La Real Academia Española
Sedes académicas
La Real Academia Española (RAE) cuenta con dos sedes en Madrid: el edificio institucional —con accesos por las calles Ruiz de Alarcón, Felipe IV y Academia— y el Centro de Estudios de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), situado en la calle Serrano.
En el primero, inaugurado en 1894, están las dependencias propias de los departamentos de Dirección, Secretaría, Gerencia, Comisión Permanente de la ASALE, Biblioteca y Archivo, Comunicación, Tecnología, CORPES XXI y otros servicios generales y administrativos.
El Departamento de «Español al día», el Instituto de Lexicografía, el Instituto Rafael Lapesa y Tecnología se encuentran en el Centro de Estudios, en un edificio cedido por el Gobierno de España a la corporación.
Estas son sus direcciones y teléfonos:
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
28014, Madrid
28071, Madrid
34 914201478
34 914200079 (Fax)
CENTRO DE ESTUDIOS
28002, Madrid
34 917455535
34 917455534 (Fax)
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Presentación de la Institución en su página web
Orígenes de la Institución
La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, por nacimiento Juan Manuel María de la Aurora Fernández Pacheco Acuña Girón y Portocarrero (Marcilla, Navarra, 7 de septiembre de 1650 - Madrid, 29 de junio de 1725), Grande de España, VIII marqués de Villena, VIII duque de Escalona, VIII conde de Xiquena, XII conde de San Esteban de Gormaz, X marqués de Moya. Fue Virrey y capitán general de los reinos de Navarra, Aragón, Cataluña, Sicilia y Nápoles. Caballero de la Orden del Toisón de Oro. Perdió a su madre con tan solo dos años, y a su padre un año después. Su tío Juan Francisco Pacheco, obispo de Cuenca, lo recogió en su orfandad y lo educó hasta que cumplió 14 años. En estos años tuvo muy buenos maestros, que hicieron despertar en él un ansia de saber, aplicación al estudio y gusto en adquirir libros. Siguió cultivando su entendimiento de tal suerte que a los 26 años ya era saludado por todos como uno de los hombres más instruidos de España. Tras participar en varias batallas acabó retirado en Castilla, aplicado al estudio y a la educación de sus hijos.
Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga,
fundador y primer Director de la RAE
Fue fundador en 1713 de la Real Academia Española (RAE), a imitación de la Academia Francesa y la de Florencia, junto con varios ilustrados (nobles, clérigos y algunos altos funcionarios) que se reunían en su casa, tras una propuesta que le formuló al rey Felipe V. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores.
Es elegido su director provisional el 3 de agosto de 1713, siendo su primer director en propiedad a partir, del 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V y perpetuo según los antiguos estatutos de la institución.
En 1715, después de considerar una serie de propuestas para decidir su lema, la institución, en «una votación secreta, eligió el actual: un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor», según señala Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999).
Cumple dicha función hasta su fallecimiento el 29 de junio de 1725. Encargado de la organización inicial de la RAE, promovió la publicación del primer Diccionario, así como la elaboración del plan de trabajo del Diccionario de Autoridades, cuyo primer tomo no llegó a ver publicado. Su hijo Mercurio Antonio López Pacheco y sus dos nietos por éste, Juan Pablo y Andrés López Pacheco, fueron directores perpetuos de la RAE entre 1726 y 1751, con lo que los primeros 40 años de la RAE estuvieron dirigidos por la misma casa nobiliaria de Villena-Escalona.
Mercurio Antonio López Pacheco y sus dos nietos, Juan Pablo y Andrés López Pacheco, sucesivos Directores de la RAE
Para conocer mejor la historia general de la RAE, además del citado libro de Zamora Vicente, se recomienda la consulta del Catálogo de la exposición del tricentenario (2013) —coordinado por los académicos Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron— y La Real Academia Española. Vida e historia (2014), de Víctor García de la Concha, director honorario de la corporación desde 2010.
La RAE, cuyo principal precedente y modelo fue la Academia Francesa fundada por el cardenal Richelieu en 1635, se marcó como objetivo esencial desde su creación la elaboración de un diccionario de la lengua castellana, «el más copioso que pudiera hacerse». Ese propósito se hizo realidad con la publicación del Diccionario de autoridades, editado en seis volúmenes, entre 1726 y 1739, y en cuyos preliminares se incluye una sucinta historia de la corporación.
En 1715 la Academia, que en sus inicios contaba con veinticuatro miembros, aprobó sus primeros estatutos, a los que siguieron los de 1848, 1859, 1977 y 1993. La Orthographía apareció en 1741 y en 1771 se publicó la primera edición de la Gramática.
