El almíbar tiene una gran variedad de usos; en salsas, helados de frutas, sorbetes, merengues, y conservas dulces. Se emplea para conservar frutas, cubrir o mojar tortas o bizcochuelos, y para elaborar diferentes tipos de caramelos.
Pero muchas veces al leer una receta encontramos que dice “preparar el almíbar e incorporar…”, y hasta ahí quedo nuestra intención de sorprender a nuestros seres queridos con algo dulce, ya que no tenemos ni idea como se prepara ese “bendito” almíbar.
Pero basta de descartar recetas y dejarlas a la mitad, el almíbar es extremadamente fácil de hacer y en solo minutos lo tendremos listo.
En general, las proporciones son 1/2 taza de azúcar y una taza de agua, pero a veces la receta nos indica un poco mas o un poco menos de cada ingrediente, dependiendo del fin de su elaboración.
Primero veremos la receta clásica y luego otras opciones.
Preparación: Colocar los ingredientes en una cacerola, disolver el azúcar en el agua y llevar a fuego mediano por unos 15 minutos. Lo importante es no dejar de remover, porque de lo contrario se puede caramelizar y no servirá. Cocinar hasta que espese.
Preparación: Mezclar el agua y el azúcar hasta que esta última esté completamente disuelta. Llevar al fuego y cuando esté caliente, añadir el jugo del limón. Cuando comience a hervir y espesarse, el almíbar ya estará listo.
Preparación: En una cacerola, diluir muy bien el azúcar en el agua y colocar al fuego. Añadir la corteza de limón y el licor. Remover hasta lograr la consistencia deseada.
Siempre que preparemos el almíbar para una receta determinada, debemos prestar atención a cuál es el punto que hay que usar, teniendo en cuenta su uso.
Para mas información, visita nuestro artículo "Cómo preparar los distintos puntos del almíbar"