Recientemente nuestro grupo de investigación ha completado el Proyecto de Investigación "Romanipen 2030: estudio sobre la imagen social del pueblo gitano en la Comunidad de Madrid: análisis, reflexiones y propuestas para la construcción de la imagen social del pueblo gitano, desde el movimiento asociativo en la Comunidad de Madrid" financiado por la Comunidad de Madrid (Dirección General de Integración de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social). En esta investigación se buscaba identificar los principales elementos que revelan el antigitanismo en la sociedad madrileña en los últimos 10 años, conocer cómo viven y perciben el antigitanismo la población gitana y los profesionales (gitanas/os y no gitanas/os) que trabajan en el movimiento asociativo de la Comunidad de Madrid; promover un proceso participativo y reflexivo, desde el movimiento asociativo gitano, que favorezca en sus miembros el sentimiento de protagonismo y empoderamiento; y, finalmente, generar propuestas encaminadas a cambiar la imagen social del pueblo gitano en la Comunidad de Madrid.

 

Algunos de los resultados destacados de esta investigación han sido el reconocimiento de que la concepción social de la identidad del pueblo gitano se atribuye a un colectivo que vive en marginalidad y pobreza, sin ser reconocido socialmente como una minoría étnica. En este sentido, existe una estrecha relación entre la ausencia de conocimiento y conciencia social sobre la historia y cultura del pueblo gitano y los procesos de integración social que se han llevado a cabo en el desarrollo postconstitucional, marcados por la aculturación, la asimilación etc. También se destaca a los medios de comunicación como uno de los agentes clave en la promoción del antigitanismo. Ha sido interesante el papel de las redes sociales entre la población gitana. En este sentido, igual que puede deteriorarse la imagen social de esta comunidad, las redes sociales también pueden ser poderosas herramientas para mejorar dicha imagen y la percepción de la comunidad gitana y desempeñar un papel significativo en el deseo de modelar la imagen que el pueblo gitano quiere proporcionar sobre sí mismo, con el fin de modificar estereotipos y promocionar y promover su cultura. Las redes sociales permiten, en fin, a la comunidad gitana compartir sus expresiones culturales, tradiciones y logros de manera directa entre ellos y con un público más amplio con el fin de fomentar la empatía, la aceptación y la inclusión. Las redes pueden proporcionar un espacio para la acción colectiva, una comunidad en línea que impulse actividades de sensibilización, desmitificando mitos y estereotipos, que favorezca que se generen

iniciativas que operativicen estos fines (v.gr. construcción de redes de apoyo).  También se ha observado que la población gitana de Madrid sigue enfrentando desafíos y discriminación que la llevan a vivir situaciones de trato injusto en diferentes ámbitos, como la educación, el empleo, la salud y la vivienda, etc. Es relevante el protagonismo del propio pueblo gitano en el progreso del conocimiento del ejercicio de sus derechos. Este tema es ciertamente complejo y multifacético y su erradicación pasa por abordar el problema desde diversas perspectivas, incluyendo acciones a nivel legal, social y educativo. El acceso a oportunidades educativas y empleo y la participación activa de la población gitana muestran el camino. Por otra parte, la respuesta del Estado a la cuestión gitana, durante el periodo postconstitucional, ha sido relegada principalmente al sistema de protección social del “Estado de Bienestar” y a sus políticas sociales. Estas han sido aplicadas, desde la perspectiva mayoritaria, sobre lo que es o no aceptable socialmente, incidiendo directamente en la categorización social de inferioridad del pueblo gitano y en la justificación de los procesos de aculturación impuestos.