A lo largo de sus trescientos años de historia, un total de veintinueve directores han regido los destinos de la RAE, aunque dos de ellos —Ramón Menéndez Pidal y José María Pemán— repitieron en su cargo en dos períodos diferentes de sus vidas.
Instalada en su actual sede académica de la calle madrileña de Felipe IV desde 1894, la institución ha ido adaptando sus funciones a las exigencias y necesidades de la sociedad de su tiempo. Los estatutos vigentes, aprobados en 1993, establecen como objetivo fundamental de la Academia «velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad». Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras veintiuna corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Instalaciones
La Real Academia Española está situada en el número 4 de la calle Felipe IV de Madrid, en el distrito de Retiro, junto al Museo del Prado y la iglesia de los Jerónimos. El edificio, de estilo clasicista, se levantó de acuerdo con el proyecto del arquitecto Miguel Aguado de la Sierra (1842-1896).
Proyecto de la RAE del arquitecto Miguel Aguado de la Sierra
Construida entre 1891 y 1894, la actual sede académica se levantó sobre un solar cedido por la Corona a la corporación para tal fin. La casa es de planta rectangular —ochenta metros de largo y cincuenta de ancho, aproximadamente—, exenta, y su entrada principal, orientada al oeste y rodeada de un pequeño jardín, da a la calle Ruiz de Alarcón. Consta de tres plantas bajo cubierta y semisótano.
La inauguración del palacio —así lo denomina el secretario en el acta correspondiente— se celebró el 1 de abril de 1894, bajo la presidencia de la reina regente María Cristina, a quien acompañaba su hijo Alfonso XIII, aún menor de edad. Al frente de la Academia, como director, estaba entonces Juan de la Pezuela y Ceballos, conde de Cheste, quien leyó un discurso de inauguración. Esta obra de Aguado de la Sierra, cuyo retrato se conserva en la sala de juntas de la Academia, se convirtió en la primera casa pensada y construida expresamente para la institución.
Las reuniones iniciales se celebraron en el palacio del fundador, Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, que estaba ubicado en la madrileña plaza de las Descalzas Reales, frente al monasterio de San Martín.
Placa en recuerdo del marqués de Villena. Plaza de las Descalzas, Madrid.
Actualmente, ocupa el solar la sede de Caja Madrid. Una placa conmemorativa recuerda, en la fachada, que la Academia estuvo ubicada en este lugar hasta 1754. Según relata Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999), tras el fallecimiento de Juan López Pacheco, el último marqués de Villena que dirigió la corporación, las sesiones se hicieron en la casa del decano de la institución, Juan Curiel, hasta el nombramiento como director, en ese mismo año, de José de Carvajal y Lancáster. En 1754 le sucedió al frente de la RAE Fernando de Silva Álvarez de Toledo, duque de Alba, a quien el rey Fernando VI concedió un espacio en la Real Casa del Tesoro, dependencia aneja al Palacio Real, en la actual plaza de Oriente de Madrid.
Edificio de la Real Academia Española
Escalera principal
Salón de Honor
La casa de las palabras
Vídeo institucional de la Real Academia Española, fundada en 1713.
Esta grabación, pensada como saludo de bienvenida al portal electrónico de la corporación, se presentó oficialmente en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Panamá del 20 al 23 de octubre de 2013.
La locución del texto ha sido realizada por José Luis Gómez, actor y miembro de la Real Academia Española.
Biblioteca y Archivo
La Real Academia Española ha reunido, a lo largo de sus tres siglos de historia, valiosos fondos documentales y bibliográficos. El archivo de la Academia custodia la documentación generada por la corporación desde su fundación, en 1713, hasta hoy.
La biblioteca de la RAE dispone en su conjunto de más de 250 000 volúmenes, fundamentalmente libros y revistas. Entre ellos figuran manuscritos, incunables y primeras ediciones de obras de los principales escritores españoles: Cervantes, Lope de Vega, Quevedo... Cuenta asimismo con una importante colección dedicada a lingüística y literatura española y americana.
La Biblioteca de la RAE contiene aproximadamente 250.000 libros
y documentos
Vista General de la Biblioteca Académica
Legado Rodríguez-Moñino
El legado de Antonio Rodríguez-Moñino y su esposa María Brey está constituido por aproximadamente diecisiete mil volúmenes de la colección cedida a la Academia por disposición testamentaria. En el proceso de su integración en la Biblioteca de la RAE se respetaron sus características propias y, con tal fin, se acondicionó una sala especial para ello, inaugurada por los reyes de España el 5 de octubre de 1995.
