embarcarse en este nuevo mundo de la mano de la música creando un programa de radio en la Cadena Ser que potencia su imagen de marca: “el consumo de música cambia, estás en un festival, bebes cerveza y además no dejas de interactuar con el móvil”. También Ángeles Afuera de la Cadena Ser explicó como el “móvil se ha convertido en el nuevo transistor” y explicó el proceso de renovación de las emisoras para adaptarse a una realidad en el que el peso de lo audiovisual es cada vez mayor, así, la convergencia produce que muchos medios exploren terrenos diversos: periódicos con streaming en vídeo, radios con imagen…
El abismo de lo digital
El optimismo y pesimismo ante el cambio estuvo mezclado a partes iguales entre los ponentes y el público. Miguel Lasalle, profesor universitario y secretario de Estado de Cultura abrió la puerta del abismo: “seamos digitales y veremos qué nos depara” y señaló algunos de esos posibles riesgos a los que nos enfrentamos en esta travesía, como la necesidad de estar presentes en todo momento en la red, la pérdida de contacto con lo cotidiano y corpóreo o permanecer atrapados en la “tiranía del presente, permamentente acelerados”.
También José Luis Sáinz, consejero delegado del Grupo Prisa, realizó un repaso por los cambios vividos desde el periodismo y las empresas editoras de medios con este cambio de paradigma. Uno de los mayores problemas, destacó, es que “la gente está dispuesta a pagar por el canal de distribución, pero no por el contenido que se distribuye”. Así, a día de hoy, los medios continúan inmersos en el dilema de conseguir crear un modelo rentable.
El encargado de clausurar el curso fue Segundo Píriz, Presiente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), quien afirmó que “el conocimiento hay que preservarlo y lo que se genera con fondos públicos debería estar en abierto”. Junto a él estuvieron Julio Contreras, Vicerrector de Estudiantes de la UCM, José Manuel Gómez Bravo, director del curso y José Luis Sáinz.