J. Sánchez-Arcilla, Historia del Derecho español, Barcelona 2001, pp. 18 y 29.
Los nuevos planteamientos metodológicos y la Escuela de García-Gallo
SÁNCHEZ-ARCILLA
La orientación institucional, introducida en España en 1952 por A. García-Gallo, busca la conexión del fenómeno jurídico con los aspectos políticos, económicos y sociales propiciando una nueva forma de exposición docente de la historia jurídica que García-Gallo denominó “Evolución general del derecho” de la que se desprendió la historia de las instituciones político-administrativas y de las privadas. Ello significó una fragmentación del objeto tradicional de la Historia del Derecho que, rememorando la vieja distinción entre “historia externa” e “historia interna”, acabó por revestir del rango de “especialidad” a la Historia de las instituciones político-administrativas, cuando, en realidad, constituyen la parte fundamental de la Historia del Derecho junto a las instituciones de derecho privado, penal y procesal. Esta interpretación del contenido de nuestra disciplina fue, en 1982, recogida por el legislador a la hora de confeccionar el catálogo de áreas de conocimiento al denominar a la nuestra “Historia del Derecho y de las instituciones” sin caer en la cuenta que dentro del estudio del primero implícitamente se encuentran las segundas.
Desde 1952, García-Gallo propugna una nueva orientación metodológica –la institucional- que supondría una ruptura con la Escuela de Hinojosa. Nuestra disciplina deja ya de ser catalogada como una rama o especialidad de la Historia general para quedar encuadrada dentro de la ciencia jurídica. En realidad, desde finales del siglo XIX, en Alemania ya se había producido un cambio en este sentido y los historiadores del Derecho habían desembocado en un positivismo científico al convertir los procesos lógicos y dogmáticos –simples instrumentos de trabajo- en verdaderos procesos lógico-formales de validez única e incuestionable, de manera que mediante un proceso de abstracción se construyen los conceptos jurídicos (dogmas) que tiene vigencia al margen de cualquier perspectiva histórica.
En los últimos años, la hegemonía que la orientación institucional ostentó hasta la muerte de García-Gallo ha desaparecido y se han extendido nuevos enfoques metodológico que han venido a enriquecer considerablemente el panorama actual de nuestra disciplina.
J. Sánchez-Arcilla, Historia del Derecho español, Barcelona, 2001, pp. 18 y 29.