El legado reúne cerca de 2660 documentos manuscritos, desde el siglo xv. Destacan las obras de Enrique de Villena y el cancionero de Barrantes, con textos de Juan de Mena, y el manuscrito del Buscón de Quevedo (hacia 1624). También se conservan autógrafos de personajes de la vida política y literaria española de los siglos xvii al xix y abundante documentación histórica, notarial y genealógica. Entre los autógrafos del siglo xx sobresale el manuscrito de Una casa en la arena, de Pablo Neruda (1965).
Merece especial mención el archivo personal de Antonio Rodríguez-Moñino, en el que destaca un conjunto de unas 7870 cartas de más de 1550 corresponsales y abundante documentación profesional.
El legado incluye asimismo 450 impresos de los siglos xvi y xvii, entre los que figuran libros raros y primeras ediciones, además de una buena colección de cancioneros y romanceros, así como una interesante colección de impresos menores, entre ellos más de 450 pliegos de cordel de los siglos xvi al xx.
«Libros del juego de las suertes», Lorenzo Spirito, 1515
Una parte importante de este legado está formada por material gráfico, con 147 láminas de cobre, que se encuentran en depósito en la Calcografía Nacional. Estas matrices son de temática religiosa y popular y fueron abiertas en los siglos xviii y xix. Muchas de las estampaciones se hicieron en vida del coleccionista.
Hay un total de 3737 estampas, que cronológicamente abarcan de 1493 hasta 1964. También están representados grandes autores del grabado, como Durero (126 estampas), Goya (114 estampas, entre ellas la primera edición de los Caprichos), Rembrandt, Van Dyck, Ribera, Tiépolo, Alenza, Fortuny y Renoir. Finalmente, cuenta con 926 dibujos datados desde fines del siglo xiv hasta la segunda mitad del siglo xx. Tienen una multiplicidad de procedencias, técnicas y estilos. El contenido fundamental se articula en torno al dibujo español y porcentualmente el siglo xviii es el más representado. Ocupa un lugar relevante la serie de 52 dibujos preparatorios para las estampas de la colección de las Principales suertes de una corrida de toros (1787-1790), de Antonio Carnicero. Entre los artistas del siglo xix destaca la colección de Mariano Fortuny, un centenar de rápidos apuntes tomados del natural y dos acuarelas atribuidas al autor: Circasiana y Caballero en un sillón
Sala dedicada al legado Rodríguez-Moñino en la RAE
Legado de Dámaso Alonso
La biblioteca particular del profesor y poeta Dámaso Alonso (1898-1990), cedida a la Academia en 1998 por disposición testamentaria, contiene importantes fondos de filología y literaturas románicas, con el interés añadido de que muchas de las obras incluyen anotaciones del propio escritor, quien dirigió la corporación entre 1968 y 1982. Hay, además, objetos personales —condecoraciones, fotos—, manuscritos autógrafos, abundante documentación y una considerable correspondencia con escritores e hispanistas. Todos estos materiales quedaron instalados, en octubre de 1998, en una sala especialmente dispuesta para ello por la Academia, inaugurada por los reyes de España el 10 de noviembre de aquel mismo año.
La biblioteca de Dámaso Alonso reúne un total aproximado de cuarenta mil volúmenes. Es muy rica en lingüística y literatura españolas, con valiosas ediciones de autores clásicos. De los fondos de literatura española del siglo xx sobresale todo lo relacionado con la generación del 27, con manuscritos autógrafos del propio Dámaso Alonso y primeras ediciones de Vicente Aleixandre, Jorge Guillén y otros miembros del citado grupo poético, la mayor parte de ellas con dedicatorias personales.
La Sala Dámaso Alonso acoge la biblioteca y el archivo del escritor
La Sala Dámaso Alonso, inaugurada en 1998.
Imagen de la Sala Dámaso Alonso
Directores
La Real Academia Española ha tenido veintinueve directores desde su creación en 1713. El primero fue su fundador, Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, a cuya familia pertenecieron los tres siguientes rectores de la institución. La Real Academia Española ha tenido veintinueve directores desde su creación en 1713. El primero fue su fundador, Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, a cuya familia pertenecieron los tres siguientes rectores de la institución. En el siglo xx, Ramón Menéndez Pidal y José María Pemán accedieron al puesto en dos períodos diferentes de sus vidas. También hubo algunos casos de directores accidentales e interinos, como Vicente García de Diego (1965-1968) y Rafael Lapesa (1988).
