Cinco segundos de pinchazo para un invierno protegido
Fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y muscular además de un cóctel de tos, estornudos y lagrimeo. Una estampa digna de calendario invernal protagonizada por la gripe, una enfermedad vírica que, en su desarrollo normal, tiende a desaparecer en una semana pero si algo se tuerce, el paciente puede verse envuelto en un serio problema. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid alertan a los grupos de riesgo y abogan por perder el miedo a las agujas y recurrir a la vacuna para protegerse, cuya campaña se inicia estos días.
En ocasiones, la gripe se complica, sobre todo si el paciente no se vacuna y pertenece al grupo de riesgo. / Agencia Brasília.
MARÍA MILÁN | A las puertas de noviembre, los justificantes empiezan a proliferar en las consultas médicas. El diagnóstico, cinco letras y una semana de malestar: gripe. Esta enfermedad respiratoria contagiosa está causada por el virus influenza, que a su vez presenta varios tipos (A, B, C y D).
La proporción de población afectada durante las epidemias anuales, según el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50% en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.
“La mayoría de las personas con gripe mejoran por sí solas, pero en ocasiones hay complicaciones que afectan a las vías respiratorias superiores, fosas nasales, garganta u oído y las vías respiratorias inferiores, a los pulmones”, alerta Pedro Reche, investigador del departamento de Microbiología I de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). La neumonía, indica, es la más grave de ellas.
Una medida para evitar estas complicaciones, sobre todo en los llamados “grupos de riesgo”, es la vacunación, cuya campaña anual ha comenzado ya en toda España aunque en algunos lugares, como en Madrid, se ha retrasado con motivo de las temperaturas veraniegas de octubre.
Su efectividad, si el virus es igual que el del año anterior, está entre el 70 y el 90%, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Según un informe emitido por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, en la temporada 2016-2017 se contabilizaron 464 fallecimientos. La mayor parte de las víctimas, 85%, eran mayores de 65 años.
Cepas repetidas, mayor efectividad
“Pese a que cualquier persona puede contraer la influenza y enfermarse de gravedad, algunas personas son más propensas a contraer enfermedades graves causadas por la influenza”, señala el experto en Inmunología de la UCM. Los niños pequeños, mayores de 65 años, mujeres embarazadas y personas con ciertas enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares se encuentran en ese grupo de riesgo.
Es a ellos a quienes les espera el pinchazo a partir de esta semana. “Al igual que el resto de vacunas, la de la gripe genera una respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo contra la enfermedad sin tener que padecerla”, indica Luis Sordo, investigador del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UCM.
El virus causante de la gripe tiene una elevada capacidad de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie (proteínas Hemaglutinina (H) y Neuraminidasa (N)). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus gripales, y por eso la vacuna debe actualizarse y administrarse año a año.
Las vacunas se preparan a partir de las cepas del virus que recomienda la OMS. / Agência Brasília.
La vacuna de la gripe persigue la generación de anticuerpos frente las proteínas H y N de la envuelta del virus que sean capaces de bloquear su entrada en las células que infecta. Hay distintos tipos de vacunas y las más comunes contienen dos cepas del virus influenza A y una del virus influenza B se preparan a partir virus crecidos y aislados de embriones de pollos (huevos), explica Reche de la UCM.
“Las vacunas se preparan a partir de las cepas del virus que recomienda la OMS basándose en la experiencia acumulada en años anteriores. Se intenta predecir las cepas del virus que serán responsables de la gripe en cada estación”, completa Reche, a lo que Sordo añade que, si la vacuna de un año es muy parecida a la del año anterior, “la efectividad puede llegar al 70-90%”.
En respuesta a movimientos antivacunas, Reche lo tiene claro: “La vacuna de la gripe es mejorable, en ello estamos muchos grupos de investigacion incluyendo el nuestro, pero es segura y los beneficios que aporta compensan la visita al centro de salud y los gastos invertidos en ella por los gobiernos”. Son cinco segundos de inyección para un invierno protegido.
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