El cargo de máximo representante de la Academia tuvo la condición de perpetuo hasta que los estatutos de 1977 establecieron la temporalidad de los mandatos de los directores y del resto de los miembros de la Junta de Gobierno. Según los estatutos vigentes (1993), la permanencia en el puesto es de cuatro años, aunque el titular de la dirección puede optar, excepcionalmente, a dos reelecciones.
Desde el 11.12.2014 el nuevo director electo es Darío Villanueva, quien ha tomado posesión de su cargo el 8.1.2015, en sustitución de José Manuel Blecua.
Sala de Directores de la RAE
Los académicos
Desde su creación en 1713, la RAE está formada por miembros de número. Los primeros estatutos, de 1715, fijaron en veinticuatro las plazas de la corporación, designadas con letras mayúsculas del alfabeto. Las minúsculas vinieron después, con la ampliación del número de «sillas» en años posteriores.
Salón de plenos de la RAE
Actualmente, la institución está constituida por cuarenta y seis académicos de número (cinco de ellos mujeres) , entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales, de acuerdo con lo establecido en los estatutos. Los vigentes estatutos establecen en su artículo X que «elegirá la Academia sus individuos entre las personas que considere más dignas, en votación secreta y, como mínimo, por mayoría absoluta de votos».
La convocatoria para cubrir las plazas de Académicos de número se publicará en el Boletín Oficial del Estado y «se hará, a propuesta de la Junta de Gobierno, en el término máximo de cuatro meses a partir del día en que se haya producido la vacante. Las candidaturas, firmadas por tres académicos, se presentarán dentro del plazo que reglamentariamente se establezca». El académico electo «tomará posesión leyendo un discurso en junta pública en el plazo improrrogable de dos años a partir de su elección».
Sesión plenaria celebrada en 2014
Existen asimismo las categorías de académicos honorarios y correspondientes, estos últimos con tres modalidades: españoles, hispanoamericanos y filipinos (pertenecientes a las academias integradas en la ASALE) y extranjeros.
Última versión del Diccionario de la Lengua Española (2014)
Ingreso en la RAE del Prof.D. Pedro García Barreno, el 29 de octubre de 2006
Pedro García Barreno
Madrid, 23 de octubre de 1943
Silla a
Elegido el 2 de marzo de 2006. Tomó posesión el 29 de octubre de 2006 con el discurso titulado “De Calderón y cibercirugía”. Le respondió, en nombre de la corporación, Margarita Salas.
Fue vicesecretario (2008-2009) y, desde 2010, es tesorero. Reelegido, el 5 de diciembre de 2013, para un segundo mandato.
Doctor en Medicina y Cirugía, Pedro García Barreno es catedrático de Fisiopatología y Propedéutica Quirúrgicas de la Universidad Complutense de Madrid. Realizó su formación en el Hospital Provincial de Madrid y en los hospitales de las Universidades de Cardiff, en el Reino Unido, y de Michigan (Wayne) y Texas (Houston), en Estados Unidos. Asimismo, es diplomado en Defensa Nacional por el CESEDEN, en Informática Médica por el Instituto de Informática y máster por el Instituto de Empresa.
Ha sido jefe de departamento y consultor senior del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, del que fue director médico, subdirector y jefe clínico de cirugía. También ha desempeñado los cargos de director del Plan Nacional para la Prevención de Minusvalías, presidente de la Comisión Nacional para el Síndrome Tóxico y director de la Unidad de Sanidad Militar del Ministerio de Defensa.
Pedro García Barreno es actualmente secretario general del Instituto de España y pertenece a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, a la Real Academia de Doctores de España y a la Academia Europea de Ciencias y Artes. Es miembro de honor de la Real Academia de Córdoba y correspondiente de la Real Academia Gallega de Medicina y Cirugía. Asimismo, es fellow de la Royal Society of Medicine (Londres) y de la InterAmerican Medical and Health Association.
Entre sus obras, algunas de ellas disponibles en la Red, figuran Medicina virtual (1997), La ciencia en tus manos (2000), El Hospital General de Madrid (2001), 50 años de ADN: la doble hélice (2003), Introducción al estudio de la medicina experimental: Claude Bernard (2005) y Sendas de conocimiento (2013).
Pedro García Barreno ha recibido el Premio Condesa de Fenosa de Investigación Quirúrgica y el Premio Empresarial a la Innovación de la Unión de Empresarios-Cámara de Comercio de la Comunidad de Madrid (2004).
El 12 de septiembre de 2014 fue distinguido con la Medalla de Oro de la Universidad Carlos III por «su contribución al desarrollo de la universidad en el ámbito académico» como delegado del Rector de la UC3M para «Ingeniería Biomédica».